El 20 de noviembre de 1989 fueron sancionados por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) los Derechos de los niños de todo el mundo.
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El 20 de noviembre de 1989 fueron sancionados por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) los Derechos de los niños de todo el mundo.
Entre esos derechos y como uno de los más importantes es aquel que dice que tienen derecho a "recibir educación pública y gratuita en todos los niveles, respetando su derecho a ingresar y permanecer en una escuela cerca del lugar donde viven".
Agrega: "Todos los niños tienen derecho a la no-discriminación. Cada niño o niña tiene el derecho a estar libre de discriminación por motivos de género, raza, idioma, condición, etc. La sociedad debe poner en práctica herramienta para eliminar todo tipo de discriminación infantil. Además de recibir cuidados, tratamientos y educación especial a aquellos niños que los necesiten".
Muchos padres de niños con discapacidad en nuestra provincia se preguntan: ¿Estos derechos se respetan en Jujuy? Y la respuesta es la siguiente: en algunos lugares si y en otros no.
Hace un poco más de un mes se inició el ciclo lectivo 2018, muchos padres alistaron a sus pequeños para que asistan a las escuelas públicas y privadas de nuestra provincia, y hay otros padres que hasta el día de hoy siguen luchando para lograr que sus hijos ingresen a algunas de ellas. ¿Quiénes son esos padres? Los padres de los niños con discapacidad.
Muchas autoridades escolares ponen cientos de "trabas" para que los niños con alguna discapacidad ingresen a la vida escolar y allí comienza un largo peregrinar para cumplir con la burocracia que requiere estos casos, desde partidas de nacimiento, certificados de discapacidad, además de todos los papeles comunes que se piden en una institución escolar a la hora de inscribir a un menor y en muchos casos hay que pedir la intervención de las supervisoras de distintos niveles educativos y modalidades.
Al parecer en nuestra provincia la palabra "inclusión" es una palabra vacía y de moda, no cumplida por el Estado y la sociedad que aún se piensa que haciendo inclusión se está realizando un acto de caridad, cuando en realidad solo se trata de que se respeten los derechos de los niños de esta provincia y país.
Convivir con alguien con discapacidad
Muchos seres humanos soñamos con formar una familia y tener hijos. Muchas familias llegan a cumplir ese sueño pero con la diferencia que algunas de ellas tienen un integrante con discapacidad. Como sabemos, es muy riguroso y tedioso el trámite por lograr un CUD (certificado único de discapacidad) y peor aún lograr que las obras sociales reconozcan los tratamientos que estas personas necesitan.
Pero al momento de acceder a la educación en lugar de que se abran puertas, muchas se cierran y se comienzan a escuchar los "peros" por parte de las autoridades.
Si bien existen las escuelas especiales, siempre está abierta la posibilidad de que los menores puedan asistir a la escuela de común.
Pero cuando desde la escuela común se cierran puertas y empiezan los cuestionamientos los padres viven hostigamientos y hasta discriminación por parte de los directivos.
¿Qué por qué allí y no a una escuela especial?
¿Qué si la ley lo permite o no?
¿Qué no pueden dejar ingresar a un docente para que haga el apoyo y sea externo a la institución?, la autorización de la supervisora de la región a la que corresponda o bien de la supervisora de educación especial.
Muchos papás logran superar todo esto y sus hijos pueden acceder a la educación común, pero muchos otros se dan por vencidos o ante la falta de conocimiento deciden no escolarizar a los menores.
Y desde allí no logramos llegar a la premisa tan ansiada como es la de "una sociedad inclusiva".
La lucha de una familia
INTEGRADO / DOCENTES ASISTEN A UN ESTUDIANTE.
Jimena Calderón es la mamá de un niño de cinco años que intenta ingresar a la escuela común de Perico y afligida nos comenta que la lucha por lograr la integración de su pequeño se inició a fines del año pasado cuando empezaron a buscar escuela para el ciclo lectivo 2018.
En diálogo con nuestro diario ella nos comenta: “A fines del año pasado empecé a buscar escuela para mi hijo dije que era para sala de cinco años me dijeron que no había problema, que tenían lugar, después cuando dije que él tiene una discapacidad, me dijeron que no tenían lugar en esa sala y que creían que era para sala de cuatro años”. Este tipo de “argumentos” es muy común en las escuelas públicas y privadas de nuestra provincia.
Iniciado este año pide inscribir a su hijo en una escuela periqueña, le dijeron que no tenía problemas porque el radio le correspondía para poder asistir a esa institución. Jimena no dijo que su hijo convive con autismo, cuando se lo hizo saber a los directivos de la institución comenzó un verdadero calvario para ella y su familia, “la directora me pidió los papeles del equipo que trata a mi pequeño y me aseguro que no habría problemas. En el mes de febrero me llaman para tener una reunión y allí me dicen que mi niño no iba a poder asistir a esa institución y que era preferible que asista a la escuela especial. En la escuela especial lo evaluaron solo media hora y me dijeron que mi hijo no estaba apto para ingresar a ningún establecimiento educativo”.
A Jimena no solo le negaron la escolarización y la posibilidad de que su niño sea integrado por la escuela especial sino que además desde la misma escuela especial la maltrataron diciéndole que “baje a la realidad y que no tenga expectativas altas sobre los alcances que pueda tener su hijo, porque él no va a poder ser un niño integrado”. Si desde la escuela especial dicen esto, ¿que pueden esperar los padres de que su hijo con discapacidad pueda asistir a una escuela común?
“Cuando vuelvo a la escuela común, la directora me dice que yo no era nadie para decir que mi hijo puede asistir a esa escuela”, asegura Jimena. Luego la directora acepta que el equipo interdisciplinario asista a la institución a tener una reunión con los directivos y las terapeutas que asistieron a la escuela les dijo que “no tenga esperanzas de que mi niño asista a esa escuela porque los directivos están muy cerrados en que mi hijo no asista allí. Lo peor fue cuando la directora me dijo que mi hijo solo iba a poder asistir a la institución dos horas a la semana y ante el primer berrinche iba a mandar al niño a la escuela especial”, comenta Jimena con lágrimas en los ojos ante el dolor que provoca esta situación.
Los apoyos variados
NIÑOS FELICES Y CONTENIDOS
Apoyos comunicacionales aseguran que las formas de comunicación de todo el alumnado sean puestas en juego en los procesos de enseñanza e interacción.
Deben tenerse en cuenta: el Braille, la Lengua de Señas Argentina y las formas de comunicación aumentativo-
alternativas.
Apoyos materiales: consisten tanto en las Tics y tecnología asistiva, así como toda adecuación del entorno y los materiales de trabajo que elimine las barreras a la participación y el aprendizaje de alumnos con discapacidad.
Apoyos en término de recursos humanos: abarcan tanto todos los miembros de la comunidad escolar que pueden verse involucrados en la planificación así como en el desarrollo de las clases en aulas inclusivas.
Pueden incluirse recursos de la sociedad civil, equipos externos, así como a los maestros de Apoyo a la Integración, los Acompañantes Personales No Docentes (Apnd), los Maestros de Apoyo Pedagógico, los Maestros de Apoyo Psicológico (MAP), los Asistentes Celadores, los Intérpretes de Lengua de Señas, etc.
Derechos en plena vigencia
El artículo 24 del Derecho de las Personas con Discapacidad dice que los estados reconocen los derechos de las personas con discapacidad a la educación con miras a hacer efectivo este derecho sin discriminación y la base de igualdad de oportunidades para todos. Esto quiere decir que el Estado debe garantizar un sistema educativo inclusivo de todos los niveles a lo largo de la vida de una persona para así poder desarrollar el potencial humano y el sentido de dignidad y autoestima. Poder desarrollar las habilidades de las personas con discapacidad para lograr que el día de mañana pueda participar libremente de la vida social.
Es por esto que las personas con discapacidad no queden excluidas del sistema general de educación por motivos de discapacidad, y que los niños y las niñas con discapacidad no queden excluidos de la enseñanza primaria gratuita y obligatoria ni de la enseñanza secundaria por motivos de discapacidad. Por ello es que aquí juegan un papel importantísimo las escuelas especiales que son las encargadas de realizar la “integración” de las personas con discapacidad.
En caso de que las familias cuenten con una obra social y ese alumno cuente con un equipo privado que realice el tratamiento y este tenga un gabinete pedagógico, es ese equipo el que puede hacer la integración del niño. En este punto no necesariamente es la escuela especial la que debe hacerse cargo de esa integración, ya que lo realiza el equipo privado.
En caso de que la familia del niño con discapacidad no cuente con una obra social, la escuela especial tiene la obligación de realizar la integración escolar del menor. Lo ideal sería que la asistencia de la maestra integradora sea diaria y no como es en realidad que solo se acerca al establecimiento educativo una o dos veces al mes.
Ya pasó un mes de que empezaron las clases y como el caso de Jimena que aún no tiene respuesta sobre si su niño va a poder asistir a la escuela común, la misma situación la atraviesa muchas familias jujeñas. Evidentemente la falta de compromiso y amor por el prójimo tiene más fuerza de lo que manda la ley. La falta de capacitación de los docentes sobre discapacidad hace que se actúe de manera grotesca y humillante, cuando además de contenidos pedagógicos a lo igual que la familia también enseñan valores.
Situaciones como éstas existen muchas y lamentablemente se repiten año tras año, cuando muchas familias solo piden a gritos que sus hijos sean tratados de igual forma que otros y poder educarlos como lo manda la ley.
Trayectorias
Trayectorias escolares: Es necesario que se respeten la trayectoria escolar de cada alumno y se realicen los apoyos correspondientes, esto quiere decir que, una cuestión central para posibilitar la inclusión de alumnos y alumnas con discapacidad es la construcción de apoyos.
Este término se distancia del usualmente utilizado por el sistema educativo como “adaptaciones”, que responde a una concepción que sostiene que es el alumno quien debe adecuarse a la escuela y no en el sentido contrario.
El término apoyo alude a todas aquellas modificaciones que las escuelas producen en pos de asegurar la plena participación y aprendizaje del alumnado con discapacidad.
Discriminación
Las personas con discapacidad enfrentan múltiples dificultades para ingresar al sistema educativo común.
Con frecuencia, las negativas de matriculación se fundan en la imposibilidad de los niños con discapacidad para cumplir con las exigencias de las instituciones, la falta de recursos para llevar a cabo un proceso de inclusión o el “cumplimiento de un cupo por discapacidad”.
En ocasiones, la negativa -que rara vez es documentada y justificada por escrito- se produce después de haber solicitado a las familias diversos estudios médicos, los cuales se consideran no solo suficientes sino, también, imprescindibles para determinar si el niño puede o no ingresar a un determinado establecimiento educacional.
Estas conductas configuran actos de discriminación por motivos de discapacidad, prohibidos por normas nacionales e internacionales.
En particular, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad establece que los Estados deben asegurar que los niños con discapacidad no queden excluidos del sistema general de educación (artículo 24).
Una asignatura pendiente en nuestra provincia.
La escuela especial
La educación especial es la modalidad del sistema educativo destinada a asegurar el derecho a la educación obligatoria de las personas con discapacidad. Es aquella institución que debe propiciar acciones vinculas al fortalecimiento de las trayectorias escolares de los estudiantes con discapacidad.Asimismo tiene como fin generar políticas educativas que fortalezcan la cultura inclusiva al interior del sistema educativo. Llamamos integración cuando a la escuela asiste una maestra de apoyo para brindar la ayuda a los niños cuando lo necesitan, esto no quiere decir que la maestra del grado se “desliga” de este niño, sino que todo lo contrario porque la ayudante solo brinda herramientas a la “seño” de cómo trabajar con ese alumno.