Cuidar la infancia implica brindar a los niños un lugar apto para que su desarrollo sea el de una persona con valores, a fin de que a futuro signifiquen un aporte para la sociedad y no un problema. Para eso, lo que más importa, al margen de lo económico, es no vulnerar sus derechos cuando son pequeños y criarlos en un ambiente de paz para que sean felices.
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Cuidar la infancia implica brindar a los niños un lugar apto para que su desarrollo sea el de una persona con valores, a fin de que a futuro signifiquen un aporte para la sociedad y no un problema. Para eso, lo que más importa, al margen de lo económico, es no vulnerar sus derechos cuando son pequeños y criarlos en un ambiente de paz para que sean felices.
Pero esto, lamentablemente, no siempre ocurre en los hogares del país, y nuestra provincia no escapa de esa realidad.
En el ministerio de Desarrollo Humano de la provincia existe un registro que muestra que la demanda más alta en situaciones de vulneración de derechos en niños y adolescentes es el maltrato familiar. “En Jujuy se comenzaron a visibilizar situaciones que antes se consideraban culturales o naturalizadas, y hoy en día no como ser el abuso sexual infantil o el maltrato. Ambas situaciones cumplen la categoría de delito, los más graves en contra de nuestros niños”, mencionó Ana Rodríguez, secretaria de la Secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia.
Sobre ese aspecto indicó que existe un abanico de situaciones que llevan a padres y madres a realizar este tipo de acciones hacia sus hijos. Hay cuestiones subjetivas que pueden llegar a ser desde trastornos por consumo, trastornos mentales o psiquiátricos. También existen conflictos intrafamiliares de genero porque los niños se convierten en testigos o víctimas.
”Hay procesos de objetivización de los niños, ‘es mío y hago lo que quiero’, o por cuestiones de matriz cultural. Venimos luchando porque todos entiendan que son sujetos de derecho en proceso de desarrollo por lo cual debemos empoderar a las políticas públicas y apoyar a las familias. Hay cuestiones sociales que tienen que ver con la ruptura de lazos donde no hay respeto por el otro, dentro de todo eso, los niños y adolescentes pasan a ser un objeto”, remarcó.