Con marcada emoción se desarrolló el acto protocolar en la plaza central de Abra Pampa donde se recordaron los 17 años de la partida de Leopoldo Abán, "el hijo dilecto de Abra Pampa", como expresó su hija Francisca: "Leopoldo Abán es y será parte viva de Abra Pampa".
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Con marcada emoción se desarrolló el acto protocolar en la plaza central de Abra Pampa donde se recordaron los 17 años de la partida de Leopoldo Abán, "el hijo dilecto de Abra Pampa", como expresó su hija Francisca: "Leopoldo Abán es y será parte viva de Abra Pampa".
"Lo recuerdo siempre escribiendo, leyendo, era un escritor incansable, no le importaba otra cosa más que eso, rescataba todos los eventos de los pueblos de la Quebrada, Puna, de El Carmen, San Pedro... fue lo que le llevó a recibir como premio el Duende de Plata", dijo Francisca Abán.
Del acto participó el director de Cultura y Turismo abrapampeño Juan Carlos Condorí, la amiga del homenajeado la escritora Kella Valdivieso, Francisca y Julio Abán, hijos del gran escritor, entre otros.
"Ay Leopoldo que has partido!, cómo subiré la cuesta, cómo el dolido repecho, de mi carta sin respuestas", dice una de las cinco coplas escritas por Kella Valdivieso, dedicadas a la memoria de Leopoldo Abán.
"Su ausencia me duele cada año más, solo atino a decir que la honradez y la modestia fueron la recta por la que transitó toda su vida", dijo Francisca aludiendo que todavía no encuentra resignación por la pérdida de su padre.
Respecto a sus obras literarias, Francisca Abán mencionó que dejaron varios ejemplares en diversas escuelas, pero la demanda de sus obras es permanente. Respecto a sus producciones literarias, existen 40, de las cuales sólo 8 se pudieron publicar, por razones económicas. Francisca dijo que para esta ocasión se pretendía presentar la reedición de la obra titulada "Abra Pampa" pero no fue posible, quedando una deuda a saldarse pronto. "Con eso voy a cumplir en parte todo lo que él me ha dado, quedan 32 libros por publicar, no creo poder hacerlo", lamentó Francisca, "pero ya veremos a quien entregar todo ese material, alguien tiene que tomar la posta de Leopoldo Abán".
Finalmente Francisca compartió cómo se emocionó al leer una parte de un libro de su padre, la noche previa a viajar hacia Abra Pampa, comprendiendo así cómo cautivan las letras de su padre, "yo diría que él guardó para siempre el alma de los pueblos de la Puna".