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El PJ en pos de su resurrección… o su final

Lunes, 12 de febrero de 2018 10:00
RUBÉN RIVAROLA. “EL PJ ESTÁ ABIERTO A TODOS”.
JULIO MOISÉS. “DESENMASCARAR A TODOS”.
DIEGO SOLÍS. “NO SACAMOS LOS PIES DEL PLATO”.
GERARDO MORALES. RELICITAR LA ESPERANZA.
JAVIER DE BEDIA. EL PJ RECLAMARÁ LA DEFENSORÍA.

Más allá de todas las informaciones importantes de estos días, esta larga pausa de los feriados carnestolendos quizás da chance para tomarnos un tiempo y tratar de mirar desapasionadamente los movimientos del peronismo nacional y provincial. El peronismo, en realidad, ha comprendido que el macrismo está haciendo lo posible por darle posibilidades de asegurar su resurrección. Alejados -pero no tanto- de las elecciones, han comenzado a moverse diferentes expresiones en búsqueda de asegurarse el futuro. Pero no se debe confundir, no se moviliza ni el Partido Justicialista, y mucho menos el Movimiento Nacional Justicialista. Son personas, grupos, que despreciando el análisis y el abordaje de los gravísimos problemas sociales, económicos, financieros y políticos del país, a los que no olvidan mencionar como la excusa perfecta para sus movidas, parecen haber fijado el foco solamente en desplazar a Macri de la posibilidad de ganar las elecciones del 2019. La jugada no estaría mal, sino estuviese hecha a medida de los intereses del macrismo. En Jujuy, el PJ, más orgánicamente comenzó la lenta marcha hacia la salida de su crisis. Hay en el partido gente convencida de que los descensos de Cambiemos nacional arrastrarán a la sucursal Jujuy y que se debe aprovechar el momento.

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Más allá de todas las informaciones importantes de estos días, esta larga pausa de los feriados carnestolendos quizás da chance para tomarnos un tiempo y tratar de mirar desapasionadamente los movimientos del peronismo nacional y provincial. El peronismo, en realidad, ha comprendido que el macrismo está haciendo lo posible por darle posibilidades de asegurar su resurrección. Alejados -pero no tanto- de las elecciones, han comenzado a moverse diferentes expresiones en búsqueda de asegurarse el futuro. Pero no se debe confundir, no se moviliza ni el Partido Justicialista, y mucho menos el Movimiento Nacional Justicialista. Son personas, grupos, que despreciando el análisis y el abordaje de los gravísimos problemas sociales, económicos, financieros y políticos del país, a los que no olvidan mencionar como la excusa perfecta para sus movidas, parecen haber fijado el foco solamente en desplazar a Macri de la posibilidad de ganar las elecciones del 2019. La jugada no estaría mal, sino estuviese hecha a medida de los intereses del macrismo. En Jujuy, el PJ, más orgánicamente comenzó la lenta marcha hacia la salida de su crisis. Hay en el partido gente convencida de que los descensos de Cambiemos nacional arrastrarán a la sucursal Jujuy y que se debe aprovechar el momento.

“Cumbrecita nacional”

En Buenos Aires, se comenzó a hablar de la posible unidad del peronismo. La unidad planteada por un pequeño grupo de dirigentes que obviamente cuentan -aunque lo nieguen- con el guiño de los jefes de cada sector. Así, el massismo o Frente Renovador concurrió a un acto representado por los diputados Daniel Arroyo y Felipe Solá, exgobernador de Bs As, exalineado con Carlos Menem, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, siempre de sinuosa participación en la vida nacional. La gente de Randazzo estuvo en las figuras de Fernando “Chino” Navarro y Alberto Fernández, el inteligente y acomodaticio exjefe de gabinete K, que fue también asesor de Massa y jefe de campaña de Randazzo, siempre capaz de sobrevivir a las tormentas más duras. El cristinismo llegó de la mano de Agustín Rossi y Daniel Filmus, dos de las más encumbradas figuras del gobierno kirchnerista que arrastran consigo el dolor de históricas derrotas en las urnas. Ellos llegaron a la reunión sostenidos por la curiosa frase que Alberto Fernández había lanzado a la escena nacional: “Los peronistas deben entender que con Cristina no alcanza, por sin Cristina no se puede. No es cosa fácil, pero hay que entenderlo”. La curiosa síntesis puso a Cefk en el centro de la escena, y por acción u omisión, le asignaba un protagonismo que los peronistas, mayoritariamente, hoy no tienen muchas ganas de esforzarse por entender. A pesar de muchas aclaraciones no creíbles, sobrevolaron sobre esa reunión los siguientes temas: 1) Los conflictos crecientes del massismo, cuya participación en esta suerte de cónclave de segundo nivel, alertaron y pusieron en guardia a Margarita Stolbizer, socia estrella de Sergio Massa, y nada menos que a Graciela Camaño, su diputada estrella en el Congreso, quien criticó duramente la concurrencia de los legisladores a la llamada “mesa de unidad”. La diputada recordó definiciones del propio Sergio: “Nuestro límite es el kirchnerismo”, frase también preferida por Margarita. Dentro del grupo de Randazzo también cundió la rabia y la desilusión. La dirigencia del exministro de Transporte y uno de los pocos que se salvan de la ofensiva judicial sobre los cristinistas, expresaron que no es tiempo de pensar en las elecciones del año próximo, y menos al lado de quienes los ningunearon hasta el agravio, cuando la exjefa de Estado despreció concurrir a una interna con un subordinado. La alegría y el entusiasmo de Rossi y Filmus fueron evidentes. De alguna manera, habían logrado dar un paso hacia volver a meter al cristinismo y a blanquear la imagen de Cristina Elisabet Fernández de Kirchner dentro del Movimiento. Nadie jamás imagina que ella estaría dispuesta a compartir un diálogo transversal y de igual a igual. El plan de Cefk es hacer una cabecera de playa en la “mesa de unidad” y sentarse en la cabecera apenas pueda. Eso de manera automática dinamitaría la posible unidad. Nadie en el peronismo desconoce la aversión que la expresidente siente por el PJ y por su creador, el general Juan Perón. Si toleraron la utilización que de ellos hizo el cristinismo durante ocho años, fue porque o les convenía en el momento, o porque no tenían otro remedio. Pero es poco probable que hoy estén dispuestos a tropezar otra vez con la misma piedra. Pero, claro, en política, nunca se sabe. El macrismo miró la reunión en silencio. Si se unen, y sobre todo si es con Cefk como principal referente, saben que aún en medio de problemas, eso los acerca al triunfo en el 2019. Si finalmente no se unen, saben que aún en medio de problemas, seguirán gobernando sin tener un contrincante peligroso o al menos molesto a la vista. ¡Clink, caja! Esta especie de cumbre de segunda línea pareciera haber sido diseñada por los estrategas del PRO.

Encuentro en Jujuy

En Jujuy la “cumbrecita de Buenos Aires” no tuvo ninguna clase de repercusión. El peronismo local todavía se lame las heridas y trata de recuperar vigor lentamente. Nadie de Jujuy, ni las nuevas autoridades, ni las anteriores, ni los legisladores, fueron invitados a aquella “mesa de unidad”, como tampoco fueron los gobernadores peronistas ni referentes peronistas de primer nivel como Miguel Ángel Pichetto o José Luis Gioja, presidente del PJ nacional. El presidente del PJ jujeño Rubén Rivarola reunió al Consejo Partidario días pasados. Tras un informe de la caótica situación en que se encontraron las finanzas después del principio de administración y posterior abandono por parte del massismo local, y de los trámites ante la Afip, Utedyc, Aspedic, y el acuerdo salarial con el personal del partido, los consejeros se escucharon por primera vez después de años de mutismo. Llamaron la atención fuertes declaraciones de Julio Moisés, quien tras elogiar las primeras gestiones del presidente Rivarola, pidió más dureza para “desenmascarar a las personas que estuvieron dos años al frente del PJ” y hasta reclamó denuncias penales. También criticó las “persecuciones judiciales” que se dan en Jujuy. En parecido sentido se expresaron Olindo Tentor y Nilson Ortega. Los puntos más álgidos fueron el tratamiento de la situación de intendentes y comisionados tras el armado de una “liga” por fuera del PJ. Varios explicaron su necesidad de poder gestionar y negociar directamente con el PE: Lito Torres, Rolando Ficoseco y Diego Solís coincidieron. Este último fue muy claro: “No vamos a sacar los pies del plato”, dijo el santacatileneño. Le correspondió al consejero “Dingui” Palmieri explicar la importancia de la unidad de acción. El temperamental dirigente utilizó un ejemplo radical que todos debieron reconocer como válido: recordó que durante los gobiernos peronistas, el intendente radical de Tilcara, Félix “Diaguita” Pérez, “nunca desconoció ni apartó de la conducción a Gerardo Morales”. “Necesitamos unidad de acción si queremos avanzar. Tenemos que tener la humildad de entender quién es hoy conducción y hoy es Rubén Rivarola. Cuál es el proyecto político del PJ Jujuy, cuál será el plan de acción como partido”, señaló.

Tras lo cual Rivarola evitó prolongar el debate, afirmando que el PJ siempre estará abierto para que todas las reuniones importantes de los peronistas se den adentro y orgánicamente y sugirió un nuevo encuentro para el próximo 19, donde se analizarán las posiciones frente al paro convocado para el 21, y otros temas como una definición acerca de los tarifazos que afectan a Jujuy, en materia de gas, energía eléctrica, los despidos, etc. Como se ve, el PJ local tiene que comenzar de cero, a reincorporar a su rutina la gimnasia del debate interno, el respeto a los disensos y la necesidad de los acuerdos. Es que viene de más de quince años sin hacerlo, acostumbrado a la comodidad de ser gobierno tanto a nivel provincial como nacional, y ahora ha quedado fuera de ambos circuitos. Tendrá tiempo de recordar ahora una de las máximas peronistas: “Sólo la organización vence al tiempo”.

El Gobierno de Cambiemos miró la reunión desde lejos y le asignó poca importancia. Confían en que la política de Gerardo Morales, finalmente, terminará absorbiendo a jefes comunales peronistas y la fuerte presión económica y financiera seguirá teniendo en mayor o menor medida capacidad suficiente para disciplinar a la oposición. Éste es uno de los principales desafíos del PJ local: igual que a nivel nacional, aunque con otro escenario, del fortalecimiento de su personalidad política, dependerá la consolidación de su resurrección, y sólo el aprendizaje de la unidad en la adversidad le evitará su final. Una mesa de unidad del peronismo jujeño está prácticamente consolidada dentro del partido. El cristinismo residual de Unidad Ciudadana es probable que no quiera acercarse al PJ. Muchos tupaqueros que como la misma Milagro Amalia Ángela Sala de Noro se manifiesta de origen peronista, quizás prefieran seguir dentro del Partido de la Soberanía Popular y del Fuyo. Y de hecho, los representantes de Sergio Massa en Jujuy encabezados por el vicegobernador Carlos Guillermo Haquim no se acercarán, ni en Buenos Aires ni en Jujuy, a quienes para ellos, son “su límite”. Esto, hablando de las dirigencias. Los afiliados, los militantes, son otra cosa. Si el Partido Justicialista y el Movimiento Nacional Justicialista distrito Jujuy vuelven a ofrecer el espacio de participación y debate que históricamente contenía mayoritariamente a los jujeños, seguramente, esas dirigencias irán quedando encapsuladas en sus compromisos e intereses. Pero todo esto recién comienza.

Los temas de Jujuy

Cuando los Chanca Chanca de Purmamarca suelten al GM, caerá rendido de Carnaval en frente al escritorio de José María Fascio. Allí tendrá que comenzar a vérselas con un año que será más difícil de lo esperado. Deberá volver a oír hablar del irresuelto caso de Matías Puca. Podrá esquivar sin problemas el decreto en contra del nepotismo que Macri lanzó como un gigantesco globo amarillo de marketing y efecto publicitario, al que adhirió apenas una decena de funcionarios nacionales que se sintieron tocados. En Jujuy, salvo una presentación del referente de la Coalición Cívica, José “Lilito” Albizu, la especie ni se anotó entre los temas a tratar. El GM deberá enfrentar la creciente ira de los gremios, especialmente de los docentes, a los que durante todo el verano, desde el Ministerio de Isolda Calsina, les fueron entregando nuevas disposiciones y directivas, casi todas inconsultas, que fueron quedando postergadas detrás de la decisión salarial que sigue pendiente. Adep y Cedems responderán a Ctera, lo que promete duras negociaciones antes del comienzo de clases. Sólo es de esperar que se saque a los estudiantes del papel de rehenes, aunque las conversaciones sean muy complicadas. Se colará seguramente un tema absolutamente político entre el Gobierno del GM y la oposición peronista de RR: el Defensor del Pueblo. El Consejo del PJ tiene pensado dar mandato a su bloque de diputados y a sus autoridades, para que vuelva sobre el tema del Defensor del Pueblo de la Provincia. El cargo, obviamente, corresponde a la oposición que en Jujuy es del Partido Justicialista, pero que en una rápida movida parlamentaria, fue arrebatado por el massismo, y entregado al doctor Javier De Bedia. En el peronismo se puso de relieve que no se plantea nada en contra del defensor designado, ni en lo personal o lo profesional, pero a todas luces, se mantiene en el organismo una situación contraria a la Constitución y la Ley y a la sana convivencia política. Así, el tema, será motivo de conversación de RR con el propio gobernador y de Juan Miguel Cardozo, presidente del bloque del PJ, con sus pares de la Legislatura y el propio vicegobernador Carlos Haquim.

La esperanza viva

Más allá de estas cuestiones, el GM tiene las baterías apuntadas al tema Ingenio La Esperanza. Aseguran que en cuestión de días, una nueva licitación trataría de terminar con la tremenda improlijidad de la extraña salida del grupo colombiano del primer plano del proceso de compra. Lo que si descartó Gerardo Morales es que el Gobierno de Jujuy siga administrando al ingenio otro año. Coincide GM con la dura definición de su par salteño Juan Manuel Urtubey, que dijo, refiriéndose a La Esperanza, que “la función del Estado es dar salud, seguridad, educación, y no dedicarse a producir azúcar. Lo sucedido en Jujuy es un desastre por parte del Gobierno”, disparó. La diferencia es que en Jujuy el complejo agroindustrial pudo seguir trabajando, contrariamente al ingenio San Isidro, que cerró sus puertas en Campo Santo y hasta ahora el PE de la vecina provincia no parece estar en condiciones de contribuir a su regreso a la vida. En La Esperanza se buscaría con este “rellamado” habilitar a otros interesados. Sólo la pausa del Carnaval impide hasta este miércoles que el caso vuelva a ocupar el candente centro de la escena. En el medio, el grupo Omega apareció como sorprendido y entre líneas mostró sentirse utilizado en un plan que iba más allá de su presencia en Argentina y en Jujuy y que habría servido al menos hasta aquí, para poner en orden algunos números del ingenio, su plan de personal fijada en 600 trabajadores, y otros temas que durante el proceso licitatorio se fueron licuando o acomodando. Pase lo que pase, volvemos a poner en vigencia el esperado sueño de que se concrete alguna oferta viable, que la Justicia la valide, que los acuerdos entre Provincia y Nación permitan facilitar la operación, y que la gran región que vive de la producción de La Esperanza recupere su derecho a construir un futuro mejor.

Será una semana corta. Pero tres o cuatro días bastarán para tomarle el pulso a todos los meses que vendrán después.

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