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El sacrificio de vecinos ante situaciones precarias

Cuando llegaron, el ambiente era insalubre y sólo contaban con un terreno vacío, pese a eso lograron salir adelante.
Sabado, 15 de diciembre de 2018 01:03

El barrio 18 Hectáreas de Alto Comedero atravesó por situaciones graves para constituirse como tal ya que en sus inicios solo era un terreno vacío que no contaba con servicios básicos y en donde las familias atravesaban por una serie de peligros y dificultades.

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El barrio 18 Hectáreas de Alto Comedero atravesó por situaciones graves para constituirse como tal ya que en sus inicios solo era un terreno vacío que no contaba con servicios básicos y en donde las familias atravesaban por una serie de peligros y dificultades.

El sector surgió en el año 2006, cuando fueron asignados terrenos para familias que vivían en zonas riesgosas de San Salvador de Jujuy. Esas zonas, en su mayoría eran asentamientos que se instalaban en zonas descampadas sin ningún tipo de servicio.

El Ivuj realizó este otorgamiento de tierras y personas de distintos lugares de capital se empezaron a acomodar. En su mayoría, eran de escasos recursos y debieron afrontar una serie de situaciones adversas para levantar su hogar, pero muy necesarias ya que en las zonas en las que vivían antes la situación para ellos era ilegal.

Al entregarles su nuevo lugar se les presentaron serias dificultades, porque debían construir desde cero su vivienda ya que el terreno que les habían cedido estaba vacío. Todo eso implicó la instalación de servicios como luz y agua que al principio no los tenían. La principal consecuencia de eso eran las enfermedades por la condición insalubre de los primeros tiempos.

Los que podían construir lo hacían, pero muchas familias vivían en condiciones precarias con casas prefabricadas confeccionadas con bloques sin cemento y chapas. El baño era una letrina con un pozo.

Paralelo a eso, el lugar estaba rodeado de pastizales de donde provenían animales e insectos peligrosos como ratas, serpientes, arañas, alacranes, etc. A pesar de todo, madres y padres lograron ingeniárselas y subsistir para cuidar de sus niños y salir adelante pese a todas las adversidades que se presentaron en los primeros años de las 18 Hectáreas.

Osvaldo Montaño, presidente del Centro Vecinal del barrio, en diálogo con El Tribuno de Jujuy mencionó que "era un lugar que estaba totalmente abandonado. Sumado a las condiciones en las que vivieron los primeros años, no había negocios y las calles en épocas de lluvia se inundaban. Era imposible que las personas transiten y menos los vehículos como los que vendían gas o la ambulancia y la Policía. Las calles eran intransitables y repletas de barro, nadie podía entrar".

Este panorama complicaba aún más a los habitantes del lugar que se veían obligados a buscar sus alimentos en barrios aledaños. Otra carencia importante era la falta de escuelas, "los chicos tenían que irse en colectivo para escuelas de otros lugares y por el mal estado de las calles debían llevar otro calzado o taparse los pies con bolsas para no ensuciarse. La verdad que al principio era muy sacrificado porque todo debía buscarse en otros lugares y hasta hubo un brote de hepatitis que gracias a Dios nos prosperó", comentó Montaño.

A todo esto, la falta de un puesto de salud provocaba que la atención médica de los vecinos sea en otro lugar implicando gastos en transporte y más en adultos mayores, personas con discapacidad u otras que necesiten cuidados médicos de forma frecuente.

Con el tiempo la situación fue cambiando y de a poco el progreso fue llegando al barrio y a sus alrededores que padecieron una realidad similar en los primeros tiempos.

En relación a eso, Montaño aseguró que "desde el centro vecinal empezamos a reunir a los vecinos y a realizar gestiones para que lleguen mejores a esta zona que estaba abandonada. Las prioridades eran la educación y tratar de mejorar las condiciones de las calles y las casas que durante años estaban hechas de bloques apilados".

"Lo bueno fue que había unión entre los vecinos y eso ayudó mucho a salir adelante", indicó.

Las mejoras fueron apareciendo con el paso del tiempo en las calles y en la instalación de servicios como ser la red cloacal. La creación de la escuela Nº 461 "Bicentenario de la Patria" fue otro gran logro, que llegó junto al Centro de Salud, el salón multiuso, entre otras instituciones que se fueron construyendo.

En ese marco, también se concretaron plazas y otros espacios públicos gracias al programa Mejoramiento de Barrios (Promeba).

Creció la inseguridad

Una vez instaladas las familias en las 18 Hectáreas, tras pasar por situaciones difíciles, empezó a surgir otro inconveniente en el lugar que es la inseguridad.

Con el progreso del barrio llegó también una comisaría que era muy necesaria ya que la delincuencia fue creciendo con el paso de los años.

"Muchas personas llegaron con malas manías de otros lugares y se empezó a ver personas alcoholizadas u otras que se drogaban. Cuando se instaló la comisaría la apedrearon y lamentablemente hechos vandálicos empezaron a aparecer", explicó Montaño.

Siguió diciendo que "mucho tuvo que ver la crisis económica, la falta de trabajo y eso hace que los jóvenes salgan a robar".

Las problemáticas y necesidades existentes en el sector Luca Arias

LUCA ARIAS/ LOS VECINOS DEL BARRIO VIVEN LEJOS DEL PUESTO DE SALUD MÁS CERCANO.

Cerca de las 18 Hectáreas se encuentra el barrio Luca Arias que posee diversas problemáticas.

Belén Méndez, junto a su esposo llegaron al sector hace casi dos años y lo principal que notaron fue la cantidad de familias en situación de pobreza. Por eso fundaron la copa de leche "Los Peques" que contiene a más de cien niños y sus padres.

Otra de las dificultades que existe es la lejanía al puesto de salud que queda aproximadamente a dos kilómetros de distancia. "Encima que queda lejos, cuando fuimos a ese centro de salud nos dijeron que debemos ir al que está en el sector del Che Guevara. Nos atienden igual pero nos dicen que vayamos para ahí", sostuvo Méndez.

Además de esto los vecinos aseguran que existe una sobrepoblación de animales sueltos en la vía pública que fueron abandonados por personas irresponsables y que a causa de eso frecuentemente no les llegan las boletas de servicios ya que los carteros les temen a esos perros y no pueden llegar a las viviendas a dejarles las facturas.