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Brindar un futuro mejor a niños y jóvenes que sufren

"Crecer" trabaja de forma voluntaria luchando contra la pobreza, las adicciones y la violencia, entre otros males.Piden a las autoridades que los ayuden con un espacio físico ya que en una plaza reciben todos los días a más de cien chicos.
Martes, 04 de diciembre de 2018 01:01

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La fundación "Crecer" fue fundada el 15 de noviembre de 2015 en la localidad de Calilegua. Al ver las necesidades que existen en el lugar, una vecina, Cristina Acosta, abrió este espacio a fin de contener a niños y adolescentes que se encuentran atravesando por diversos problemas cuyas consecuencias son las peores, le obstruyen un futuro mejor y les quitan aquello que se merecen que es la felicidad.

CRISTINA ACOSTA / FUNDADORA DE “CRECER”, REMARCÓ LA IMPORTANCIA DE CUIDAR A LOS MÁS CHICOS.

Estos problemas que los azotan se relacionan con violencia intrafamiliar, en todas sus manifestaciones, que llevan a algunos a tener roces con la delincuencia. La pobreza y la falta de cariño también los maltraen y piden ayuda.

A partir de que existe la fundación, todos esos flagelos son aliviados por Cristina y su familia que se encuentran muy comprometidos con la situación de estos chicos. Es así que de lunes a viernes, de 17 a 21, les brindan una rica merienda y les abren las puertas de su corazón para que ellos se refugien y se sientan contenidos ya que muchos de ellos no tienen padres, ni familiares y viven en la calle.

DEPORTE / BUSCAN QUE LOS CHICOS SE ALEJEN DE LOS MALOS HÁBITOS Y SEAN BUENAS PERSONAS.

Además de esa loable tarea, los voluntarios les brindan un espacio donde realizan actividades recreativas y deportivas que vecinos y papás de algunos niños aportan mediante clases de fútbol y vóley.

Este sueño inició con 15 pequeños de la zona, pero a medida que la fundación se fue haciendo conocida, empezaron a llegar más. Hoy son más de 150 y por esa cantidad obligadamente debieron trasladarse desde el domicilio de la familia Acosta a un parque que ellos mismos, tanto chicos y grandes, acondicionaron para que puedan desarrollar sus tareas.

“QUE CANTEN LOS NIÑOS” / EL EVENTO SOLIDARIO SE REALIZARÁ EL 16 DE ESTE MES EN PALPALÁ.

También limpiaron terrenos baldíos que están en cercanías de esa plaza para ocuparlos como canchas de fútbol y vóley. Ellos aseguran que además de la pobreza lo que más les duele es ver a jóvenes de temprana edad inmersos en las drogas, por lo que buscan alejarlos.

Segun contaron, desde sus inicios, la fundación atraviesa por obstáculos que no la dejan realizar su acción como ellos quisieran. Al principio subsistían gracias al aporte del esposo de Alejandra, que es taxista, lo que alcanzaba para cubrir la merienda de todos los días. Con el tiempo se fueron sumando algunas empresas y así pudieron salir a flote.

Pero hoy en día atraviesan otra dificultad que es la falta de un espacio físico para realizar las actividades. Al estar a la intemperie sufren demasiado las alteraciones climáticas; cuando llueve deben buscarse un techo y si las temperaturas son muy altas también la pasan mal. Es por eso que hacen un llamado a la solidaridad de las autoridades locales y les piden que los ayuden con las tareas diarias. "Hay empresas que nos colaboran y estamos muy agradecidos, pero también les pedimos al municipio que nos gestione un lugar para que nuestro trabajo sea mejor y los chicos no tengan que padecer las inclemencias climáticas", mencionó Cristina Acosta en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

"Son muy duras las historias que nos cuentan día a día los chicos, ellos necesitan de nosotros para poder salir adelante y no seguir inmersos en la droga. Habitualmente llegan chicos que sufrieron de mucha violencia en sus casas y otros que directamente no tienen un hogar. Recuerdo un joven que me dijo que se droga porque eso le hace olvidarse de todos sus problemas y sobre todo le hace olvidar que tiene hambre", entre lágrimas, comentó la voluntaria.

Una madre que los aconseja y los ayuda

LOS NIÑOS / JUNTO A CRISTINA ACOSTA RECIBIENDO UNA DONACIÓN PARA LA INSTITUCIÓN.

El surgimiento de la fundación “Crecer” tiene sus orígenes en un acontecimiento de la vida personal de Cristina, que le cambió la vida. 
Junto a eso, su historia personal y la relación que tuvo durante su infancia y juventud con sus padres, provocaron que se despierte en ella un espíritu altruista.
Hace cuatro años sufrió un grave accidente en la provincia de Salta, iba en un taxi que chocó. A raíz del impacto padeció múltiples quebraduras en el cuerpo. Durante su recuperación reflexionó sobre la posibilidad de crear un lugar para ayudar al que más necesita. Ese accidente la hizo pensar en su pasado, “yo vengo de una familia que me dio todo, pero al tener todo no tenés nada de lo que más importa, que es el afecto. Mis padres no pasaban tiempo conmigo, trabajaban mucho y no estaban cerca mío. Eso me llevó a pensar en hacer algo por los demás y darle contención a los pequeños que necesitan”, sostuvo Acosta.
En ese sentido, continuó diciendo que “yo nací para eso, para estar con los chicos, hablarles y tener ese contacto con ellos. No es solamente darle la merienda y despacharlos, lo que hay que hacer es preguntarles cómo están, cómo se sienten, darles un abrazo y un consejo, darles todo lo que yo no tuve en chica, a mis hijos y nietos les doy todo eso, pero también les quise dar a otros que más lo necesitan”.
Cada día, pequeños y adolescentes buscan a Cristina y a los demás voluntarios, ellos notan que son un pilar fundamental para la vida de estos chicos que sufrieron mucho a pesar de su corta edad. “De a poco me empecé a interiorizar en las tristes historias que llegaban con ellos. Me enteré de los problemas que tienen, del porque se meten en los malos hábitos, muchas veces los juzgamos sin saber que la pasaron mal de chicos. Empecé a ser la mamá de ellos. Los hablo y escucho que es lo que más me piden”, agregó.
“Es feo estar en un parque y no tener la ayuda de nadie. Es complicado muchas veces porque hay gente mala que piensa que lo hago es por política u otro interés, pero no es así. Si uno escucha a los chicos y todo lo que necesitan, se darían cuenta de la falta que le hace una persona que les dé amor y contención. Hay jóvenes muy vulnerables que pasaron una niñez muy dura”, remarcó.
La “seño Ale” como la llaman se convirtió en alguien especial para ellos, se convirtió en una mamá que les brinda alimentos, contención y amor.

“Gracias porque esta es nuestra cena”

A “Crecer” asisten niños desde los 2 años hasta jóvenes de 20 y son aproximadamente 10 los voluntarios que brindan su colaboración dentro de la fundación.
Alejandra Acosta explicó que es necesario que los ayuden porque muchas veces la merienda que ellos les dan, es una de las pocas comidas que los chicos reciben en el día. Sobre eso contó que “hay jóvenes que le dicen "gracias porque esta es nuestra cena’, una tortilla que aprendí a hacer con un mate cocido o una leche. Quisiera darles mucho más, pero lamentablemente esto es todo lo que puedo darles. Verlos jugar, verlos felices es lo que me llena. Por eso lo voy a seguir haciendo hasta que Dios me dé vida y hasta que consiga un lugar propio”.
Mencionó también que para ellos es muy importante mantenerlos ocupados mediante el deporte u otras actividades plásticas que también realizan, ya que mientras más ocupados estén es mejor, “porque se alejan de los malos hábitos, por lo menos en ese momento en el que están con nosotros. Tratamos de inculcarles que hagan otras actividades”, dijo.
La fundación “Crecer” trabaja de lunes a viernes de 17 a 21 en el parque San Martín que está ubicado frente al museo de Calilegua. “Esos predios estaban llenos de malezas antes que los limpiemos, ahora están aptos para que los chicos hagan las actividades”, añadió.
Además de un espacio físico necesitan insumos de mercadería, en especial harina y grasa ya que con eso hacen las tortillas. También solicitan zapatillas de todos los números, pelotas y ropa. 
Para comunicarse con la institución, el número de teléfono es 387 155718186.

“Crecer” trabaja de lunes a viernes de 17 a 21 en el parque San Martín que está ubicado frente al museo de Calilegua.

Más de 150 personas asisten todos los días a la fundación donde reciben una merieda. Los chicos tienen entre 2 y 20 años de edad.
Piden un espacio físico para poder llevar a cabo sus actividades y ofrecer la merienda en un lugar cerrado y en buenas condiciones.

Rifa solidaria para festival

Como es habitual, año tras año desde el 2013, en la ciudad de Palpalá se llevará a cabo el festival “Que Canten los Niños” bajo el lema “Esperando la Navidad en Familia”. Será el próximo domingo 16 desde las 15 en el monumento a San Cayetano ubicado sobre avenida Martijena.
Para la ocasión, que en cada edición convoca a más de 2.000 niños de la provincia, lanzaron una rifa que será destinada a pagar los impuestos municipales que requiere dicho evento y para comprar las golosinas y la merienda que se les brindará a los pequeños. 
Para comprar la rifa o ayudar a venderla se encuentra disponible la página de Facebook: Payasos los hermanos pistón. 
El evento, además, convoca a ongs de la provincia, entre las que ya confirmaron su presencia la fundación “Crecer”, el “Merendero a Pulmón” y “Abrazos de Pulpitos”. Se recibirán donaciones de alimentos no perecederos y navideños, hilo peruano mercerizado y vellón siliconado que serán destinados a estas instituciones y a comedores de Palpalá.