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Los alegatos serán el miércoles de próxima semana

El hecho ocurrió en octubre del 2007 y una niña resultó gravemente herida.

Martes, 11 de diciembre de 2018 01:01

LOS IMPUTADOS JUNTO A SUS ABOGADOS DEFENSORES.

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LOS IMPUTADOS JUNTO A SUS ABOGADOS DEFENSORES.

Ocho testigos prestaron declaración testimonial en la jornada de ayer, en el debate oral que se desarrolla en el segundo piso del Palacio de Tribunales, en el expediente judicial conocido comúnmente como "Balacera de Azopardo".

Al término de la audiencia, la jueza Cecilia Sadir (presidente de trámite) manifestó que esta causa estaría en condiciones de alegatos y fijó fecha para el miércoles próximo en horas de la mañana.

Entre los testigos que prestaron declaración, el extupaquero y exmano de derecha de la imputada Milagro Sala, Alejandro David "Pilo" Mansilla.

Antes del ingreso al recinto del testigo, Milagro Sala pidió no estar presente en audiencias, pedido que se le concedió.

La persona de Mansilla fue traída a estas instancias judiciales, luego de la declaración del testigo y eximputado en esta causa Jorge "Loco" Paes, quien le había dicho al Tribunal que una noche antes de "la balacera", Milagro Sala había citado a él y al imputado Fabián "Chato" Ávila a su casa, ordenar a Ávila que "limpie" (mate) a "Beto" Cardozo y que Paes lo acompañara. Paes dijo que Mansilla sabía que Sala quería "limpiar" a Cardozo y que estuvo en esa reunión.

A todo esto, el testigo Mansilla, que también declaró en el otro juicio conocido como "Pibes Villeros", dijo que Sala y Cardozo se tenían bronca por un tema de la cancha y por política, pero solo conoce del hecho a través de los medios.

Dijo que la mañana del 27 de octubre del 2007 trasladaba a Milagro Sala al barrio Alto Comedero y cuando se enteraron por radio que había ocurrido una balacera en el barrio ex Azopardo, Milagro Sala se descompuso, volvieron a la ciudad y se quedaron un rato en una plaza del barrio Mariano Moreno.

El testigo además dijo que después fueron para la zona de los galpones (exestación de trenes), pero no vio a los imputados allí, porque Sala le había ordenado que permanezca en el auto y él así lo hizo. Además Mansilla reconoció llevar dinero a los prófugos Paes y Ávila hasta Córdoba, junto con el abogado Bellido.