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Inicia ascenso por Tilcara

El miércoles emprenderán el regreso. Las bandas de sikuris se relevarán delante de la urna con la imagen.

Lunes, 26 de marzo de 2018 00:00

TILCARA (Corresponsal). Cuando la Mamita del Cerro baja con la procesión de Domingo de Ramos a Tumbaya, a dos semanas de que a Humahuaca descienda la réplica de Chuchillaco, empieza a vivirse el ciclo de las Pascuas tilcareñas. Ya la novena, con su sonido de cañas y redobles en las tardes previas, fue sazonando el aire, ya desde hace dos semanas la imagen de la Virgen de Copacabana del Abra de Punta Corral, hechura de don Edmundo Villarreal, está en el santuario, y el atrio ya se engalana para recibirla de regreso.

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TILCARA (Corresponsal). Cuando la Mamita del Cerro baja con la procesión de Domingo de Ramos a Tumbaya, a dos semanas de que a Humahuaca descienda la réplica de Chuchillaco, empieza a vivirse el ciclo de las Pascuas tilcareñas. Ya la novena, con su sonido de cañas y redobles en las tardes previas, fue sazonando el aire, ya desde hace dos semanas la imagen de la Virgen de Copacabana del Abra de Punta Corral, hechura de don Edmundo Villarreal, está en el santuario, y el atrio ya se engalana para recibirla de regreso.

Hoy, en horas de la tarde, las bandas de sikuris empezarán a recibir la bendición antes del ascenso, cuyos sones se irán perdiendo por el lecho del Huasamayo, subiendo por las Siete Vueltas con su destino de alturas. Estarán en el cerro, junto a fieles promesantes, tirando cuartos de cordero, hasta que en la madrugada del miércoles comenzarán su descenso.

Tantas son las bandas de sikuris, que el año pasado pasaron de 90, que la llegada será recién en la noche del miércoles. Lo harán, a ritmo de procesión, relevándose delante de la urna con la imagen, que estará cubierta hasta llegar a la Usina, donde se le ofrece la primera misa de campaña como bienvenida. Entonces, la entrada al pueblo, que en su casa se la espera con batir del campanario.

De la ofrenda de los sikuris con sus melodías, se pasa entonces a la de los colores de las ermitas, que se alzarán, en las esquinas del casco céntrico, en la noche del viernes, y que podrán ser recorridas, junto a la procesión, todo el sábado. Las ermitas, compuestas con frutos, semillas y pétalos, representan distintos momentos de la Pasión, algunas estilizándolos, actualizándolos o regionalizándolos, plasmando en sus figuras el sentir y el sufrir de nuestra gente. Así, antes de cederle el paso a la réplica humahuaqueña, acompañada de plumudos danzarines, después de que Tumbaya haya recibido ya a la que tiene en su interior la piedrita encontrada en 1835 por don Pablo Méndez Tilcara vive sus horas de veneración del dolor y fe de la Madre, en días de su muerte y resurrección.