Con el espíritu aventurero heredado de sus padres, Ticiana Brandán desde muy chica estaba segura de lo que quería. Con 18 años se enfrentó a sus padres y les dijo que necesitaba salir al mundo para vivir nuevas experiencias y ellos la dejaron seguir su impulso.
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Con el espíritu aventurero heredado de sus padres, Ticiana Brandán desde muy chica estaba segura de lo que quería. Con 18 años se enfrentó a sus padres y les dijo que necesitaba salir al mundo para vivir nuevas experiencias y ellos la dejaron seguir su impulso.
"El Arca" es una organización internacional dedicada a la creación y desarrollo de hogares, programas y redes de apoyo.
Es que sus padres cuando eran jóvenes también viajaron a Francia donde pasaron parte de su vida acumulando experiencias inolvidables que les sirvieron como base para crecer con una mentalidad abierta y libre, razón por la cual cuando formaron su familia decidieron volver a ese país en busca de nuevos horizontes, permaneciendo allí sólo por dos años.
De tal palo, tal astilla
Ticiana terminó el colegio secundario y cursó un semestre de la Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) y al finalizarlo tomó la decisión de su vida.
"Necesitaba vivir otras cosas, nuevas experiencias y para hacerlo me sentía con mucho coraje y con mucha seguridad y confianza en mí misma, pero también sentí un poco de miedo".
El permiso concedido fue casi inmediato, en gran parte porque sus padres sabían que se trataba de un país seguro, un país que ya conocían muy bien. Claro que a pesar de tenerle una confianza ciega, intentaban ocultar de la mejor manera el temor que sentían de pensar que su hija de sólo 18 años se encontraría sola en un país muy alejado del suyo, pero fueron valientes y la dejaron ir.
Así empezó la vida de Ticiana en la bella ciudad de Toulouse y aunque "los franceses no son tan cálidos como los argentinos siempre estuve muy contenta y contenida".
Recién llegada a Francia y siguiendo los mismos pasos que sus padres se instaló en una comunidad de "El Arca", una organización internacional que comprende una serie de pequeños alojamientos y programas diurnos.
"Es un voluntariado porque no estaba remunerado con dinero, chicos de todo el mundo vivíamos juntos compartiendo la ideología de la no violencia y trabajábamos en las granjas orgánicas que había en el lugar y a cambio teníamos comida y alojamiento en pequeños departamentos", comentó Ticiana.
Este año está trabajando a tiempo completo en una cafetería de la Universidad de Comercio de Toulouse para juntar dinero para finalizar la Licenciatura en Historia, centrada en América Latina y Relaciones Internacionales ya que la misma tiene como requisito culminar con un viaje a cualquier país de Latinoamérica debido a que se trata de una carrera bilingüe. Su destino sería México.
"Me costó estar en Jujuy"
Con más de 3 años fuera de la provincia volvió recién en julio pasado para reencontrarse con sus más preciados afectos, un viaje que la hizo renacer y alegrar el alma.
Pero no todo fue color de rosas... Ticiana se sinceró: "Me costó mucho estar durante esos dos meses en Jujuy. Fueron muy duros porque me acostumbré a vivir de una forma diferente aquí en Francia".
Explicó que el contexto en el que se vive allá es muy distinto al de Jujuy por lo que siempre se sintió muy segura en todos los espacios, incluso en la calle y en altas horas de la noche. "Aquí me manejo en bicicleta, voy y vuelvo al trabajo en ella. Puedo regresar a las 4 de la mañana a mi casa y sé que no me va a pasar nada", en cambio no sólo en Jujuy sino en Argentina en general hacer eso sin correr riesgos, no sería posible.
Indicó también que encontrar un trabajo en Francia es mucho más fácil que en nuestro país pero que sin embargo los argentinos "tenemos que rebuscarnos la vida porque tampoco tenemos grandes trabajos y vivimos el día a día", comentó.
¿A Jujuy siempre se vuelve?
Enamorada de Francia y de un joven alemán que vive también en Toulouse, Ticiana descartó volver a vivir a Jujuy, no sólo por las oportunidades en educación y trabajo que tiene allí, sino también por el gran cariño que le tomó a su nuevo hogar, sin embargo, tampoco descartó la posibilidad de considerar a Alemania, la tierra de su novio, como su nuevo destino por lo que ya está aprendiendo el idioma.
"No volvería a Jujuy a vivir pero sí de vacaciones o como mucho por un año, a menos que me surgiera algún proyecto laboral que me interese demasiado, aunque me costaría muchísimo, pero eso no quita: me encanta Jujuy".
"Levantarte y ver los cerros es impagable. Ni aún viendo los Pirineos o los Alpes, no hay como los nuestros", exclamó.
Visibilizando América Latina
Entre las tantas actividades que realiza en su vida cotidiana, Ticiana dedica gran parte de su tiempo libre a reivindicar y dar a conocer en Francia la realidad por la que atraviesa América Latina.
Ahora es voluntaria en el Festival del Cine Documental Latinoamericano que dará inicio mañana y que está organizado por asociaciones y colectivos para mostrar las realidades de América Latina abriendo debates tras las películas. También participará como voluntaria de un programa de radio, integrándose a los medios latinoamericanos en Toulouse para representar al lugar de donde viene.
Toulouse es una ciudad del sur de Francia, la 4º más poblada del país. Recibe el apodo de “Ciudad Rosa” por el color de sus edificios.