TILCARA (Corresponsal). Recordar la memoria de aquellos que se la jugaron en alguna patriada, es un acto que honra a los pueblos que, como Tilcara, no deja caer en el olvido al coronel Manuel Álvarez Prado, caudillo de aquellos paisanos que lidiaron en la Guerra Gaucha contra la prepotencia de las tropas realistas. Héroe real con ribetes míticos, como aquellos de su captura en lo que se conoce como la Sorpresa, y su posterior fuga, había nacido en la Maimará de 1785 para fallecer un 29 de abril de 1836 en Tilcara.
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TILCARA (Corresponsal). Recordar la memoria de aquellos que se la jugaron en alguna patriada, es un acto que honra a los pueblos que, como Tilcara, no deja caer en el olvido al coronel Manuel Álvarez Prado, caudillo de aquellos paisanos que lidiaron en la Guerra Gaucha contra la prepotencia de las tropas realistas. Héroe real con ribetes míticos, como aquellos de su captura en lo que se conoce como la Sorpresa, y su posterior fuga, había nacido en la Maimará de 1785 para fallecer un 29 de abril de 1836 en Tilcara.
Mario "Poroto" Vega, que encarna la herencia gaucha en su figura y en sus actos de necesaria memoria, fue el encargado de dar un discurso del que vale la pena hacer reseña cuando dijo que "queremos reconocer y recordar un año más de la muerte de un tilcareño, comandante del primer escuadrón de gauchos de la Quebrada, quien durante quince años ha batallado para frenar las invasiones de los realistas sin tener recursos, porque el gobierno central se dedicaba más a defender y a negociar desde el puerto de Buenos Aires, olvidándose que aquí estaba la guerra".
DISCURSO DE MARIO “POROTO” VEGA
Extendió su homenaje a "todos aquellos gauchos y toda aquella población que defendió este pedazo de tierra, una tierra que no hemos sabido cuidar con la cultura del trabajo que nos legaron ellos. Lucharon por defender la Revolución de Mayo y mantener una independencia que se llegó a conseguir con sus brazos. Esta bendita Quebrada, humedecida con la sangre de nuestra gente, que se levantó como bandadas de palomas en su defensa. Por esta tierra que le daba sustento a sus animales y a sus familias, gracias a un trabajo que, calculemos, alimentó a un ejército de cuatro mil hombres con sus animales".
Recordó que "esa guerra lo diezmó todo, y nuestra gente tuvo que escaparse a las alturas donde los ejércitos españoles no podían llegar. Nombres como los de Güemes, Gorriti, Álvarez Prado y tantos otros han arriesgado sus vidas en esta titánica empresa, y por ello los homenajeamos de todo corazón", dijo y entonó la voz del poeta Germán Choquevilca en aquellos versos que comienzan preguntando: "¿dónde vas, mi coronel / con Antonino a las ancas / por esos cielos de cobre / que estiró la madrugada?".
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