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Cincuenta sombras:  el ocaso de una saga polémica 

Sabado, 17 de febrero de 2018 10:19

La taquillera trilogía de filmes basados en las novelas de E.L. James llega a su fin con "Cincuenta Sombras Liberadas" y concluye así una propuesta, vapuleada por la crítica, pero que cuenta con millones de fieles seguidores alrededor del mundo que llenaron las salas atrapados por la historia entre la cándida  editora Anastasia Steele y el guapo y atormentado magnate Christian Grey, una relación sin duda singular, donde el componente sexual y las prácticas sadomasoquistas ocupan un lugar primordial.

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La taquillera trilogía de filmes basados en las novelas de E.L. James llega a su fin con "Cincuenta Sombras Liberadas" y concluye así una propuesta, vapuleada por la crítica, pero que cuenta con millones de fieles seguidores alrededor del mundo que llenaron las salas atrapados por la historia entre la cándida  editora Anastasia Steele y el guapo y atormentado magnate Christian Grey, una relación sin duda singular, donde el componente sexual y las prácticas sadomasoquistas ocupan un lugar primordial.

En este segmento final de la historia Anna y Christian por fin se han casado y ambos se disponen a vivir una romántica luna de miel.  Pero los problemas no tardan en llegar, la seguridad de la familia está en peligro por un hombre que los asecha y la estabilidad de la pareja tambalea por el carácter controlador de él. 

Técnicamente el filme cumple con lo justo, pero la trama resulta ser narrativamente insustancial y de ratos inverosímil avanza a los tumbos con una seguidilla de escenas de forzada conexión, que van de lo romántico, a la acción, al policial, introduciendo cada tanto los encuentros amorosos de los protagonistas, en secuencias soft, bellamente musicalizadas, milimétricamente coreografiadas, pulcras, asépticas y con estética de video clip y poca de la transgresión que se pregonaba a priori.

La química entre Dakota Johnson y Jamie Dornan no termina por cuajar, sus actuaciones son medidas y sus cuerpos privilegiados pero  las situaciones que protagonizan parecen extraídas de una telenovela (aunque hoy por hoy cualquier serie  ofrece diálogos y escenas eróticas harto superiores a las que se ven en el filme).  Rescatables son un par de chistes a lo largo del metraje pero esto no alcanza para compensar el visionado de esta obra cinematográfica  poco memorable, de muy bajo vuelo, con un persona que cumple con el manual del “buen machista”  y una figura femenina que aunque tiene fantasías osadas  termina con un príncipe azul y un anillo de diamantes en el dedo.

En definitiva la saga de 50 sombras culminó por fin su derrotero, y pese a sus falencias, cabe destacar algo: el objetivo del filme no es conquistar a todos los espectadores pero si a su fiel público que es el que desborda las salas. Y llenar una sala es un mérito.

Nota: La historia del cine ofrece propuestas eróticas mucho más sugestivas y de una calidad muy superior a la saga Grey como “El amante” (1991) de Jean-Jacques Annaud , “Doble de Cuerpo” (1984) de Brian De Palma u “Ojos bien cerrados” (1999) de Stanley Kubrick.

 

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