El debate sobre el aborto divide las aguas en la Argentina y este mes volvió a instalarse en la opinión pública, luego de que el Gobierno habilitara su discusión en el Congreso.
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El debate sobre el aborto divide las aguas en la Argentina y este mes volvió a instalarse en la opinión pública, luego de que el Gobierno habilitara su discusión en el Congreso.
Este martes ingresó de manera formal un proyecto para despenalizar la interrupción del embarazo a Diputados y el próximo 20 de marzo comenzará a tratarse en comisión.
Una de las opositoras a la Ley es la Iglesia Católica, que se pronunció en contra con fuertes definiciones. "Poner fin a la vida del que no puede defenderse instaura el principio de que los más débiles pueden ser eliminados y acepta que unos puedan decidir sobre la muerte de otros”, opinó en una carta pública la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). Sin embargo, desde el propio seno del catolicismo hay un grupo que va contra la corriente.
Desde el seno del catolicismo nació una organización de mujeres que va en contra de la postura oficial y se proclama "Católicas por el derecho a decidir".
Encabezada por la activista Marta Alanis, la agrupación lleva adelante desde 2003 diversas luchas por sus derechos, entre ellos la legalización del aborto.
"Llevamos muchos años en la Argentina trabajando como una organización conformada por personas católicas que disentimos con la moral sexual de la Iglesia. Esa disidencia está permitida porque la Iglesia católica no es monolítica, hay diferentes posiciones", explicó Alanis a minutouno.com.
La activista detalló que "Católicas por el derecho a decidir" nació bajo la teología de la liberación y el feminismo, y sostuvo que cuestiona fuertemente el papel de la mujeres en la Iglesia: "¿Por qué no podemos ser sacerdotisas?", se pregunta.
El desafío de la desculpabilización
Alanis también se refirió a la legalización del aborto y explicó que desde la agrupación que lidera intentan deconstruir "la imagen de Dios hombre y castigador".
"Muchas mujeres sufren mucha culpa por el discurso tan duro y poco solidario que proclama la Iglesia Católica", remarca la activista respecto a la posición de la institución religiosa sobre el aborto.
"Las mujeres católicas también abortan y eso en la comunidad religiosa es todo un tabú. Se cree que el hijo tiene que nacer sí o sí porque a la sexualidad se la considera un pecado y al placer, algo malo. Hay mucha culpa", razona.
La teología feminista, como bandera
"Lo que pasa es que vivimos en un sistema patriarcal que está establecido en todos los ámbitos y principalmente en la Iglesia. Por eso somos feministas y decidimos desconstruirlo desde adentro", plantea Alanis.
Por una ley para un aborto seguro
Con la nueva edición del Paro Internacional de Mujeres, que tiene como uno de sus reclamos principales la despenalización el aborto, Marta adelanta que desde su organización siguen contribuyendo a la lucha.
"Estamos sumando al debate para garantizar buenas condiciones de salud a quienes pasen por la experiencia del aborto", asegura.
"Como católicas, adherimos al núcleo central del cristianismo: amor al prójimo, vida plena y felicidad. Por eso queremos que toda mujer que necesite pasar por esa práctica lo hago en condiciones de salud", concluyó.