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La resistencia mental es la clave para la bisabuela que escalará el Aconcagua a los 82 años

Elisa Forti junto a un gran equipo de 10 atletas reconocidos que superaron diversas dificultades a través del deporte partirán mañana hacia la montaña más alta de América. Buscarán hacer cumbre entre el 1 y 5 de marzo y llevar hasta su cima la bandera de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.

Domingo, 18 de febrero de 2018 18:18

Elisa Forti, de 82 años, la bisabuela que escalará el Aconcagua junto a un grupo de personas que superaron diversas dificultades a través del deporte, afirmó que jamás pensó "vivir tan intensamente" a su edad y resaltó la importancia de "lo mental" a pocas horas de encarar el desafío.

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Elisa Forti, de 82 años, la bisabuela que escalará el Aconcagua junto a un grupo de personas que superaron diversas dificultades a través del deporte, afirmó que jamás pensó "vivir tan intensamente" a su edad y resaltó la importancia de "lo mental" a pocas horas de encarar el desafío.

"Veremos cómo nos trata el tiempo, uno está acostumbrado a correr pero con zapatillas, con un short y una remera", dijo Elisa en referencia al frío que puede sentirse al subir el cerro Aconcagua, de 6.962 metros, en diálogo con Télam en un hotel céntrico de la capital mendocina.

El frío y la altura parecen ser por estas horas las principales preocupaciones de esta bisabuela nacida en la ciudad lombarda de Como, en el noroeste de Italia, y radicada en Argentina desde los 14 años, que si bien había practicado deportes como voley, tenis y natación, recién a los 72 años comenzó a correr.

Elisa cuenta entre sus hitos deportivos haber concretado cuatro veces el Cruce Columbia de los Andes, una carrera de aventura extrema de más de 100 kilómetros a través de la cordillera.

 

 

Sobre la clave de sus proezas deportivas, destacó: "pienso que es todo mental porque el cuerpo si lo tenés trabajado, más o menos te sigue", pero además "hay que gozar de lo que hacés y que no sea un esfuerzo".

Forti y un grupo de deportistas entre los que se encuentran el exbasquetbolista de la NBA Fabricio Oberto y Silvio Velo, jugador de fútbol sala para ciegos, partieron hoy hacia Los Penitentes, a unos 4 kilómetros del Aconcagua, donde pasarán la noche para comenzar la aclimatación.

Tras un intenso entrenamiento de 28 semanas, mañana comenzarán el ascenso por la ruta normal para intentar hacer cumbre entre el 1 y 5 de marzo y llevar hasta su cima la bandera de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.

El desafío, denominado Summit Aconcagua, busca promover el deporte y la vida saludable, fomentar los valores olímpicos de amistad, respeto y excelencia y dar un mensaje esperanzador a través de las historias de superación de los participantes.

Otro de los objetivos es recaudar fondos para la Fundación Baccigalupo, que trabaja en el desarrollo psicomotriz de chicos con discapacidad intelectual.

"Tenemos distintas formas de vivir pero el sentimiento es igual: cooperación, amistad, altruismo", afirmó Elisa sobre el grupo del que forma parte y confió: "pienso que lo vamos a pasar muy bien, lleguemos hasta donde lleguemos".

El grupo se completa con la judoca Paula Pareto (medalla de oro los Juegos Olímpicos de Río de Janerio 2016); María Del Pilar Ferreyra, Pablo Giesenow, Álvaro Casillas, Ezequiel Baraja, Peter Czanyo, Fernando Pedro Marino y el conductor Julián Weich como embajador del evento.

 

 

Elisa tiene cinco hijos, once nietos y tres bisnietos y para ellos, es "la nona que corre", cuenta y destaca lo lindo de ver "sus ojitos de orgullo" ante cada desafío que encara y el "cariño de la gente desconocida y conocida" del mundo del running.

"El running es un desafío conmigo misma", definió Elisa y contó que sale a correr todos los días una hora después de desayunar en Vicente López, donde vive.

"Tengo el río a dos cuadras, me gusta la naturaleza, el ruido del agua, los pájaros, el pasto", describió y agregó que esa hora de ejercicio es un "despeje mental" que le ayuda a seguir con su día.

Su primera experiencia en el running, a los 72 años, fue en Tandil.

"Era de 25 o 28 kilómetros, no recuerdo bien. Estaba anotada para 10 kilómetros pero llegué y justo empezaba a subir la montaña así que seguí. Tardé como cinco horas pero llegué", recordó Elisa, que a los 82 se apresta a escalar el Aconcagua.

 

Fuente: Télam.