Mañana comienza un nuevo juicio contra la dirigente social Milagro Sala en donde está acusada por la supuesto "autoría de homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria en grado de tentativa" en el caso conocido como la “Balacera de Azopardo” donde además se encuentra acusado Alberto Cardozo y Fabián Ávila.
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Mañana comienza un nuevo juicio contra la dirigente social Milagro Sala en donde está acusada por la supuesto "autoría de homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria en grado de tentativa" en el caso conocido como la “Balacera de Azopardo” donde además se encuentra acusado Alberto Cardozo y Fabián Ávila.
Sergio Capiello renunció a la querella de este caso en el que estaba representando a la familia de la menor herida en aquella ocasión. El trámite judicial se realizará sin querella.
Nuestro medio supo que Milagro Sala en este juicio no será representada por Luis Paz, letrado que la representa en todas las causas judiciales que la dirigente social tiene, y será patrocinada por las letradas Paula Álvarez Carreas y Elizabeth Gómez Alcorta.
Durante las audiencias que comienzan mañana veintitrés testigos prestaran testimonio de lo ocurrido el pasado 26 de octubre de 2007.
Cabe recordar que los hechos datan del 2007 cuando según los datos de la fiscalía que argumentan la elevación a juicio, el 26 de octubre de ese año Ávila habría concurrido a la casa de Cuyaya donde habría recibido la orden de Milagro Sala de matar a Cardozo.
Por el servicio requerido, Sala le habría pagado previamente a Ávila a través de la entrega de una casa en Sargento Cabral, propiedad de la acusada y de Sergio Chorolque, con lo que simultáneamente se instrumentó la compraventa del inmueble mediante escritura pública.
Para cumplir con su cometido, el 27 de octubre de 2007, entre las 10.30 y las 11.30 horas aproximadamente, Ávila condujo un automóvil Renault Clío, de color rojo, a gran velocidad, por la calle Zenta del barrio San Francisco de Alava. Según se investigó, Paés, por orden de Milagro Sala debió acompañar a Ávila para terminar con la vida de Cardozo, por lo cual se trasladaba de acompañante en el vehículo.
Cuando llegaron a la calle Santa Victoria lograron ver a Cardozo, quien se dirigía a una carnicería ubicada en la esquina de las calles Zenta y Bayo. Ávila descendió del vehículo con un revolver en la mano para cumplir con su objetivo, pero Alberto Cardozo advirtió la situación y sacó de entre sus ropas un arma que portaba, sin habilitación para hacerlo. Ávila efectuó el primer disparo contra Cardozo, quien se resguardó detrás de un árbol y también comenzó a tirar, produciéndose así un intercambio de disparos.
Como consecuencia, resultó gravemente herida una menor de edad, de 11 años, que se encontraba, en ese momento, dentro de la carnicería a la que se dirigía Cardozo. La niña recibió un disparo que salió del arma de fuego que empuñaba Ávila.
En cercanías del acceso al Cementerio del Salvador, sobre Avenida Italia, un vehículo de similares características fue ubicado por personal policial que comenzó la persecución. El auto ingresó al predio que la Tupac Amaru tenía en la vieja estación de trenes. El patrullero fue violentamente atacado por más de cincuenta personas que salieron del edificio de la organización social, impidiendo de ésta manera que los policías cumplan con su cometido.