¿Cuál es el análisis que merecen las cifras del Indec sobre los niveles de pobreza e indigencia en el aglomerado Jujuy-Palpalá?
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¿Cuál es el análisis que merecen las cifras del Indec sobre los niveles de pobreza e indigencia en el aglomerado Jujuy-Palpalá?
Mucho tiene que ver cómo se mide y qué se incluye en la medición. Lo que pasó en este registro es que no se incluyó las subas de las tarifas dentro de la medición de la pobreza. Esto ha sido una habilidad por parte del Indec y del Gobierno.
Cuando sos entrevistado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y te preguntaron por tu situación económica no han incluido el gas ni la energía para ver cuánto ha cambiado tu situación de pobreza. Por lo tanto se trata de una disminución de la pobreza sin tener en cuenta el costo de las energías.
Sin embargo, el costo del gas ya ha subido un 1.000% en dos años. Si a la ecuación de Indec se le aumenta el costo de las energías cambia completamente el resultado. En este sentido el Indec tiene razón, bajó la pobreza pero sin tener en cuenta el valor de las energías.Es una habilidad técnica.
Ocurre que cuando el Gobierno anterior calculaba la indigencia y la pobreza no incluía las energías porque estaban subsidiadas. Ahora el Indec mantiene la metodología del Gobierno anterior. Antes era insignificante considerar el valor de las energías en el índice de pobreza debido a que pagábamos muy poco por la luz, el agua y el gas y hasta las garrafas estaban subsidiadas. Entonces, en la forma del Indec de medir la pobreza no estaban incluidos estos servicios.
El Gobierno actual, con habilidad, mantiene la forma de medir del Gobierno anterior y obviamente le da una cifra reducida. Pero nadie que esté viviendo en la cotidianeidad puede creer que la pobreza haya bajado. Ocurre que no hay nuevos empleos y ha subido la inflación. Hasta el mismo Indec acepta que el salario mínimo vital y móvil está arriba de $17.000, lo que deja a la mayoría de los empleados públicos de Jujuy en la pobreza.
¿Qué ocurrió con el subsidio a las energías?
El Gobierno dice que hay que dejar de subsidiar a las energías porque el mundo no las subsidia, pero es una enorme mentira. Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 2015, los que más gastan subsidiando energía en el mundo son: Estados Unidos, Rusia, China, Canadá, Australia, Israel, Bélgica, Alemania, Holanda y España, todos esos países subsidian las energías por mucho más valor que la Argentina.
Todo esto es una mentira y yo como economista hablar de esto es como una tomada de pelo. Todos los países desarrollados del mundo subsidian sus energías.
La indigencia en Jujuy aumentó 2,3% en seis meses...
Eso es por la suba de los alimentos. Para medir la indigencia se incluye solamente la capacidad para comprar comida. Mide sólo si te alcanza para comer y ya no considera si tenés una vivienda, luz y gas. Y como la comida ha subido muchísimo ha aumentado la indigencia.
Yo creo que lo que hizo el Indec es lo mismo que ha hecho el Gobierno anterior, maquillar los números para convencernos. Yo como economista, tanto en el Gobierno anterior como en este prefiero los índices de la Universidad Católica Argentina (UCA). Los opositores del Gobierno anterior usaban el índice de la UCA y decían que el del Indec era trucho, ahora los opositores que son oficialismo dicen que el de la UCA es trucho y que el Indec es bueno. Es un uso político de los indicadores por parte de los gobiernos.
El incremento de la indigencia ¿qué consecuencias traerá a Jujuy?
Hay repercusiones de corto plazo. Es cuando la gente se empieza a molestar no le alcanza la plata y empieza a usar lo ilegal como estrategia de sobreviviencia.
¿A que se refiere?
Lo más leve sería la informalidad en el comercio, la venta callejera. Y lo peor, según la Administración para el Control de Drogas (DEA), el 25 % de la cocaína y la mayor parte del paco pasa por la ruta 34. Nosotros somos frontera con el segundo productor de cocaína del mundo.
La pobreza y la indigencia para una ciudad de frontera es invitar a que Jujuy de ser una provincia tranquila se empiece a parecer a ciudad Juárez (México).
Ante la pobreza extrema, que los jóvenes tengan que recurrir a estas actividades es muy preocupante.
Y en el largo plazo la indigencia hace que la gente coma mal, coma poco o que prefiera la comida chatarra y bebidas cola. La malnutrición te destruye como sociedad. Los niños crecen débiles y dar vuelta la pobreza estructural es muy difícil.
¿A qué distancia estamos de eso?
Yo creo que nos vamos acercando. Pero lo que a mí más me preocupa es que los jóvenes se puedan inclinar por la ilegalidad. Y ante esta situación económica por la que estamos atravesando salió el ministro de Energía, (Juan José) Aranguren a decir que casi el 90% de su dinero está afuera y que no lo trae a la Argentina porque no confía en el país que está manejando, es una contradicción terrible.
La impresión que tengo como economista es que algunas empresas ya lograron lo que querían, subir las energías, hacer negocios con las grandes financieras, blanquear sus capitales y después se van a ir y nos van a dejar esta situación para que la arreglemos los laburantes.
¿Y la inflación?
Ni hablar, la de febrero a nivel nacional fue de 2,4%. Vamos a hablar de un 30% por lo menos para 2018 cuando el Gobierno pensó en un 15%, el doble de lo planificado. No crecemos, tenemos inflación, se encarecen los servicios, no aumenta el empleo. Uno ve un colectivo que va a chocar con una pared.
Acaso la gente de ingresos medios se debe resignar a hacerse pobre callada y perder el sueño de ascender que es lo que diferenció a Argentina del resto de los países de Latinoamérica, mucha clase media. Muchos pudimos ser universitarios gracias al Estado. Esa posibilidad de salir de la pobreza con el trabajo y la educación es lo que vamos a perder en este país. Y yo creo que no tenemos ganas de empobrecernos para que un grupo de empresas mayormente multinacionales aprovechen explotando nuestro gas y nuestra minería. La clase media y la baja tiene que hacer el esfuerzo para que aumente la rentabilidad de empresas multinacionales que se llevan sus ganancias a otro lado pero que enriquecen a sus representantes locales. Es decir, el descenso de la clase media es el financiamiento de las condiciones para que las multinacionales tengan un país controlable y donde puedan llevarse mucho dinero.