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Piden restitución de mil hectáreas al área protegida

Investigadores indicaron que la desafectación puede ser un precedente para el avance en otras zonas protegidas.
Jueves, 22 de noviembre de 2018 01:03

Integrantes de asamblea ampliada del Parque Nacional Calilegua brindaron una charla en la que pidieron a la comunidad sumarse al petitorio por la restitución al área protegida de las mil hectáreas en las que se encuentra el yacimiento petrolífero Caimancito.

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Integrantes de asamblea ampliada del Parque Nacional Calilegua brindaron una charla en la que pidieron a la comunidad sumarse al petitorio por la restitución al área protegida de las mil hectáreas en las que se encuentra el yacimiento petrolífero Caimancito.

En la tarde ayer, en el aula magna de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy, se realizó la charla debate "Parque Nacional Calilegua: entre la conservación y la explotación", en la que disertaron Rosario Jara, empleada de Parques Nacionales, y los docentes de la citada facultad, Jorge Baldo y Ana Carranza.

En esa oportunidad analizaron los alcances del Convenio de Regularización del Parque Nacional Calilegua, rubricado por el Directorio de la Administración de Parques Nacionales y el Gobierno de Jujuy, y refrendado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, el Ministerio de Ambiente de la Provincia y Jemse, que implica que las 1.000 hectareas sobre las cuales está funcionando actualmente el Yacimiento CNO3, que fueron transferidas recientemente y de manera provisoria y coyuntural por la Nación, mediante Resolución Nº 576/18, a la Provincia. Según indica el convenio no se trata de una desafectación sino de una condición suspensiva del área hasta que Jujuy pueda garantizar el cierre y la posterior remediación del lugar. Al respecto los disertantes indicaron que se oponen a la desafectación de este territorio y plantearon la necesidad de pedir a las autoridades nacionales y provinciales que den marcha atrás con el convenio.

Jorge Baldo indicó que es necesario erradicar la desafectación de las 1.000 hectáreas porque sería un precedente para la desafectación de otras tierras de áreas protegidas.

Por otro lado, destacó que la riqueza que tiene la selva pedemontana protegida es muy importante y cuenta con el reconocimiento de investigadores de todo el país.

Dijo que las mil hectáreas en cuestión son un corredor que forma parte de la reserva de las Yungas declarado por el mismo Gobierno como zona protegida.

En cuanto a los pasivos ambientales, Baldo indicó que el yacimiento tiene la característica que los pozos surgen de forma natural, es decir que afloran por presión propia, lo que implica que la falta de cierre de pozos permita la afloración de elementos contaminantes. Explicó que bóvedas están compuestas por petróleo, gas y agua de formación. Esta última es considerada como uno de los peores contaminantes que existen ya que es agua marina que estuvo en contacto con el petróleo y contiene gases tóxicos y metales pesados que hoy emanan del pozo 3.

Ana Carranza indicó, por su parte, que no deben ser desafectadas las mil hectáreas porque es una zona de mucha riqueza de biodiversidad. "La explotación de petróleo debe cerrarse, no debe primar el negocio", sentenció.

El conflicto


ROSARIO JARA

Durante la charla, Rosario Jara recordó que el Parque Calilegua es la única área protegida que tiene pozos petroleros en su interior. 
En el año 2006 se le transfirió a las provincias la administración de los emprendimientos hidrocarburíferos, en el 2014 la empresa Pluspetrol pidió permiso para perforar 3 pozos más que se sumarían a los 10 en producción, mientras otros 24 estaban abandonados y sin sellar. Los trabajadores de Parque Nacional pidieron a su administración que se rechace este pedido y solicitaron el cierre definitivo de la explotación petrolera. En tanto, en el año 2015 se conoció la posibilidad de la desafectación y ante esta situación se conformó la asamblea ampliada constituida por trabajadores del Parque Nacional, pueblos originarios ongs ambientalistas y vecinos para pedir el cese de la explotación y la remediación definitiva. 
En el 2017 Jemse se hizo cargo del Yacimiento Caimancito y hace unas semanas atrás se aprobó el convenio de desafectación de las mil hectáreas. Ante esta situación la asamblea ampliada impulsa un petitorio por restitución de las mil hectáreas al Parque Nacional.