En el marco del día en el que la Iglesia Católica recuerda la Pasión y muerte de Cristo, en el barrio Cerro Las Rosas se realizó ayer el ascenso a la Cruz.
Una multitud de peregrinos concretó, desde muy temprano y durante toda la jornada, la tradicional caminata en familia o en grupo con amigos, con el fin de recrear las 14 estaciones que representan el Vía Crucis.
El camino culminó con la llegada a la cúspide del cerro donde los esperaba en una pequeña cruz de metal ubicada sobre la base del antiguo Cristo de La Hermandad, donde agradecieron las promesas cumplidas y renovaron su fe.
Grupos inmensos de jóvenes, parejas en compañías de sus mascotas, abuelos y niños llegaron a la cima desafiando el intenso calor de la jornada con temperaturas que superaron los 30 grados, para agradecer promesas cumplidas y pedir por la salud de sus familiares.
Caminaron con paso firme y sin apuros con libros de oraciones en sus manos, velas y flores para colocarlas respetuosamente en cada estación y en la base de la cruz.
En la cúspide aprovecharon para descansar y refrescarse por unos instantes previo a participar de la misa que oficio el obispo Cesar Daniel Fernández, cerca del mediodía.
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En el marco del día en el que la Iglesia Católica recuerda la Pasión y muerte de Cristo, en el barrio Cerro Las Rosas se realizó ayer el ascenso a la Cruz.
Una multitud de peregrinos concretó, desde muy temprano y durante toda la jornada, la tradicional caminata en familia o en grupo con amigos, con el fin de recrear las 14 estaciones que representan el Vía Crucis.
El camino culminó con la llegada a la cúspide del cerro donde los esperaba en una pequeña cruz de metal ubicada sobre la base del antiguo Cristo de La Hermandad, donde agradecieron las promesas cumplidas y renovaron su fe.
Grupos inmensos de jóvenes, parejas en compañías de sus mascotas, abuelos y niños llegaron a la cima desafiando el intenso calor de la jornada con temperaturas que superaron los 30 grados, para agradecer promesas cumplidas y pedir por la salud de sus familiares.
Caminaron con paso firme y sin apuros con libros de oraciones en sus manos, velas y flores para colocarlas respetuosamente en cada estación y en la base de la cruz.
En la cúspide aprovecharon para descansar y refrescarse por unos instantes previo a participar de la misa que oficio el obispo Cesar Daniel Fernández, cerca del mediodía.
Asistencia a los peregrinos
En el lugar también se pudo destacar la asistencia de personal Same, Policía, y Bomberos, quienes asistieron y resguardaron la integridad de las personas ante las eventualidades provocados por el intenso calor.
Manifestaron que “a diferencia de otros años la gente fue más preparada” y siguió las recomendaciones de hidratarse correctamente y caminar usando ropa y calzado cómodos.
Encuesta
ROXANA CAMPOS
Una muestra de respeto Roxana Campos, del barrio San Francisco de Alava: “En este día uno recuerda el sacrificio y valor que tuvo Jesús al morir en la cruz. Con mi familia tenemos presente que debemos venir a agradecer a la Cruz como una muestra de respeto a quien dio su vida por nosotros”.
FERMÍN GASPAR
Un agradecido Fermín Gaspar, del barrio Bárcena habló ayer de las motivaciones que lo llevan año a año a peregrinar al Cerro de la Cruz.
“Vengo a la cruz desde el año 1965 siempre con la misma premisa; agradecer todo lo afortunado que soy junto a mi familia. También voy a Punta Corral, porque sé que ahí está Jesús”.
JOSÉ HUANCO
Un pedido muy especial José Huanco, vecino del barrio Alto Comedero, explicó por qué ascendió ayer al Cerro de la Cruz.
“Me trae la fe, una inmensa fe de que mi nieto que tiene leucemia se cure. Por eso decida a pesar de que me cuesta mucho subir todo el año a la cruz, con la foto de él en mi cuello”, dijo emocionado.