SAN PEDRO (Corresponsal) En preparación a la Cuaresma, la comunidad de la parroquia San Andrés Apóstol de esta ciudad, participó de la celebración litúrgica, durante la cual se realizó la “quematina”, ritual que consiste en la quema de los ramos que fueron bendecidos el año pasado en la festividad del Domingo de Ramos, cuyas cenizas serán impuestas este Miércoles de Ceniza. Las misas oficiadas por el padre Leoncio Mamaní se realizaron en los templos Nuestra Señora de Fátima y San Andrés Apóstol ubicados en barrios Belgrano y Providencia respectivamente.
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SAN PEDRO (Corresponsal) En preparación a la Cuaresma, la comunidad de la parroquia San Andrés Apóstol de esta ciudad, participó de la celebración litúrgica, durante la cual se realizó la “quematina”, ritual que consiste en la quema de los ramos que fueron bendecidos el año pasado en la festividad del Domingo de Ramos, cuyas cenizas serán impuestas este Miércoles de Ceniza. Las misas oficiadas por el padre Leoncio Mamaní se realizaron en los templos Nuestra Señora de Fátima y San Andrés Apóstol ubicados en barrios Belgrano y Providencia respectivamente.
Al inicio de celebración eucarística, la feligresía fue depositando los ramos en un lugar preparado para la ocasión. Luego el sacerdote se acercó portando una vela encendida con la que quemó los mismos. De a poco, el fuego fue consumiendo las ramas de olivo, de romero, albahaca, otras hierbas aromáticas y las singulares palmas, hasta que redujo todo a cenizas las que luego fueron cuidadosamente colocadas en recipientes para ser utilizadas mañana en la misa que tendrá lugar a horas 20 en el templo San Andrés Apóstol de barrio Providencia, donde se concretará el tradicional ritual de la imposición, con el que la Iglesia católica inicia la Cuaresma, camino de preparación hacia la Pascua.
Durante la tradicional “quematina”, el padre Leoncio, reflexionó sobre la importancia que tiene del arrepentimiento y el animarse a pedir perdón por las malas acciones cometidas, indicando “que así como se consumen esos ramos deben quemarse nuestros pecados para poder iniciar con el corazón limpio la Cuaresma”.