No jugó mal, es cierto. Pero la derrota sufrida anoche en manos de Chacarita Juniors deja herido a Gimnasia en su lucha por mantener la categoría.
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No jugó mal, es cierto. Pero la derrota sufrida anoche en manos de Chacarita Juniors deja herido a Gimnasia en su lucha por mantener la categoría.
Antes de comenzar el partido se llevó a cabo un minuto de silencio por los 44 tripulantes que murieron en el submarino ARA ‘San Juan’.
S bien todavía resta mucho hasta la finalización de la B Nacional, el "lobo" es consciente que debe acumular puntos ahora para no terminar con la soga al cuello.
Por eso, la caída anoche en San Martín, Buenos Aires, fue dura desde todo punto de vista.
Primero y principal porque el único gol en este choque pendiente de la octava fecha se produjo por una mala fortuna alarmante. Baina pateó, se desvió en Ferreyra y también en Frezzotti, descolocando a De Giorgi. El volante central del "funebrero" salió gritando el gol, pero todos en el estadio supieron que el festejo no tenía sustento. El tanto llegó porque la pelota se desvió dos veces en los defensores "albicelestes" para terminar en el fondo de la red. Corría el minuto 33 del primer tiempo.
Antes, Gimnasia había sido superior.
Córdoba, tras robar el balón en mitad de cancha, probó desde fuera del área y avisó. Un rato más tarde, Auzqui desparramó a tres rivales y su tiro rasante pasó a centímetros del poste derecho de Fernández.
También Virreyra tuvo su oportunidad de abrir la cuenta cuando después de un rápido contragolpe definió alto.
El local no estaba cómodo con la presión que ejercían los jujeños en mitad de cancha, pero en una acción fortuita se encontró con el gol y arriba en el marcador antes del descanso. Sobre el cierre de la etapa, Vazzoler casi definió la historia al aparecer muy solo por atrás de todos.
En el segundo tiempo, el trámite fue diferente. Es indudable que la expulsión de Federico Freiri, que venía jugando mal, terminó de complicar el panorama para visita.
Con diez hombres fue más coraje que fútbol. Un centro de Sanabria que no llegó a conectar Bailone y un cabezazo de Virreyra pudieron equilibrar el marcador, pero no. La pelota no quiso entrar.
Así fueron pasando los minutos hasta el silbato final de Sebastián Ranciglio.
El "lobo" se volvió de Buenos Aires con las manos vacías. El segundo traspié de la "era Morales Santos" preocupa y mucho mirando la tabla del promedio.
El próximo domingo recibirá en el estadio "23 de Agosto" a Quilmes, pensando en enderezar el rumbo.