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18 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Una tradición propia de San Pedro

Los calvarios son realizados con mucha dedicación y esmero por los vecinos. Llevan flores, frutas y verduras.
Domingo, 01 de abril de 2018 00:00
CALVARIO COMUNITARIO. VECINOS POSAN JUNTO AL PRODUCTO DE SU ESFUERZO Y DEDICACIÓN.

SAN PEDRO (Corresponsal). En el barrio La Merced, se reeditó una vez más un signo de la religiosidad popular con el armado de los calvarios o descansos para Nuestro Señor.

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SAN PEDRO (Corresponsal). En el barrio La Merced, se reeditó una vez más un signo de la religiosidad popular con el armado de los calvarios o descansos para Nuestro Señor.

Esta tradición se inició hace más de tres décadas en el Ramal jujeño, cuando un grupo de familias, animado por la fe y con el propósito de participar de la celebración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, decidió armar el primer calvario.

Este antiquísimo ritual fue transmitido de generación en generación y cuando familias provenientes de la Puna jujeña y de las localidades fronterizas de Bolivia que llegaban para la zafra de Ingenio La Esperanza optaron con afincarse en el departamento San Pedro, trajeron un bagaje de manifestaciones culturales y religiosas que comenzaron a cobrar protagonismo por estos lares.

Nacieron así los calvarios, realizados con gran dedicación, esfuerzo y que requiere además, una importante inversión económica para las familias, ya que tienen que adquirir gran cantidad de flores, verduras, frutas para el forrado del mismo, además de los insumos para preparar el convite para todas las familias que colaboraron con los pasantes.

Cabe acotar que siempre se elige a un matrimonio, al varón se lo llama "curaca" y a la mujer "mamita tulla". El Jueves Santo, el "curaca" reúne a los varones y sale en busca de horcones con los que armarán la estructura y caña hueca para el forrado.

BARBARITA YERMA Y AGUSTÍN SOTO. EN EL CALVARIO EMPLAZADO EN LA CALLE JUAN MANUEL DE ROSAS.

Apenas despunta el amanecer del Viernes Santo, los hombres se abocan al armado del calvario, en tanto las mujeres comienzan con el forrado de las cañas y las colgaderas que se realizan con las mejores frutas y verduras.

DETALLE. CALVARIO REALIZADO CON CAÑAS FORRADAS Y LAS COLGADERAS.

También se arman dos muñecos, cada uno de los cuales tendrá las características del matrimonio, siempre con un toque picaresco. Una vez finalizado el armado, se reviste una mesa donde son colocadas las imágenes del Cristo crucificado y de la Virgen de los Dolores, tras lo cual, la familia invita a todos a compartir la tradicional carbonada.

Este año se realizaron dos calvarios, el primero en calle Juan Manuel de Rosas, en la vereda de la casa de Barbarita Yerma y Agustín Soto, el que se transformó en un calvario comunitario por cuanto son varias familias que unen manos y voluntades para el armado.

El otro calvario se realizó en la vereda de la casa de familia de Bartolomé Bejarano y Mabel Urzagasti, ubicada sobre la avenida Libertador, donde fueron colocadas también imágenes pertenecientes a la familia Zamudio.

BARTOLOMÉ BEJARANO Y MABEL URZAGASTI. CON LA IMAGEN VENERADA.

BARBARITA YERMA.