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La pelea con los gremios, el enfrentamiento más duro

Por la crisis económica, el Gobierno se verá en la obligación de reabrir las negociaciones paritarias antes de fin de año.La CGT y Camioneros presionan al Ejecutivo por la pérdida de poder adquisitivo y amenazan con paro de 36 horas.
Miércoles, 31 de octubre de 2018 01:03

En medio del debate por el Presupuesto 2019 en el Congreso, que el Senado planea debatir la semana que viene, con la intención de que se apruebe antes del 20 de noviembre que inicia la Cumbre del G20, el Gobierno se prepara además para dar una fuerte pelea, nada más y nada menos que con los gremios.

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En medio del debate por el Presupuesto 2019 en el Congreso, que el Senado planea debatir la semana que viene, con la intención de que se apruebe antes del 20 de noviembre que inicia la Cumbre del G20, el Gobierno se prepara además para dar una fuerte pelea, nada más y nada menos que con los gremios.

Cerca de fin de año y en medio de un clima social muy caldeado, el Gobierno deberá enfrentarse ahora al reclamo de los gremios. La CGT salió con los tapones de punta para reclamar contra la política monetaria del Gobierno.

La semana pasada, Carlos Acuña y Héctor Daer advirtieron la posibilidad de realizar un paro de 36 horas a fines de noviembre. Para la central, que nuclea a los gremios más importantes del país, el Gobierno no escucha el reclamo de los trabajadores. Son varios los gremios que se acoplaron a esta medida, y todavía se espera la confirmación de la UTA, que garantizaría que la protesta de la CGT sea exitosa, ya que sin transporte el país podría paralizarse. De todos modos, la propuesta del paro aún está en análisis para ser votada en el consejo directivo de la Central Obrera.

Con una inflación que se estima será alta también para octubre, según reconoció el propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y con un dólar que dio indicios, la última semana, de que no puede ser contenido, más el aumento en las tarifas de servicios públicos de los últimos meses, y el acuerdo con el FMI, la tensión entre ambos crece.

Por un lado, la CGT denuncia que la política monetaria del Gobierno afecta directamente a los trabajadores y reclama soluciones ante la crisis económica que los afecta. Solicita impulsar una verdadera política productiva, con especial atención en la producción nacional.

La central obrera insiste en que "no hay desarrollo posible sin trabajo, producción, salarios, jubilaciones, beneficios sociales, salud, educación y viviendas", al tiempo que cuestiona las "arcaicas y fracasadas políticas recesivas" impulsadas a partir del acuerdo con el FMI.

Viviendas, créditos a pymes y microempresas, acuerdos antidespidos y paritarias que contemplen la suba del costo de vida, retrotraer las tarifas a 2017, inversión e viviendas, salud y educación, son algunos de los reclamos de la CGT, según lo hizo conocer en un comunicado.

Por su parte, el Gobierno toma estas acciones como amenazas de los dirigentes, que según entiende "sólo buscan poner en peligro la gobernabilidad" del PRO.

Otro dolor de cabeza para el Gobierno es el aumento que pidió Camioneros. El sindicato exige una recomposición salarial del 17% tras haber acordado hace dos meses un aumento del 25%. Este adicional solicitado por Hugo Moyano es por la pérdida de poder adquisitivo.

En el transcurso de esta jornada podría haber definiciones respecto a las medidas de fuerza anunciadas por Hugo Moyano.

Fuera de la discusión salarial, la tensión entre el Gobierno y los gremios de la CGT y Camioneros parece no tener fin, lo que podría encender al rojo vivo el año electoral.

Los salarios en caída libre 

Ante la crisis, la Casa Rosada propone una recomposición salarial sin fijar límites concretos y además impulsa renegociaciones ante la necesidad de contener la inflación, aunque fuentes oficiales aseguraron que en esta etapa no habrá una pauta sino que dependerá de las necesidades y posibilidades de los empresarios de cada rubro.
El Ejecutivo había fijado a principio de año una pauta de 15%, en línea con la estimación inicial de la inflación para todo 2018, que había sido aceptada por los gremios sin mayores inconvenientes. Luego, sin poder frenar la subida de la inflación, el presidente Mauricio Macri en junio un aumento del 5% extra a los convenios ya firmados y dos semanas más tarde Camioneros cerró su paritaria en 25%, el entonces ministro Jorge Triaca homologó el acuerdo y esa cifra quedó como marco de referencia.
Según un informe reciente del Observatorio del Derecho Social, la evolución del salario en 10 actividades (servicios, industria, sector público) al cuarto trimestre de 2018 en comparación con el mismo período 2017, muestran que las pérdidas son de entre el 10% y el 17%, siendo los sectores más afectados la industria de la alimentación y la administración pública nacional, con caídas interanuales del 17%. Por el contrario, comercio y sanidad registran una caída de “solo” el 10%.
Si la comparación se realiza con el cuarto trimestre de 2015, los mayores retrocesos son en la industria textil y en la administración pública nacional, con caídas del 25% en términos reales, mientras que comercio y sanidad vuelven a registrar las menores caídas, en torno al 13%. Aquí también se destaca la evolución de algunas actividades como transporte automotor de cargas (camioneros) e industria metalúrgica (UOM), que registran caídas acumuladas en tres años cercanas al 20%.
“En todos los casos, de no mediar una reapertura generalizada de las negociaciones salariales, el retroceso de los ingresos de los trabajadores y las trabajadoras durante el 2018 será el más importante desde la crisis de 2002”, según advierte el estudio.
En este contexto de crisis, es acertado el reclamo de los gremios.