En la sala de audiencias del segundo piso del Palacio de Tribunales, en la jornada de ayer se celebró la segunda audiencia por el juicio oral y público que se le sigue a Cristian Ezequiel "Flaco" Vilte, acusado de abusar y asesinar a Gladis Choque, hecho ocurrido en San Pedro.
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En la sala de audiencias del segundo piso del Palacio de Tribunales, en la jornada de ayer se celebró la segunda audiencia por el juicio oral y público que se le sigue a Cristian Ezequiel "Flaco" Vilte, acusado de abusar y asesinar a Gladis Choque, hecho ocurrido en San Pedro.
Declararon siete testigos, dos de ellos habían sido detenidos e imputados en el expediente y antes de la elevación a juicio, fueron sobreseídos por el fiscal de Investigación Preparatoria José Blanco.
La presencia de los ahora testigos Edgardo Ortiz y Gastón Moreno desenfocó al imputado Vilte, quien hacía groseros intentos de permanecer en calma, ante la declaración de sus entonces amigos.
Los testigos se cuidaron en sus dichos, pero reconocieron que a la única persona que apodaban "Flaco" era a Vilte.
Ambos coincidieron haberlo visto al imputado en la madrugada del 17 de marzo en una esquina, cerca de la casa de la víctima fatal.
También dejaron en claro que Vilte ayudaba a Choque a empujar un carro, desde el asentamiento 17 de Agosto a la zona céntrica de San Pedro, donde Gladis Choque vendía nieve en época de los corsos, evento próximo al femicidio.
Gastón Moreno dijo que esa madrugada vio a Vilte en estado de ebriedad y que consumió otras sustancias tóxicas en el grupo que estaba en "la grutita", ubicada a unos 50 metros de la casa de Gladis Choque.
Egdardo Ortiz fue mucho más allá, le dijo al Tribunal que agredió a golpes al imputado Vilte en sede de la fiscalía de San Pedro, porque desde la Brigada le habían informado que el propio Vilte lo involucró en el crimen de Choque.
Vilte es una persona de casi 1.75 de contextura delgada. Trata de mirar de forma intimidante al Tribunal, al fiscal de Sala y a los familiares de Choque, que presencian el debate apesadumbrados en una de las bancas del recinto.
De vez en cuando trata de interactuar con los testigos que son citados y hace movimientos con su cabeza afirmando o negando los dichos, suspira, contiene la respiración y dialoga con su abogado.