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28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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Qué podemos esperar del año nuevo

Lunes, 31 de diciembre de 2018 10:00
GM/ CAMPAÑA NUEVA PROPUESTAS IGUALES.
RUBÉN RIVAROLA/ CON UN PJ COMPLICADO.
CARLOS HAQUIM/ POR AHORA REPITIENDO.
ALEJANDRO VILCA/ FIRME EN LOS SONDEOS.
MILAGRO SALA/ CONDENADA Y ABSUELTA.
LEILA CHAHER/ MOVILIZANDO A LOS K.
“DINGUI” PALMIERI/ UN REBELDE PERMANENTE.
“CHULI” JORGE/ OTRA VEZ POR LA INTENDENCIA.
ALEJANDRO SNOPEK/ CON MASSA Y CON GM.

La primera fantasía que cederá ante el peso de la realidad, será la del cambio. Y debemos estar preparados. Desde la medianoche de hoy, solamente cambiará una hoja de los calendarios, aunque a todos, el dulce engaño de un año nuevo nos deposite blandamente en la rampa de lanzamiento de todas las fantasías y las empresas por realizar. No es pesimismo, no son frustraciones acumuladas con el tiempo. Es la realidad, estúpido, diríamos parafraseando al famoso James Carville, asesor electoral que llevó a Bill Clinton a la presidencia de USA, repitiéndoles a los norteamericanos "es la economía, estúpido". Acá, también, y peor que allá, la economía es todo. O casi todo. Es la realidad económica que transitamos, y que no reconoce cambios de año. No se trata de cambiar a cambiemos, ni voltear un gobierno. Pero se esperan cambios de rumbo que no habrá: se adelantaron tremendos aumentos en energía, agua, gas, transportes, se instalaron más impuestos y volaron a Javier Iguacel, un funcionario correcto, mientras Marcos Peña se vuelve todopoderoso, la gente aún hoy espera sensibilizar a las autoridades, agradecerles el optimismo, y pedirles un baño de humildad y sensatez. Sólo con eso, dejarían de agraviar la inteligencia del pueblo argentino y jujeño, que demuestran día a día, ser tolerantes, pacientes, hasta indulgentes. Y todavía dispuestos a los sacrificios.

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La primera fantasía que cederá ante el peso de la realidad, será la del cambio. Y debemos estar preparados. Desde la medianoche de hoy, solamente cambiará una hoja de los calendarios, aunque a todos, el dulce engaño de un año nuevo nos deposite blandamente en la rampa de lanzamiento de todas las fantasías y las empresas por realizar. No es pesimismo, no son frustraciones acumuladas con el tiempo. Es la realidad, estúpido, diríamos parafraseando al famoso James Carville, asesor electoral que llevó a Bill Clinton a la presidencia de USA, repitiéndoles a los norteamericanos "es la economía, estúpido". Acá, también, y peor que allá, la economía es todo. O casi todo. Es la realidad económica que transitamos, y que no reconoce cambios de año. No se trata de cambiar a cambiemos, ni voltear un gobierno. Pero se esperan cambios de rumbo que no habrá: se adelantaron tremendos aumentos en energía, agua, gas, transportes, se instalaron más impuestos y volaron a Javier Iguacel, un funcionario correcto, mientras Marcos Peña se vuelve todopoderoso, la gente aún hoy espera sensibilizar a las autoridades, agradecerles el optimismo, y pedirles un baño de humildad y sensatez. Sólo con eso, dejarían de agraviar la inteligencia del pueblo argentino y jujeño, que demuestran día a día, ser tolerantes, pacientes, hasta indulgentes. Y todavía dispuestos a los sacrificios.

Los tres iguales...

La economía nacional hace rato sometió a la política. Las promesas presidenciales se mantuvieron mientras la anestesia y el entusiasmo hacían efecto. Después se marchitaron. Todos los números dan para atrás. La producción industrial, la caída del PBI, el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, consiguientemente las ventas en todos los rubros. La economía se estanca y la inflación nos devora. Todos los planes conducen a las decisiones del Fondo Monetario Internacional, verdadero (y único) titiritero que podía aceptar hacerse cargo de la vida argentina. Las especulaciones, las monumentales corridas cambiarias, los negociados con el dólar a futuro y a presente, ya cumplieron con los capitales de afuera y de adentro. Hoy, cuando sólo queda rogar que tanta caída se detenga, reaparece la política. Desde el oficialismo, Mauricio Macri, Jaime Durán Barba, Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Dante Sica, Nicolás Dujovne, insistiendo en mantener el cambio como el camino elegido por los argentinos. Desde la oposición, la CGT, las CTA, Cristina Kirchner, José Luis Gioja, Alberto Rodríguez Sáa, Aníbal Fernández, Juan Grabois, etc., sosteniendo que el cambio promocionado ya fracasó y que hay que cambiarlo por otro cambio mejor. Este año se despide con una incipiente tercera opción (no confundir con tercera posición) que promete equidistancia de los otros protagonistas de la bipolaridad nacional: ni volver atrás ni persistir en esta realidad. Ahí se enrolan Sergio Massa, Miguel Pichetto, Juan Urtubey, nueve gobernadores, muchos referentes de provincias, etc. Para lo que proponen los tres grupos, hay que creer o reventar. Hoy, finales del 2018, estamos más cerca de reventar que de creerles. Porque de convencer, de enamorar, de cautivar, cero los tres.

La tardía "oxigenación"

En la provincia de Jujuy la situación no es muy diferente. El endeudamiento feroz de la Provincia, nunca alcanzó los niveles actuales a valores constantes, sólo se mantiene con la esperanza de que las variables se acomoden y la nueva matriz productiva (energía solar y litio, y todavía allá lejos, muy lejos, el turismo) zafen del relato y respondan como se espera. El empleo privado se estancó primero y lentamente comenzó a caer después. El trabajo estatal, histórico seguro de desempleo se incrementó al ritmo del crecimiento de múltiples organismos nuevos en los poderes Ejecutivo y Judicial mientras sólo se mantuvo como la Cenicienta de los tres, el Legislativo, con presupuestos tan modestos como el producto de su trabajo. Los índices de pobreza e indigencia de Jujuy siguen altos, las ventas han caído de manera alarmante, y la dependencia económica de la Nación sigue muy elevada, soportable por la buena relación del gobernador Gerardo Morales con el presidente Mauricio Macri y con el ministro Rogelio Frigerio. El Frente Cambia Jujuy es una entelequia que se utilizó y se reutilizará en la campaña que viene, con socios minoritarios cada vez más minoritarios. Se reproduce en Jujuy el estilo nacional, donde el PRO gobierna y los demás miran o se quejan. Cuando llegue el momento, habrá convenciones y congresos y a nivel nacional se resolverán las listas sin tumulto y sin sorpresas, entre Mauricio Macri, Durán Barba Vidal, Larreta y Lilita Carrió (si ella quiere). Para entonces en Jujuy, si no ocurre algo antes, GM aprovechará para reacomodar su gabinete sin tener que desplazar dolorosamente a los amigos que lo perjudicaron más que beneficiarlo en su durísima tarea de gobernar. Entre ministros y secretarios, hay unos que se deben ir, otros que se quieren ir, otros que no se quieren ir y algunos que no se deben ir. Cada uno de ellos sabe perfectamente quién es quién, pero jamás lo dirán en voz alta, mientras aguardan otro clásico enroque bien radical, con alguna variante. Pero no se descarta hoy, que haya algún cambio muy resonante -hasta sorprendente- en ese esquema.

El PJ busca...

La oposición peronista no terminó de encontrar nunca varios tesoros para recuperar su solvencia. El primero: la unidad. Rubén Rivarola proclama convocatorias a un Partido Justicialista recuperado con gran sacrificio, repicando campanas de palo en un desierto lleno de sordas hostilidades, resonantes ambiciones personales menores, mentirosos abrazos diplomáticos y uno que otro oasis de compañerismo leal. Mientras, Eduardo Fellner busca por fuera de Jujuy recuperar imagen y votos que en la provincia lo abandonaron en el 2015, y quizás para siempre. Guillermo Jenefes, desde un discreto perfil bajo, pero no desde la prescindencia ni la indiferencia, conserva su estado mayor en apresto para los momentos críticos. El resto de los referentes deambula en reuniones con mucho de esperanza militante, de resentimiento y de teorías conspirativas, por partes iguales. Adrián Mendieta de los "verónicos", "Julito" Moisés de Arriba Jujuy, "Dingui" Palmieri de las Bases Peronistas y tantos otros. Las acciones y las decisiones hasta hoy, pasaron casi totalmente por la dirigencia de la Capital, mientras en el interior se le vuelve cada vez más complicado al peronismo volver a cautivar a su gente. No se pudo concretar un Congreso Partidario y todo pasará para después del 22 de febrero cuando un Congreso Nacional, intentará poner orden en un partido desbalanceado, ausente, y replicando en grande lo pequeño de la Provincia, acostumbrado a manejar desde la Capital los destinos del gigantesco escenario federal de la política. Así le fue.

UC se prepara

Unidad Ciudadana, y el cristinismo de paladar negro, referenciado en la dirigente Leila Chaher, inició reuniones debatiendo el rol de la mujer en la política y buscando heredar el protagonismo que alguna vez capitalizó

Milagro Amalia Ángela Sala en representación de la expresidente. Leila, también responsable de La Cámpora jujeña invita a sumarse al emprendimiento para integrarlo al campo nacional y popular, esperando afluencia de tupaqueros y rebeldes del peronismo. Algunos importantes guiños ya recibió, como el de la diputada Alejandra Cejas. En tanto espera la decisión final de los dirigentes nacionales Cristina y Máximo, para volantear localmente hacia donde ellos se indiquen.

Opositores oficialistas

El Massismo local, tiene tres referentes. Carlos Daniel Snopek, el cuadro histórico, Alejandro Snopek un diputado nacional y Marcelo Nasif, diputado provincial, que llegaron con Cambiemos, y hoy, deberían ser oposición. Pero en Jujuy, donde los milagros son posibles y casi todos en el mundo peronista, mutaron hacia el frente que conduce el GM desde la UCR y en representación del PRO, y ahora mantienen una posición férrea a nivel nacional y otra posición férrea -pero opuesta- a nivel provincial. Menos complicada es la situación de Agustín Perassi, jefe de Gana Jujuy o la de Rubén Daza, ambos peronistas que llegaron de la mano de Primero Jujuy del vicegobernador también peronista Carlos Haquim, pero se fueron alejando hasta despreciar aquellos acuerdos. El vice es el que mejor se acomodó a los nuevos tiempos, creó un partido provincial neoperonista, y por ahora, estaría reteniendo el segundo lugar en la fórmula para el 2019. Cuando el calendario electoral avance -y se precipite- quizás para fines de mayo o primeros días de junio, también se precipitarán las definiciones de los que ya no podrán seguir viviendo en un limbo nebuloso, por más habilidad retórica que usen para justificarlo.

Los nuevos

El Frente de Izquierda de los Trabajadores, trata de consolidarse. La figura del diputado Alejandro Vilca sigue siendo el estandarte. Para sorpresa de algunos -no de todos- el exempleado municipal aparece en varias encuestas detrás de GM -lejos, pero segundo- como posible aspirante a la gobernación y por sobre otros aspirantes peronistas y radicales que se asoman con disidencia. René Casas, por ejemplo, que lanzó un movimiento político denominado "Confiar en Jujuy" con pretensiones de ofrecer "nuevas formas de hacer política, nuevas conducciones, nuevos liderazgos y nuevas propuestas". Casi nada. O René Ramón Ruiz, histórico radical de la época de los rojiblancos de don Próspero, que lidera Norte Federal émulo de aquel que nació apadrinado por el exvicepresidente Julio Cobos. Y también Daniel Macías, del partido Mi Jujuy, que se recostó sobre la espalda del diputado nacional salteño que quiere ser presidente, Alfredo Olmedo para buscar referencia y apoyo.

Los que fueron

Pero aquellos históricos tradicionales, languidecen o desaparecen. El Movimiento Popular Jujeño (MPJ) de don Horacio Guzmán; el Movimiento de Renovación Cívica (Moresi) que nació con Mecha Castro y Pedro Figueroa como líderes, el Movimiento de Unidad Renovador (MUR) de don Annuar Jorge, recientemente fallecido; la Democracia Cristiana, el Partido Socialista, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) del arquitecto Jaime Hoffmann, el Partido de la Soberanía Nacional de Milagro Sala, el Partido Demócrata, el Partido Conservador Popular, y tantos otros que ya casi no existen. O sus corazones siguen latiendo débilmente oxigenados por Frentes que les amputan el alma a cambio de una foto.

Pensando en el 2023

Los fríos -y siempre interesados- números de las encuestas (de un promedio de todas las conocidas) indican que Gerardo Morales podría alzarse con la reelección. Que al peronismo, aún sin candidatos firmes a la vista, le costará horrores posicionarse en el mismo segundo lugar como en el 2015, y sobre todo, si continúa la ronda de vanidades y apetencias legítimas pero inconsistentes que hasta hoy menudean; la izquierda se jugará a quitarles ese lugar en el podio. Con este panorama, casi puesto - a menos que ocurra algún tsunami- todas las fuerzas actuantes, entrarán al 2019, pero pensando en el 2023. Obligados a pensar en el 2023. GM ya deberá imaginar alguien más para la gobernación, Chuli Jorge alguien más para la intendencia más importante, los peronistas en alguien, y las izquierdas en modificar su discurso y sus actitudes, firmes pero que hoy ya muestran la falta de actualidad en un mundo de redes sociales, maniobrado por trolls y operaciones económicas de variado calibre.

Lo que sigue...

Lo que queda pendiente, temas gruesos, es lo que desdibuja el límite del fin de año y marca la continuidad de la línea de tiempo. Por ejemplo obras públicas emblemáticas como la ruta 34 desde río Las Pavas hacia Libertador, el tren turístico de la Quebrada, el desarrollo de la economía, el avance real de las zonas francas y los parques industriales, y una resolución final acerca del culebrón del Ingenio La Esperanza que a la vuelta de tres años y muchísimos enredos, falacias y ficciones, quizá en el 2019 nos reserve la sorpresa de un anuncio electoralista en positivo. Y así vamos al 2019...

Temas judiciales

La Justicia Federal sigue con gran protagonismo. Encarceló a decenas de exfuncionarios, avanza en las causas por corrupción, pero no termina de llegar a los últimos escalones de las responsabilidades principales. Cuando después de los famosos cuadernos, parecía que se animaban a todo, y los fiscales y los jueces llenaron las cárceles de presos con sentencias y con preventivas, pero después pisaron el freno y el año electoral los encontrará empantanados y condicionados como siempre a los vaivenes políticos. La Justicia provincial exactamente igual. Las causas que se ventilan pesadamente ya son viejas. Ya hartaron a la opinión pública, y le taladraron la expectativa de conocer fehacientemente qué pasó y qué fue verdad de todo lo que se acusó y se dijo. Sorprendió la Cámara al absolver a la señora Milagro Sala y a Beto Cardozo por el episodio conocido como la Balacera de Azopardo y condenar al autor material de una supuesta trama horrorosa de crímenes por encargo, Fabián Ávila, a seis años y seis meses de prisión que de acuerdo a los códigos vigentes, le permitirán recuperar su libertad en breve. Desde el GM para abajo, pasando por el fiscal Mariano Miranda y el bloque de diputados, los radicales estallaron de rabia y castigaron duramente a las camaristas Liliana Pellegrini, Mónica Cruz y Cecilia Sadir, que refugiaron su decisión en el desabrido indubio pro reo. Pero la bronca le deja al oficialismo un costado positivo: le sirve para mostrar que la Justicia es independiente. La señora Milagro volvió a su casa de Cuyaya -con prisión domiciliaria- y se alista para enfrentar al GM

 

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