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Subida al cerro de la Virgen de Punta Corral

La novena, el ascenso y el encuentro de los jóvenes, fueron algunos de los temas abordados con el padre Miguel Squicciarini.
Sabado, 10 de marzo de 2018 20:11

Desde ayer, la Virgen del Abra de Punta Corral, que durante el resto del año está en el templo tilcareño, regresó al Santuario para esperar a la procesión pascual. Y mientras las bandas de sikuris y los fieles la despidieron tras la respectiva novena, conversamos con el padre Miguel Squicciarini sobre este momento especial para la fe católica.

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Desde ayer, la Virgen del Abra de Punta Corral, que durante el resto del año está en el templo tilcareño, regresó al Santuario para esperar a la procesión pascual. Y mientras las bandas de sikuris y los fieles la despidieron tras la respectiva novena, conversamos con el padre Miguel Squicciarini sobre este momento especial para la fe católica.

"Dentro de la Cuaresma, que para la fe cristiana es uno de los tiempos más fuertes de preparación, acá tenemos el plus de la Virgen del Abra. Desde hace más de cuarenta años, la Virgen de Tilcara queda abajo, y cada año subirla es diferente, porque uno sabe que la vida misma es diferente, y no todos los años vamos con las mismas situaciones", dijo el sacerdote.

El padre Miguel recordó que "en años anteriores solía salir de noche, y era muy reducido el grupo que la acompañaba. Después se fue sumando una que otra banda de sikuris. Con el padre Aldo veíamos que era una celebración más íntima arriba al ver que llega y tener esa cuestión interior, espiritual. Esa es su casa, está todo el año abajo y se la lleva a su casa, y será por eso que uno experimenta ese algo espiritual".

Y agregó que "es íntima porque sabemos que el día de la fiesta es un constante llegar de bandas, peregrinos, filas que se forman para llegar a la Virgen, pero cuando se la sube uno tiene el tiempo de acercarse, de estar. El cansancio de la montaña es parte de la emoción del momento, y hay gente a la que le gusta ir este día porque van al ritmo de la Virgen, y muchos saben que pueden cargarla".

Se ríe y reflexiona que "la tenemos todos los días acá, pero los de la novena o el día en que baja se pelean para agarrarla. Y desde ayer sábado ya hay gente de la parroquia que se queda en el Santuario porque el viernes suben los jóvenes. Es su Encuentro, del que este año participarán chicos de Libertador, de la parroquia del padre Daniel Amante, que estuvo acá en Tilcara muchos años. Y también habrá grupos de Humahuaca y de San Pedro".

"Es un momento lindo con los jóvenes que hay que aprovechar, en el año de la familia con todo el desafío que implica la familia. Hoy tenemos que ir descubriendo qué es familia, uno tiene que ayudar a los jóvenes a cuidarla. Y es interesante que compartan chicos de distintas parroquias, es algo que enriquece", indicó.

Hablando de la novena que concluye con la subida de la Virgen al cerro, nos cuenta que "han venido muchas bandas de sikuris, y eso por primera vez. Puede que sea también porque la Virgen salió a visitarlas a partir de enero. Así como los sikuris van al Santuario, que la Virgen vaya donde ellos se juntan para ensayar. Y entonces podíamos tocar temas como el de cuidar la vida, el tema del alcohol, en un diálogo más cercano".

Al mismo tiempo, nos cuenta que "a esas reuniones iba gente grande a contarles la historia de Punta Corral, Tumbaya y Tilcara, que muchos de los más jóvenes no conocían. Ha sido muy buena la experiencia, y muchos han notado que la música de la procesión este año tuvo más fuerza. Se ha salido aún con lluvia, hasta con mucha lluvia, y en medio de la procesión terminaban brillando las estrellas".

Agregó que "estoy convencido de que en cuestiones de fe no hay nada escrito, y que uno constantemente tiene que ir ayudando a la gente a encontrar este sentido. Uno puede ayudar en la fe, orientar, pero la vivencia es totalmente personal".