Hoy se reinaugurará después de casi treinta y cinco años el quirófano del hospital "General Belgrano" de Humahuaca, y se espera que el pueblo acompañe, ya que hace años reclama que se restituya el servicio en defensa de la salud pública.
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Hoy se reinaugurará después de casi treinta y cinco años el quirófano del hospital "General Belgrano" de Humahuaca, y se espera que el pueblo acompañe, ya que hace años reclama que se restituya el servicio en defensa de la salud pública.
El acto será a las 10 de la mañana, dentro del festejo por el 112º aniversario del nosocomio quebradeño. "Hoy estamos y podemos ser actores transformadores, defensores de las conquistas, conscientes de nuestros derechos como trabajadores y usuarios como parte de la comunidad", expresa un comunicado de empleados del hospital. Así también la comunidad y profesionales acudieron a la memoria del profesor Juan Carlos Martínez y los médicos Alfredo Calvo, Gladis Torres Aparicio y Normando Zamboni para relatar la historia del hospital.
Los inicios del hospital en septiembre de 1906 se encuentran en la iniciativa de un grupo de mujeres de la comunidad humahuaqueña que facilitó los medios para su creación, en principio fue un sala de primeros auxilios llamada "San Roque", que fue la primera institución de salud de Humahuaca, que después de un año se convirtió en el Hospital "General Belgrano".
El primer médico-director fue el Dr. Arraya de nacionalidad boliviana. El Dr. Justiniano Torres Aparicio se incorporó en 1936, especializado en epidemiología y paludismo en la Universidad de Venezuela. En el año 1943 se incorporó el Dr. Armando Fernández. Por entonces director, comenzó a exigir mayor espacio a profesionales dado el crecimiento de la población. Entre 1949-1951 se remodeló el edificio, sumándose maternidad, quirófano, consultorios externos, odontología farmacia, administración y ambulancias.
En la década del 50 se incorporó el Dr. Juan Arias quien promueve las salidas rurales ampliando la cobertura de salud a la población.
En 1964 se incorpora el Dr. Alfredo Calvo como cirujano y Dr. Pablo Parra como anestesista, por lo que las cirugías adquieren mayor complejidad. El hospital atendía a pobladores de los valles salteños, Puna jujeña y de países limítrofes.
En 1972 el Dr. Parra fue trasladado al hospital "Pablo Soria", y comienza el desmantelamiento y vaciamiento del servicio de cirugía. La actividad quirúrgica se mantuvo hasta 1983 con el apoyo de los doctores Landívar y Lavadenz.