El Parlamento británico citó hoy al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, a testificar por el uso con fines políticos de datos personales de 50 millones de usuarios de la red social y sumó así más presión sobre la empresa, investigada a ambos lados del Atlántico y con sus acciones en retroceso por segundo día consecutivo.
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El Parlamento británico citó hoy al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, a testificar por el uso con fines políticos de datos personales de 50 millones de usuarios de la red social y sumó así más presión sobre la empresa, investigada a ambos lados del Atlántico y con sus acciones en retroceso por segundo día consecutivo.
La red social que asume cada vez más el rol de ser mirada, en lugar de ser la que mira, afrontó además la primera salida de importancia de la compañía con la renuncia (efectiva a partir de agosto) de su jefe de seguridad, Alex Stamos.
La decisión del directivo, según publicó ayer el diario The New York Times, radica en "desacuerdos internos" con la cúpula de la plataforma sobre cómo afrontar el escándalo que los vincula con la consultora Cambridge Analytica y con la forma en que están manejando la cuestión de la difusión masiva de noticias falsas. Fuentes de la empresa citadas por el diario neoyorkino señalaron que el hombre quería irse antes pero que los demás ejecutivos pensaban que su partida se vería mal.
Signo de esto es que su equipo de trabajo, que era de 120 personas, ahora tiene solo tres.
Si bien Stamos aseguró a través de su cuenta de Twitter estar "completamente comprometido" con su trabajo, no negó lo que la prensa estadounidense considera una "inminente" salida.
Los coletazos por la crisis en la red social se hicieron sentir por segundo día el inicio de las operaciones en la bolsa de Nueva York, donde las acciones de Facebook caían un 5,5%, hasta los 163 dólares, el descenso más grande en cinco años.