La violencia sexual hacia los niños y adolescentes es una de las peores formas de maltrato que sufren los más chicos ya que los marcan de por vida. Lamentablemente, en nuestra provincia se registra un alarmante índice de estos episodios que tienen múltiples formas: la violación, el tocamiento, el acoso, el exhibicionismo, la explotación, el grooming, la pornografía forzada, las amenazas, la explotación y la facilitación a la corrupción
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La violencia sexual hacia los niños y adolescentes es una de las peores formas de maltrato que sufren los más chicos ya que los marcan de por vida. Lamentablemente, en nuestra provincia se registra un alarmante índice de estos episodios que tienen múltiples formas: la violación, el tocamiento, el acoso, el exhibicionismo, la explotación, el grooming, la pornografía forzada, las amenazas, la explotación y la facilitación a la corrupción
En un 53% de los casos el abuso sucede en el hogar de la víctima. El 18% en la vivienda del agresor y el 10% en la casa de un familiar.
Desde el Juzgado de Menores Nº 1 comentaron que este delito mayormente se da entre los mismos convivientes del hogar y que ingresan más denuncias de localidades del norte jujeño como ser: Humahuaca, Tilcara, Purmamarca y La Quiaca, entre otros. Sobrepasando en número a las denuncias que llegan desde San Salvador de Jujuy y departamentos aledaños.
También aseguraron que el 80% de las causas que ingresan a ese juzgado son por abusos sexuales, las demás son: por hurtos o robos u otros delitos.
Nadia Torfe, secretaria del Juzgado de Menores Nº 1 en lo Penal y Contravencional, en diálogo con El Tribuno de Jujuy explicó que "esta problemática se está visibilizando más en el seno familiar. Por la cantidad de casos que ocurren, las personas se están animando a denunciar más que en otros años, sobre todo en el norte. El abuso sexual y la violencia de género son flagelos que cada vez salen más a la luz porque cualquier persona que sufre de eso tiende a denunciar ante el Juzgado de Violencia o a la Defensoría y cuando se trata de menores ingresan por acá".
Sobre la relación que posee la víctima con el abusador comentó que en la mayoría de los casos son parientes, "generalmente se da con la hija menor y el padrastro que convive con ella dentro de la misma casa. Primos, tíos o hermanastros también son los causantes de este grave delito. Y aunque parezca raro también se da entre propios hermanos, algo que a nosotros nos asombra y es difícil de comprender, pero lamentablemente hay muchos casos de ese tipo que nos llegan frecuentemente".
Agregó que "en el ámbito de las escuelas existen muchas denuncias que hacen los directores o docentes de los establecimientos. Se dan situaciones de este tipo en baños de colegios primarios y hasta en los jardines. Se dieron casos con niños por tocamiento sin acceso carnal que también son preocupantes y que están penado por la ley".
En relación a eso, sostuvo que esta situación se origina en pequeños de todas las edades promediando desde los 3 años hasta adolescentes que van a la secundaria, y no sólo ocurre en mujeres sino también en varones, "hoy se da de forma pareja en varones y nenas. Y en muchos de los casos, los autores de este delito no son mayores de 18 años", agregó.
Cabe mencionar que la Ley de Menores Nº 22.278 establece que el que es menor de 16 años no puede cumplir una condena y es sobreseído. Se le aplican otro tipo de medidas como ser tratamiento psicológico o asistencia en institutos adaptados con la finalidad de su reincorporación en la sociedad.
Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cinco mujeres y uno de cada trece varones han sufrido abusos sexuales en la infancia.
En Argentina, las estadísticas del Ministerio de Justicia muestran que en los últimos quince meses hubo 2.094 niños y adolescentes víctimas de abuso sexual. Aseguran que existen casos que no son denunciados.
El 47% de las víctimas tienen entre 6 y 12 años. El 28% tienen entre 0 y 5 años y el 25%, entre 13 y 17 años.
Con respecto a los agresores, el 75% de los casos es un familiar, de los que el 40% es el padre y el 16 % el padrastro.
Cómo se procede tras una situación de este tipo
Cuando se trata de un abuso sexual, primero desde el Juzgado de Menores reciben la denuncia de la Policía.
De inmediato la psicóloga del equipo interdisciplinario realiza una entrevista con la víctima y con su madre, de allí solicitan el turno con la cámara Gesell “que tiene que ser una medida urgente.
Ahí el menor expresa lo que le pasó y es una prueba muy importante que nosotros requerimos para estas situaciones. Luego citamos a la madre para que amplíe esa denuncia en nuestro juzgado, posteriormente a eso citamos al abusador que si es menor debe hacerlo con su progenitor. Se hace la declaración indagatoria y declara bajo juramento de ley lo que realizó”, indicó Torfe.
Tras esas declaraciones llaman a testimoniales que son los aportes de los testigos, “por lo general los abusos se dan en ámbitos cerrados, es decir, en habitaciones donde no hay más personas que hayan presenciado el hecho. Salvo el caso que se hayan dado en algún lugar donde alguien haya llegado a ver algo”, agregó.
Ayer, Día de la Lucha contra el Grooming
El Senado argentino aprobó recientemente una ley que declara al 13 de noviembre como Día Nacional de la Lucha contra el Grooming.
Grooming es un término en inglés que se utiliza para designar todas las acciones que realiza un adulto para ganarse la confianza de un menor de edad con la meta de obtener algún tipo de beneficio sexual. También se extiende a las conductas de acoso que pueden derivar en delitos más graves como ser la trata ilegal de personas.
Al respecto, Romina Tarifa, referente en Jujuy de la ong Grooming Argentina, reflexionó sobre esta fecha y mencionó que “esta persona, el groomer, vulnera a los chicos y los confunde, los avergüenza y humilla generando sentimientos de culpa, por lo que es difícil que lleguen a denunciar. Los adultos tienen que estar atentos a los cambios de comportamiento, en especial de los adolescentes. Un niño sólo con internet a disposición es como estar en una plaza solo las 24 horas, porque el peligro está latente”.