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Beatificación del padre Tarcisio Rubín

Se acerca el final de la fase diocesana. Hoy el padre Juan José Núñez recabará testimonios en Santa Teresita.
Miércoles, 18 de abril de 2018 00:00

Hoy, el padre franciscano Juan José Núñez llegará a esta ciudad y continuará recabando testimonios necesarios para el proceso de canonización del padre Tarcisio Rubín. El sacerdote, adelantó que la causa está en la fase final diocesana y que luego, el Tribunal integrado por cuatro presbíteros y presidido por monseñor César Daniel Fernández, se trasladará hasta otras provincias argentinas y al vecino país de Chile, donde sumarán otros testimonios y se estima que para el mes de septiembre, se pueda tener toda la documentación para ser remitida a Roma.

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Hoy, el padre franciscano Juan José Núñez llegará a esta ciudad y continuará recabando testimonios necesarios para el proceso de canonización del padre Tarcisio Rubín. El sacerdote, adelantó que la causa está en la fase final diocesana y que luego, el Tribunal integrado por cuatro presbíteros y presidido por monseñor César Daniel Fernández, se trasladará hasta otras provincias argentinas y al vecino país de Chile, donde sumarán otros testimonios y se estima que para el mes de septiembre, se pueda tener toda la documentación para ser remitida a Roma.

Cabe recordar que el pedido para la beatificación del querido misionero, se inició en el 2008, cuando en un importante anuncio, el entonces titular de la Diócesis de Jujuy monseñor Marcelino Palentini, firmó el reconocimiento para el seguimiento de la causa de beatificación del misionero scalabriniano Tarcisio Rubín, expresando que había remitido documentales a la Santa Sede, a efectos de que permitan efectuar y se reconozcan los trabajos previos para presentar dicha causa. Al año siguiente comenzó el trabajo, pero ante el deceso de monseñor Marcelino Palentini, caducó y en el 2015, durante una ceremonia realizada en la Catedral Basílica de la capital jujeña, presidida por el titular de la Diócesis de Jujuy Monseñor César Daniel Fernández, se procedió a la reapertura oficial del pedido de beatificación del padre Tarcisio Rubín. En la oportunidad quedó reconstituido el Tribunal de la causa de canonización.

"Estamos acompañando el proceso de canonización del padre Tarcisio Rubín, como él tuvo una ascendencia muy fuerte y prácticamente su desarrollo pastoral fue en esta ciudad, hemos venido para tomar testimonios , acompañar la causa, verificar y mantener contacto con todo aquello que nos refresca la memoria del padre Tarcisio", dijo el padre Núñez.

Tras ser consultado sobre el estado de la causa en nuestra provincia, el franciscano sostuvo que podría decirse que se está en los momentos finales de la fase Diocesana, "esperamos concluir en el mes de septiembre, así que ya estamos tomando los últimos testimonios y reuniendo toda la información que debe ser enviada a la ciudad de Roma", explicó.

Cabe acotar que los testimonios de personas residentes en los departamentos San Pedro, Santa Bárbara, Ledesma y Valle Grande, están siendo recabados por el padre franciscano Juan José Núñez, quien regresa hoy a esta ciudad, es por ello que el padre Primo Betannin, hizo pública la invitación para que todos aquellos que tuvieron contacto o recibieron alguna gracia de Dios por intermedio del padre Tarcisio, lleguen hasta la casa parroquial de Santa Teresita, ubicada sobre avenida Brasil en barrio 14 de Abril, para brindar su testimonio.

JUAN JOSÉ NÚÑEZ
 

El padre Juan José indicó que es importante que todos los que deseen realizar su aporte a través de su testimonio o brindando algún elemento que pueda ayudar en la causa, se pongan en contacto con el padre Primo o se lleguen hasta la casa parroquial.

El Tribunal presidido por Monseñor César Daniel Fernández está integrado por monseñor Antonio Hernández, por los padres Juan José Núñez, Cesar Lovaglio y Víctor Achura, quienes trabajan juntos para lograr este objetivo.

En otro tramo el padre Núñez, adelantó que el Tribunal se trasladará a Rosario, Buenos Aires, Chile y Mendoza donde tomará otros testimonios.

Tarcisio, una vida de santidad

El recuerdo del querido misionero, está latente en el corazón de distintas comunidades jujeñas y de otras provincias argentinas, en las que dejó sembrada la semilla de la fe, de la caridad sin límites y de su profundo amor por los más humildes. Su santidad era palpable aun cuando estaba con vida y solía vérselo predicando, cuidando a los hijos de los zafreros mientras volteaban las cañas en medio de los surcos, preparándoles la comida y hablándoles de la existencia de un Dios, para el cual todos éramos iguales. El padre Tarcisio Rubín, nació el 6 de mayo de 1929 en el pueblo de Loreggia, provincia de Padua, Italia. Fue ordenado sacerdote, el 21 de marzo de 1953, en la Catedral de la Piacenza. Llegó a la Argentina el 9 de abril de 1974.

En 1975, Dios guió sus pasos hacia el norte argentino. Fue figura preponderante en el establecimiento y organización de los misioneros scalabrinianos en la ciudad de San Pedro de Jujuy, desde donde se canalizaron las actividades tendientes a la atención de los migrantes. A fines de septiembre de 1983, el misionero cayó gravemente enfermo y fue derivado a Córdoba. Pero desoyendo a toda prescripción médica, cumplió el que sería su último sueño: volver a Jujuy. Al llegar a San Pedro siguió hasta San Francisco de Valle Grande, y partió a visitar las familias de Alto Calilegua. El 2 de octubre, la directora y un grupo de niños de la escuelita de Alto Calilegua, fueron a recibirlo a la entrada del pueblo. Luego de celebrar la Santa Misa a las 21, se retiró a orar a la capilla. Al día siguiente, el 3 de octubre de 1983, los niños fueron a despertarlo y encontraron su cuerpo sin vida tendido frente al altar. Sus restos descansan en la capilla del cementerio Cristo Rey de San Pedro.
 

 

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