Los días transcurren y con ellos una serie de actividades infinitas que son parte de nuestra cotidianeidad, de nuestra vida.
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Los días transcurren y con ellos una serie de actividades infinitas que son parte de nuestra cotidianeidad, de nuestra vida.
Sin darnos cuenta repetimos la rutina día a día desde que abrimos los ojos, nos cepillamos los dientes, si hay hijos despertarlos para la escuela, desayunar para ir a trabajar o salir a buscar trabajo, al mediodía el almuerzo o saltéarselo, reuniones, más trabajo, se te rompe el auto.
Preocupaciones, reunión de padres, ir al banco, pagar boletas, te hacen una multa por estacionar en doble fila, lavar ropa, problemas en el trabajo o no conseguís trabajo, te deben o debes plata, no te suben el sueldo pero suben todos los servicios y el tránsito siempre congestionado.
Te deja el colectivo, nos ves las horas que llegue el fin de semana, pero entonces las reuniones con amigos, conseguir niñera, todas éstas y más son las tareas que se enfrentan todos los días, sin respiro y sin conciencia de lo que representan para la salud.
Algunas personas tienen la capacidad de sobrellevar y superar estas tensiones diarias que nos ponen en alerta y nos dan cierta cuota de adrenalina y estímulo necesarias para la carrera del día.
La tensión es entonces una condición vital normal que prepara a las personas para resolver problemas o superar obstáculos de forma adecuada y contribuye a un proceso de incremento de recursos aumentando la productividad personal.
Sin embargo, existen muchas otras personas y niños que no tienen la misma capacidad para sobrellevar estas situaciones y mucho menos cuando esas tensiones se tornan más intensas y se mantienen en el tiempo.
En esa situación produce el efecto contrario, se padece de cansancio y de pérdida de rendimiento con bajos niveles de eficacia.
Cuando los niveles de estrés perduran en el tiempo y perjudica nuestro desenvolvimiento es cuando se lo denomina distrés (estrés malo).
Estar permanentemente bajo estrés malo no solamente compromete nuestras relaciones familiares, laborales y sociales sino que deteriora la salud. Varias son las patologías que se pueden desencadenar.
A todos en algún momento nos tocó ir al médico por alguna dolencia y luego de realizada una serie de estudios y análisis para saber qué es lo que nos está pasando la respuesta es: "el estrés".
No existen remedios
No existe un antibiótico o remedio para tratar esos trastornos físicos y mentales que nos produce el estrés. No se puede curar fácilmente como un resfrío. Es por esto que resulta importante afrontarlo a tiempo.
Pero una vida sin estrés es imposible. El estrés nos sirve para mantener el sistema nervioso alerta y prevenirnos de situaciones de peligro.
Se trata de una energía vital que está en nuestro instinto de supervivencia.
Atentos al estrés infantil
SIGNO DE ALARMA. LOS NIÑOS NO PEDIRÁN AYUDA NI EXPRESARÁN SUS DIFICULTADES.
Según la doctora en Psicología Josefina Lipari los niños, como los adultos, pueden llegar a presentar diferentes formas de reaccionar frente a situaciones de estrés. Es parte de nuestra cotidianidad.
Es importante poder lidiar con esas presiones, el niño es más vulnerable a sufrir esas presiones ya que su personalidad está formándose, y emocionalmente precisa mayor apoyo que los adultos.
Resulta necesario que los padres o tutores puedan detectar las causas que le generan estrés, ya que el niño no pedirá ayuda, no expresará sus dificultades, generalmente presentan síntomas como berrinches, miedos y problemas de conducta, como ejemplos.
El estrés infantil afecta su desenvolvimiento en los ámbitos que frecuenta habitualmente como ser la escuela, el hogar, y en general en sus relaciones con pares o adultos.
El estrés es un estímulo, consecuencia de cambios en la vida cotidiana del infante como cambio de escuela, cambio de casa, divorcio de padres, pérdida de un ser querido, la llegada de un integrante nuevo a la familia y peleas de padres frente a ellos.
Lo "naturalizan"
De esta manera, los niños se someten a estas situaciones, lo "naturalizan" en su rutina y construyen un modelo de familia disfuncional.
Otras situaciones o ámbitos en donde ellos pueden manifestar síntomas a consecuencias directas de estos vínculos parentales es en la escuela, como falta de interés en las tareas, angustia de separación de su referente paterno o materno le genera angustia (propio en jardín, pero se presenta en grados superiores también).
Diferentes conductas que pueden adoptar los menores: ser agresivos con pares, no querer jugar con pares, desinterés en sus tareas escolares, ser molestado por compañeros, ser descalificado por los padres, por ejemplo: "sos un tonto por sacarte una mala nota" o ser comparado con otros que son mejores que él.
En esa situación juega un papel principal la comprensión de la familia y de la escuela quienes ante estos síntomas deben acercarse más a al niño, dialogar y si los casos no pueden manejarlo los padres buscan ayuda profesional.
Padres: aprender a ayudar
Generalmente en el consultorio o en la escuela los padres manifiestan que el problema es el niño: "no quiere dormir solo", "se hace pis", "no estudia", te dicen, cuando en realidad son ellos (padres) los que deben realizar sesiones para aprender a ayudar a sus niños y brindarle seguridad y apoyo. En otros casos se debe evaluar al niño con pruebas específicas para poder dar un diagnóstico de los síntomas que manifiesta.
Talleres y herramientas
ACTIVIDAD. SE DICTA EN CAPITAL EL TALLER “CÓMO AFRONTAR EL ESTRÉS”.
La Dirección de Salud Mental de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy lleva adelante talleres que constan de seis encuentros sobre "Cómo afrontar el estrés" para ayudar a que el cuerpo no desencadene en patologías médicas severas.
El estrés es un activador del sistema nervioso que nos avisa del peligro y hace que nuestro organismo se ponga en alerta.
Busca dar a conocer cuáles con las situaciones que producen estrés y brindar herramientas que ayuden a minimizar esas situaciones.
Consiste en un proceso, un aprendizaje, una psicoeducación que consta de diferentes momentos: saber qué es el estrés, para qué sirve, cómo se detecta y cómo puedo afrontarlo desde la alimentación, desde la postura del cuerpo, desde la biología, etc.
Son muchas las cosas que nos estresan en la actualidad. Es mucha la información que recibimos a diario desde las relaciones interpersonales, las virtuales, medios de comunicación, celulares, etc. Estamos atravesados por la información y su inmediatez por lo que cada vez nos cuesta más ser pacientes y esperar por algo. Por ejemplo, hacer fila en el banco puede resultar una tarea estresante.
El taller es de entrada libre y gratuita y se lleva a cabo en el Centro Cultural "Héctor Tizón". Los próximos encuentros serán los miércoles 2 y 9 de mayo de 15.30 a 18.
El equipo está conformado por las licenciadas en Psicología Adriana Bellman, María Silvia Galli y Luciana Amaya, forma también parte del equipo técnico, Nilda Coronel.
El taller cuenta además con la participación de diferentes profesionales de la salud como psiquiatras que explican la parte química del estrés, nutricionistas que asesoran sobre alimentación saludable y fisioterapeutas para respiración y postura, todas herramientas necesarias.
El organismo necesita nutrirse de pescados y frutas que tengan potasio para aligerar los síntomas que provocan el estrés.
Estar pendientes de las redes sociales
La psicóloga Josefina Lipari consultada sobre si el estrés es una enfermedad de estos tiempos explicó que siguiendo la línea neuropsicológica, las redes sociales generan un cierto estrés porque se está pendiente a ellas, "es como jugar con fuego".
"Las personas están pendientes de los mails, tenés el teléfono que es una pequeña computadora y a través de él desde el trabajo te asignan tareas, tenés un Whatsapp con información que tenés que responder inmediatamente. Todas las redes sociales generan mayor estrés, es verdad que nos facilitan muchas cosas, pero también nos estresan porque tenemos más comunicación con todos los ámbitos de la vida", según resaltó Lipari.