Gracias al peso y jerarquía de sus delanteros, Central se adueñó ayer del clásico rosarino ante Newell’s tras una justa victoria por 2 a 1, que le dio el pasaje a las semifinales de la Copa Argentina, en el estadio de Arsenal de Sarandí a puertas cerradas. El ‘canalla‘, tras un primer tiempo opaco y donde no mostró un buen funcionamiento, abrió el camino gracias a un taconazo de Germán Herrera a la salida de un córner, sobre los 17 minutos del complemento.
Ante el desconcierto de un Newell’s que había realizado un trabajo sobrio y sólido hasta ese momento, aunque sin profundidad, Rosario Central liquidó la historia con un potente remate de Fernando Zampedri, a los 23 minutos del complemento.
Con ese resultado llegó el nerviosismo y los encontronazos, donde se fueron expulsados el paraguayo Teodoro Paredes y Hernán Bernardello en la ‘lepra‘, y Federico Carrizo en el ‘canalla‘.
En la última jugada del encuentro, el juvenil Joaquín Torres -pese a su lesión- descontó para Newell°s con un lindo remate de media distancia, pero no alcanzó para llegar a los penales.
La victoria de los dirigidos por Edgardo Bauza profundizó la crisis de Newell’s, complicado con la permanencia en la Superliga, y permitió tomar aire a un ‘canalla‘ que se había desinflado tras un buen arranque de temporada.
Así, a mediados de noviembre en el parate por fecha Fifa, Central enfrentará a Temperley -de la Primera B Nacional- por un lugar en la final de la Copa Argentina, donde los rosarinos ya estuvieron tres veces consecutivas en las ediciones 2013/14, 2014/15 y 2015/16, siendo siempre subcampeón.
Fue un primer tiempo chato, casi sin situaciones de peligro, donde los dirigidos por Omar de Felippe llevaron las riendas del encuentro.
Pero si bien tenían una buena posesión de pelota hasta tres cuartos de cancha, les costó encontrar el pase final para poder contar con opciones claras de abrir el marcador.
Un desborde de Facundo Nadalín por derecha que no encontró al portugués Luis Leal dentro del área fue quizás lo más peligroso de Newell°s.
Del otro lado, Central no mostró nada diferente a sus últimas participaciones en la Superliga, sin poder generar opciones de conjunto ni individualmente sobre el arco rival.
De esta manera, el “canalla” quedó herido y con un futuro de su entrenador en la cuerda floja.
En realidad, dicen que sólo una racha positiva en la Superliga dejaría en el cargo al técnico Omar De Felippe. Si fuera por los hinchas, ya se tendría que haber ido atendiendo la racha adversa y la caída de ayer.
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Gracias al peso y jerarquía de sus delanteros, Central se adueñó ayer del clásico rosarino ante Newell’s tras una justa victoria por 2 a 1, que le dio el pasaje a las semifinales de la Copa Argentina, en el estadio de Arsenal de Sarandí a puertas cerradas. El ‘canalla‘, tras un primer tiempo opaco y donde no mostró un buen funcionamiento, abrió el camino gracias a un taconazo de Germán Herrera a la salida de un córner, sobre los 17 minutos del complemento.
Ante el desconcierto de un Newell’s que había realizado un trabajo sobrio y sólido hasta ese momento, aunque sin profundidad, Rosario Central liquidó la historia con un potente remate de Fernando Zampedri, a los 23 minutos del complemento.
Con ese resultado llegó el nerviosismo y los encontronazos, donde se fueron expulsados el paraguayo Teodoro Paredes y Hernán Bernardello en la ‘lepra‘, y Federico Carrizo en el ‘canalla‘.
En la última jugada del encuentro, el juvenil Joaquín Torres -pese a su lesión- descontó para Newell°s con un lindo remate de media distancia, pero no alcanzó para llegar a los penales.
La victoria de los dirigidos por Edgardo Bauza profundizó la crisis de Newell’s, complicado con la permanencia en la Superliga, y permitió tomar aire a un ‘canalla‘ que se había desinflado tras un buen arranque de temporada.
Así, a mediados de noviembre en el parate por fecha Fifa, Central enfrentará a Temperley -de la Primera B Nacional- por un lugar en la final de la Copa Argentina, donde los rosarinos ya estuvieron tres veces consecutivas en las ediciones 2013/14, 2014/15 y 2015/16, siendo siempre subcampeón.
Fue un primer tiempo chato, casi sin situaciones de peligro, donde los dirigidos por Omar de Felippe llevaron las riendas del encuentro.
Pero si bien tenían una buena posesión de pelota hasta tres cuartos de cancha, les costó encontrar el pase final para poder contar con opciones claras de abrir el marcador.
Un desborde de Facundo Nadalín por derecha que no encontró al portugués Luis Leal dentro del área fue quizás lo más peligroso de Newell°s.
Del otro lado, Central no mostró nada diferente a sus últimas participaciones en la Superliga, sin poder generar opciones de conjunto ni individualmente sobre el arco rival.
De esta manera, el “canalla” quedó herido y con un futuro de su entrenador en la cuerda floja.
En realidad, dicen que sólo una racha positiva en la Superliga dejaría en el cargo al técnico Omar De Felippe. Si fuera por los hinchas, ya se tendría que haber ido atendiendo la racha adversa y la caída de ayer.