¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

"Actualmente hay un neomachismo, un machismo que es más sutil"

Domingo, 22 de abril de 2018 00:00

Es abogada y comunicadora especializada en empoderamiento de las mujeres y niñas y prevención de la violencia contra las mujeres, autora de varios artículos publicados en medios de diferentes países.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Es abogada y comunicadora especializada en empoderamiento de las mujeres y niñas y prevención de la violencia contra las mujeres, autora de varios artículos publicados en medios de diferentes países.

Brindó una charla amena y empática que generó el ambiente propicio para reflexionar sobre la práctica periodística desde la perspectiva de género. Asegura que hay un “neomachismo” que debe ser erradicado.
 

La especialista en comunicación con perspectiva de género, es jujeña pero hace cerca de 30 años recorre el mundo sensibilizando sobre la necesidad de erradicar la violencia hacia las mujeres.

Se define como feminista de tercera generación, y recuerda a su abuela y a su madre Palma Carrillo como mujeres comprometidas con la lucha por la igualdad de género.

Es autora de diversos textos que han sido publicados en importantes medios nacionales e internacionales y a través de www.facebook.com/DiarioDeALMAprevencionVCM lleva adelante una intensa tarea de promoción y sensibilización.

Tiene amplia experiencia en este tema, trabajó en Naciones Unidas, es exfuncionaria de comunicaciones de ONU-Sida para América Latina, trabajó con Acnur (Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados), realizó consultorías para la Organización Panamericana de la Salud, colaboró con Newsweek en español y continúa realizando tareas de consultoría.

-¿Cómo ve a los medios de comunicación en cuanto a la incorporación de la perspectiva de género en las coberturas?

Yo creo que en estos momentos se está avanzando mucho en visibilizar los derechos de las mujeres y se avanzó mucho en el lenguaje.

Pero creo que hay mucho por recorrer y tiene que haber una mayor presencia de las mujeres profesionales, tiene que haber una reducción de las brechas salariales que todavía nos separan para tener una sociedad más igualitaria y más justa. Pero vamos en camino. El feminismo como uno de los factores más importantes de estos avances está ocupando cada vez más espacios. Enfoques que antes eran normales, enfoques machistas como por ejemplo hablar de "la mató por celos", o "un crimen pasional" en estos momentos son impensables. Los periodistas van a pensar dos veces antes de hablar de un "crimen pasional" hoy. Pero falta mucho por visibilizar en lo que se refiere a logros de las mujeres, logros profesionales, deportivos y artísticos. Estamos muy invisibilizadas, pero vamos avanzando.

-¿Cuál es el tratamiento periodístico acorde que se debe dar a hechos de violencia contra las mujeres?

Primero hay que desterrar "el crimen pasional" o "crimen de honor", o "por celos", hay hombres con nombre y apellido que han perpetrado esta violencia y hay que decirlo. Hay que proteger a la víctima, su imagen, su identidad para no revictimizarla, para no complicar su situación que de hecho ya es muy dolorosa y muy complicada. Hay que pensar siempre en un tratamiento igualitario y preguntarse ¿yo preguntaría o diría esto de un hombre? ¿Lo que voy a decir de una mujer lo diría de un hombre?. No hay que tratar de buscar justificaciones a la violencia, como "lo hizo porque se salió de quicio, perdió el control, tenía muchos celos, la quería mucho". No. El amor no mata, mata la violencia. Mientras el periodista tenga esto en claro, el tratamiento será respetuoso hacia la víctima y objetivo y sin justificaciones machistas. Hay que incorporar el uso respetuoso del lenguaje hacia las mujeres en los medios de comunicación, algo que debemos hacer porque está en juego la salud social de la comunidad, porque ya no hay más excusas, tenemos todo el marco jurídico nacional e internacional y es responsabilidad de cada uno.

- En el caso de los filicidios se focaliza con más dureza en las mujeres, ¿cómo observa este fenómeno?

En los filicidios, que son hechos atroces, siempre se saca la conclusión que si fue cometido por una mujer: esa mujer es un monstruo, en cambio el hombre que "lo hace por alguna razón buena". "Porque ya no pudo más", "porque ya no aguantó verlo sufrir" o por cualquier causalidad o motivación entre comillas "noble". Esto debe cambiar, no se puede cubrir una noticia de diferentes formas teniendo en cuenta el género del victimario. Hay una lupa magnificadora, de las violencias, de los errores y de las atrocidades que las mujeres pueden llegar a cometer y una lupa convergente para los hechos que cometen los hombres. Quizás porque de alguna manera hay en el inconsciente colectivo que la violencia ejercida por un hombre es normal, porque un hombre debe ser violento. Hay una legitimación de esa violencia. Yo creo que pasa por una cuestión de educación, de educar al público en el caso de la cobertura mediática. Que el periodista, el comunicador se eduque en este tema y pueda tener un enfoque objetivo, lúcido e igualitario.

 

-¿Esto muestra el modelo de masculinidad que hay actualmente en la sociedad?

Yo creo que a nivel comunidad, debemos replantearnos qué masculinidad queremos. ¿Queremos machos golpeadores y feminicidas? o queremos hombres que sean igualitarios, que puedan cuidar de sus hijos, que tengan una corresponsabilidad en sus familias, en sus casas. ¿Qué tipo de hombre queremos?, es el interrogante. Las mujeres nos hemos reformulado. Los hombres todavía no, es una asignatura pendiente. Si pensamos que los medios de comunicación son primordialmente ámbitos masculinos o con contenidos tradicionalmente machistas esto nos da una explicación de cómo se sostiene el machismo. Creo que por eso hay una cobertura tan distinta de las violencias ejercidas por los hombres en comparación a las ejercidas por las mujeres. Hay una idea de que una mujer tiene que ser muy buena y abnegada, y si no lo es, es un monstruo. Pero el hombre que es violento es un hombre normal.

Está intrínsecamente aceptado que para ser hombre, se debe ser violento. Imagino que esa característica sirvió en algún momento, puede haber valido para preservar la especie, pero hoy en 2018 no es legítimo y nos está comiendo las relaciones. Relaciones que podrían ser hermosas, justas, placenteras y de amor están siendo envenenadas por el machismo y este anhelo de control de los hombres respecto a las mujeres. Creo que es hora de reformularse y deberán hacer esa revolución pendiente, como lo expresan los hombres antipatriarcales.

- ¿Cree que ante el avance notorio que ha tenido el feminismo, hay alguna reacción de los sectores machistas?

Creo que no hay reacciones públicas frontales. Hay un neomachismo, un machismo más sutil, por ejemplo de demonizar a las manifestantes feministas. Esa es una estrategia. Es cierto, que si hay cientos de miles de personas en una manifestación puede llegar a haber excesos de parte de algunos individuos. Ahora, si yo lo único que cubro es el exceso, la conducta violenta o poco respetuosa se invisibilizó el mensaje y los que hacen las otras manifestantes es un boicot. Si sólo le pongo la lupa a esa violencia de unas pocas, es una forma legal, no ética, de boicotear todos los avances del feminismo.

¿Qué lugar ocupa el chiste en este neomachismo?

El chiste es un arma terrible, muy eficaz neomachista. Si yo hago un chiste machista parece que los demás tenemos la obligación de reírnos. Incluso una agresión hecha con un supuesto humor parece que debiéramos reírnos. Una de las armas ante este tipo de ataque, porque es un ataque, es como mínimo quedarse serio y preguntar ¿por qué decís eso? Y cuando te dicen que somos exageradas, hay que explicarles que no somos exageradas y que es un chiste machista.