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“Vi a ‘Chato’ Ávila que disparaba desde la calle”

Una testigo situó al imputado Ávila y a su cómplice sobreseído Jorge “Loco” Paes en la escena del hecho. El disparo que alcanzó a una niña de 11 años en el abdomen fue ejecutado por “Chato” Ávila, según la testigo Maldonado. 
Miércoles, 07 de noviembre de 2018 20:44

En la sala de audiencias del segundo piso del Palacio de Tribunales hoy a la mañana inició el juicio oral y público que tiene como personas imputadas a los dirigentes sociales Milagro Sala y Alberto “Beto” Cardozo y al “extupaquero” Fabián “Chato” Ávila, por el expediente comúnmente conocido como la “balacera de Azopardo”.

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En la sala de audiencias del segundo piso del Palacio de Tribunales hoy a la mañana inició el juicio oral y público que tiene como personas imputadas a los dirigentes sociales Milagro Sala y Alberto “Beto” Cardozo y al “extupaquero” Fabián “Chato” Ávila, por el expediente comúnmente conocido como la “balacera de Azopardo”.

Sala, Cardozo y Ávila llegaron a estas instancias judiciales por un hecho ocurrido en la mañana del domingo 27 de octubre del 2007 en el barrio San Francisco de Álava, donde una niña que por ese entonces tenía 11 años, recibió un disparo en el abdomen y si no fuera por la rápida intervención quirúrgica, hubiese perdido la vida. 

Según la requisitoria fiscal, Milagro Sala habría encargado al imputado “Chato” Ávila y al (hoy sobreseído en este expediente) “Loco” Jorge Paes, que asesinen a su entonces enemigo Alberto Esteban “Beto” Cardozo. 

En la jornada de hoy prestaron declaración testimonial tres personas, el exmédico del Poder Judicial Guillermo Robles Ávalos, Mirta Graciela Centella, madre de la niña herida de bala y Sandra del Valle Maldonado, mujer que esa mañana estaba a cargo de la niña que fue alcanzada por el proyectil en la vía pública. 

Maldonado fue clara en su declaración y puso en escena a Ávila y a Paes. “Vi un auto rojo con vidrios polarizados en la esquina, lo manejaba un chico que le dicen ‘Loco’, no sé su nombre pero es de apellido Paes, yo lo conozco porque soy amiga de su mujer y vivía en la calle Toquero”, dijo. 

La testigo continuó su relato manifestando que “ahí lo vi a ‘Chato’ Ávila parado al lado de la puerta de acompañante, insultando y disparando. Vi solo a él que tenía un arma, pero no alcancé a ver a quién insultaba. La nena que es hija de mi vecina, en ese tiempo era compañera de escuela de mi hija y se había quedado a dormir en casa porque tenían que terminar un trabajo práctico. Esa mañana, después de desayunar nos fuimos a comprar para cocinar. Estábamos haciendo fila en la carnicería y la nena me dice ‘me llegó a mí, me llegó a mí”, y una mujer que también estaba en la fila dijo que estaban disparando. Ahí la vi a la nena con un orificio en la panza y la remerita con sangre”, relató consternada la mujer. 

“Yo salí corriendo y le gritaba al ‘Chato’ Ávila que deje de disparar porque había una nena que estaba herida. Pedí auxilio y de un local donde habían padrones salió un chico que le dicen ‘Chucky’ a ayudarme, también de ese local salió ‘Beto’ Cardozo y junto a una vecina la llevamos en un auto azul que manejaba ‘Beto’ al hospital Pablo Soria”, dijo Maldonado. 

La testigo Mirta Graciela Centella, madre de la niña herida, también prestó declaración ante el Tribunal en lo Criminal Nº 2. “Yo me enteré por rumores que lo habían mandado a matar a ‘Beto’ Cardozo. Una abogada que teníamos primero me dijo que Cardozo se escondió detrás de un árbol, pero yo no sé qué árbol”, dijo. 

Centella era querellante en la causa y dijo que renunció porque “no veía avances en la causa”, que se había enterado que se habían robado el expediente y porque su hija “tiene miedo y no quiere ver al hombre que le disparó”. Además la mujer le dijo al Tribunal en lo Criminal que su hija “físicamente quedó con secuelas, no puede realizar actividades deportivas porque se cansa rápido”.

Los viejos conocidos cruzaron intimidatorias miradas en la sala


MILAGRO SALA/ Y SUS ABOGADAS GÓMEZ ALCORTA Y ÁLVAREZ CARRERA. 

Más de 11 años pasaron de aquel violento episodio que hoy es traído a juicio, donde una niña de once años que nada tenía que ver con esto, terminó internada en grave estado luego de recibir un disparo en la zona abdominal.

Fabián Ávila y Alberto Cardozo son viejos conocidos de una conflictivo barriada como lo es San Franciso de Álava, ex Azopardo. 

Tienen un parentesco casi directo, pero entre ellos lo niegan. 

Para los habitantes del barrio ex Azopardo son “viejos conocidos” que dividieron ese sector barrial en enfrentamientos desde hace tiempo. 

En este expediente Ávila está imputado por ser el supuesto autor del delito de “homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria y homicidio simple en grado de tentativa”, Sala por la supuesta autoría de “homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria en grado de tentativa” y Cardozo por la supuesta autoría de “homicidio simple en grado de tentativa”.

En la declaración de las testigos Maldonado y Centella, los imputados fueron desalojados de la sala de audiencia por el temor que las testigos manifestaron y cuando eran trasladados por los efectivos del Cuerpo de Operaciones Especiales Penitenciarias (Coep), Ávila y Cardozo cruzaron intimidantes miradas que no pasaron por desapercibido entre los presentes. 

La segunda audiencia está prevista para el próximo miércoles a partir de las 8.30 en la sala de audiencias del Tribunal en lo Criminal Nº 2, con la recepción testimonial de cuatro personas, de un total de 23 que fueron propuestas por las partes en la audiencia preliminar.