Dos jóvenes totalmente asustados, casi ocultos detrás de dos hombres de traje, esperando el inicio de un juicio, era el patético paisaje de la sala de audiencias del octavo piso del Palacio de Tribunales.
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Dos jóvenes totalmente asustados, casi ocultos detrás de dos hombres de traje, esperando el inicio de un juicio, era el patético paisaje de la sala de audiencias del octavo piso del Palacio de Tribunales.
Jairo Silvio "Garrapata" Calle, quien hace rato había apagado su mirada intimidante hacia cualquiera que lo cruzara, estaba "acobachado", casi escondido debajo de una campera deportiva blanca.
Tragaba en seco y mantuvo los brazos cruzados y los puños apretados casi toda la mañana.
Un jovencito a punto de llorar mantenía su mirada en el piso, cada 20 segundos le preguntaba algo a su abogado, y éste asentía solo con la cabeza, pero no le respondía nada.
Era el otro imputado Víctor Nazar, un joven de no más de 20 años.
Así esperaron el inicio de la audiencia estos dos jóvenes que llegaron a juicio acusados de asesinar a puñaladas a Facundo Bonilla el domingo 12 de abril de 2015 en la ciudad de Palpalá, solo para robarle el teléfono celular.
Antes de la recepción de las seis pruebas testimoniales, Víctor Nazar le dijo al Tribunal que quería declarar, ante la mirada atónita de su cómplice, Jairo Calle.
"Fui con mi compañero Calle a robar, pero yo no maté al chico, yo solo le quería quitar el celular", dijo el joven que en el momento del crimen tenía menos de 18 años.
Algo había ocurrido en la sala de audiencias, se acababa de romper un pacto de silencio entre los acusados por el crimen de Bonilla y los abogados defensores ni se miraban.
En otro tramo de su "mal ensayado" relato, el joven dijo que se acercó a una pareja con un cuchillo en la mano para robar el celular, que la chica salió corriendo y él se enfrentó al joven que sería Facundo. "Se me tiró encima y me dejó tonto de tantas piñas que me dio, después no me acuerdo más. Reaccioné cuando mi compañero (por Calle) me ayudó a levantar", dijo Nazar.
Pero tanto los informes médicos forenses como los de criminalística determinaron que Bonilla recibió al menos 5 heridas punzocortantes, que podrían ser hechas por dos cuchillos y las heridas fueron de atrás, de adelante y una de costado, es decir que el joven en el intento de desprenderse de la escena, optó por lo más fácil, decir que no se acordaba de algunas cosas, pero sí de otras.
También dijo que se enteró de la muerte del joven que atacó con Calle por los medios de comunicación días después.
La próxima audiencia será el 4 de abril a las 17, con la recepción de 7 pruebas testimoniales.