Alrededor de las 16.55 de este sábado se desató un fenómeno de granizo y lluvia en la frontera norte. Aunque no se reportaron daños materiales debieron suspenderse varias actividades deportivas.
La última vez que llovió y granizó en La Quiaca fue en marzo, la región venía soportando temperaturas de hasta 23 grados bajo un sol radiante.
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Alrededor de las 16.55 de este sábado se desató un fenómeno de granizo y lluvia en la frontera norte. Aunque no se reportaron daños materiales debieron suspenderse varias actividades deportivas.
La última vez que llovió y granizó en La Quiaca fue en marzo, la región venía soportando temperaturas de hasta 23 grados bajo un sol radiante.
“Tiempo loco” expresaron los vecinos quiaqueños, sucede que durante la mañana y pasado el mediodía la jornada era primaveral y veinte grados de temperatura, con las primeras horas de la tarde el cielo azul cambió a gris plomo.
En pocos minutos el granizo hizo que las personas que transitaban por la vía pública busquen un lugar para protegerse y por la tala indiscriminada de árboles en el ejido urbano la tarea no fue para nada sencilla.
Los sábados se disputan campeonatos en distintas disciplinas pero el granizo hizo que los deportistas huyeran de los campos deportivos y se suspendió toda actividad al aire libre. También la temperatura descendió considerablemente, hasta rondar los 12 grados.
No hubo daños materiales que lamentar ni otra situación que haya informado la Policía de la Provincia ni el Cuartel de Bomberos.
Igualmente la caída de granizo y lluvia fueron un alivio para la castigada región que viene soportando desde hace dos años una profunda sequía, el paisaje ocre de a poco irá tornándose verde a medida que el tiempo acompañe con lluvias.
En el año 2017 después del verano recién volvió a llover en octubre.