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La medicina de la risa para curar el corazón de pequeños hospitalizados

Los “Payamigos” brindan contención y alegría a chicos que se encuentran pasando por un duro momento de salud. Dos veces a la semana visitan a niños con cáncer de la Sala Fucsia del hospital “Dr. Héctor Quintana”. Buscan voluntarios.
Sabado, 07 de abril de 2018 21:05

Hay situaciones dolorosas en la vida que son muy difíciles de explicar y más si los que las atraviesan son niños que de repente deben sacar fuerzas de adulto para superar esas adversidades. Dentro del Hospital de Niños “Dr. Héctor Quintana” en sus diferentes salas, se pueden observar casos de ese tipo. En donde un pequeño sufre de una enfermedad que lo ataca sin piedad dejándolo sin fuerzas y con serias dificultades físicas que no lo dejan hacer aquello que más le gusta: jugar y divertirse.

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Hay situaciones dolorosas en la vida que son muy difíciles de explicar y más si los que las atraviesan son niños que de repente deben sacar fuerzas de adulto para superar esas adversidades. Dentro del Hospital de Niños “Dr. Héctor Quintana” en sus diferentes salas, se pueden observar casos de ese tipo. En donde un pequeño sufre de una enfermedad que lo ataca sin piedad dejándolo sin fuerzas y con serias dificultades físicas que no lo dejan hacer aquello que más le gusta: jugar y divertirse.

Dentro de la Sala Fucsia del nosocomio se encuentran internados los niños que están enfermos de cáncer y para recuperarse deben someterse a pinchazos, a numerosos estudios y ,lo peor, a la quimioterapia.

Pero a la par de eso y como una medicina alternativa, existen seres que se visten de payasos coloridos y llegan a ellos con un tratamiento muy efectivo. Un tratamiento que les levanta el ánimo y por unos momentos, hace que se olviden de esa enfermedad que los maltrae.

Dos veces a la semana, voluntarios del grupo “Payamigos” visitan la Sala Fucsia y llevan su medicina que se compone con risas latentes que no paran un segundo, carcajadas que aturden, juegos que divierten y sobre todo una gran dosis de amor.

Estos jóvenes altruistas intentan contener emocionalmente al niño que está decaído y crean un vínculo de amistad que es apoyado por todos los especialistas que trabajan en el hospital. Los profesionales saben lo importante que es para el paciente su estado de ánimo y más si son tan chicos.

Franco Sajama, es uno de los referentes de este grupo y para poder iniciar con esta tarea tuvo que investigar y estudiar sobre el tema, “sabía que nos íbamos a cruzar con realidades muy duras , por eso me antes de iniciar con el proyecto me puse a investigar sobre el cáncer, sobre los juegos que se pueden hacer con esos pacientes, sobre normas de higiene y conductas que debemos tener, primero hice un estudio para saber a dónde íbamos a ir”, mencionó el joven, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.

Una vez capacitado, Franco y sus compañeros escribieron detalladamente su proyecto y lo presentaron a las autoridades del nosocomio. Al poco tiempo fue aprobado y a fines de agosto del año pasado inició esta aventura de los “Payamigos”.

Desde ese momento, todos los miércoles y viernes de 9.30 a 12.30 el equipo visita a los pequeños que no siempre están muy receptivos a raíz de su tratamiento, pero se las ingenian para robar sonrisas. En cada jornada la situación es distinta, no siempre están los mismos chicos ya que algunos están internados más tiempo que otros.

“Lo más importante es, después de ponernos nuestro uniforme de payasos, ingresar al lugar con mucha energía y contagiarla. El primer día que fui, al principio me puse triste al ver a niños tan chiquitos y rapados por la quimioterapia, pero rápidamente saqué fuerzas y me puse alegre porque eso es lo que queremos trasmitirles”, comentó Micaela Solis, integrante del grupo.

En cada intervención, los chicos son entre 5 y 10 y tienen entre 3 y 12 años. Aunque los “Payas” son jóvenes mayores de 18 años, sienten que al tomar contacto con los niños vuelven a su infancia.

Al respecto, Franco Sajama explicó que: “Es un espacio para abrir la mente y despejarse, ser payasos es volver a ser un niño por un instante. Nosotros cuando vamos no es que hacemos un personaje, lo que hacemos es sacar nuestro niño interior. Ser un niño es no tener preocupaciones ni prejuicios. Solo jugar y compartir y ser uno más de ellos”.

Un encuentro de emociones

Al llegar a cada intervención, los “Payamigos” se enfocan en crear momentos divertidos y lo logran mediante la improvisación, es decir, lo que sale en el momento. Si bien, van preparados con juegos e indumentaria, los chistes y gesticulaciones nacen en ese instante.

Además de la improvisación, sus técnicas se basan en la comedia y en el clown (la diversidad de colores en su vestimenta).

Hay juegos de todo tipo, desde burbujas a espadas imaginarias. También se hacen un tiempo para charlar e interactuar con los pequeños. Al principio algunos muestran timidez, pero a medida que pasan los minutos todos se suman a ese encuentro de emociones.

“Hay chicos que están en cama y otros no, por ello es que nos dividimos para estar con todos. Nos ingeniamos y adaptamos los juegos y la forma de jugar acorde al estado del niño, algunos están más lúcidos que otros”, sostuvo Sajama.

A pesar de que el ambiente no es agradable, por la salud de ellos, los voluntarios logran sacar las mejores carcajadas en cada intervención. Y no solo es dentro del hospital, también hay chicos que los invitan al festejo de sus cumpleaños en sus hogares. El vínculo afectivo es fuerte y los familiares son muy agradecidos.

Los chicos los ven llegar y se emocionan, sienten una esperanza más para seguir adelante. Ellos con sus atuendos y con una sonrisa inmensa los abrazan y les dan esa fuerza que tanto necesitan para afrontar las dificultares que poseen a raíz de esa enfermedad.

Los doctores y enfermeras también les agradecen y colaboran guiándolos para que su trabajo sea más eficiente.

Único requisito: tener ganas de dar amor

Esta loable tarea requiere de más participación de la sociedad ya que sumar a más personas implicaría mayor alcance y, por ende, más carcajadas de un niño. Por esta razón es que los “Payamigos” invitan a todos aquellos que quieran participar en sus actividades. El único requisito es tener ganas de brindar amor a un niño enfermito.

Es necesario que más voluntarios se unan porque durante el mes de abril también recorrerán las salas Amarilla, Verde y Naranja del Hospital de Niños. Allí se encuentran internados pequeños con otras enfermedades o accidentados.

Para intervenir en esas salas también presentaron un proyecto que fue aprobado. Los días que irán serán los domingos de 16 a 18.

Para que los nuevos integrantes aprendan las técnicas de un payaso, todos los sábados de 10 a 12 los “Payamigos” lanzaron un taller abierto a toda la comunidad. Es un espacio de formación que se lleva a cabo en el Centro de Arte Joven Andino (Caja), situado en Alvear 534.

“En el curso hablamos todo lo que implica esta tarea y además practicamos juegos para que todos quieran sumarse a esta iniciativa. También estamos dando clases de globología para que aprendan a hacer figuras con globos”, mencionó al respecto Franco Sajama.

Micaela Solis, en relación a su experiencia en el grupo contó lo siguiente: “Primero participé en las visitas a geriátricos y desde hace 3 meses que estoy en el hospital. Es una experiencia hermosa que se la recomiendo a cualquier persona. Todos los días uno está inmerso en una rutina acelerada y tomarse un tiempo para hacer feliz a los niños mediante la risa, es inigualable”.

Por su parte, Sajama, hizo mención a su experiencia dentro de los “Payamigos”, “para mi es una pasión ser payaso, hace 3 años y medio que estoy con este grupo. Para iniciar este proyecto me preparé, investigué, estudié y aprendí de payasos de otros países y lo hice porque me gusta hacer esto. Con una sonrisa de los niños me devuelve mucho, hasta hubo chicos que me dijeron que soñaron conmigo, eso es muy hermoso y gratificante. El vínculo que se genera me llena el corazón. Hacer reír a los chicos y que se olviden de su enfermedad es nuestro objetivo”.

Llamado a la solidaridad

Para llevar a cabo estas intervenciones, los “Payamigos” solicitan a la sociedad donaciones de globos largos, burbujeros y juegos de mesa en buen estado.

Para colaborar, el número 388-154397814.

“Payamigos” en geriátricos

Todos los sábados, por la tarde, los integrantes de Payamigos" se juntan y empiezan sus recorridos por los diferentes hogares para adultos mayores de la capital jujeña.

En total asisten a seis de ellos que albergan entre 60 a 70 hombres y mujeres. "Nosotros programamos las actividades antes de ir, cada sábado que los visitamos tratamos de sacarlos de esa realidad que los azota. A cada uno de nosotros nos tocó escuchar relatos estremecedores donde nos dicen lo mucho que sufren al estar solos, pero tratamos de hablarles de otra cosa. Sacarlos de la rutina, de ese abandono. Por eso tenemos algunas herramientas que son las cartas, los bingos, juego de mesa, pelotas, y así los distraemos", sostuvo al respecto Geovana Arjona, integrante del grupo.

En relación a esto, los voluntarios explican que cada persona tiene una personalidad distinta y reacciona de diferente manera cuando ellos los visitan. Algunos, los más alegres, se convierten en un "Payamigo" más y se suman a la ronda de chistes y risas pero hay otros, más reservados, que prefieren una charla más serena sobre fútbol o política, por ejemplo.

Para sumarse o colaborar se encuentra disponible la página de Facebook: "Payamigos Grupo de Voluntarios" o el número de teléfono: 388- 154785594. 

Situación del cáncer infantil en Argentina

Se puede afirmar que hoy se cura aproximadamente en el 70 % de los de cáncer infantil. Esto significó un cambio importante en el enfoque del tratamiento y del cuidado de estos niños ya que en la mayor parte de los casos constituye una enfermedad crónica con secuelas de distinta importancia. El diagnóstico temprano, el acceso a un tratamiento adecuado, el cumplimiento de dicho tratamiento en el tiempo correcto, un buen estado nutricional y el apoyo de una red de soporte socio-emocional (el aporte de los “Payas) son parte de los factores que colaboran con el éxito del tratamiento.

En la Argentina hay aproximadamente 12.740 niños que luchan contra el cáncer. Esto significa que la enfermedad se presenta en 128 personas menores de 15 años por cada millón de habitantes. La dificultad para acceder al tratamiento no es la mayor complicación, ya que, según cifras del Ministerio de Salud, el 80% de los casos recibe atención en el sistema público de salud.

Por más información y consultas en: www.msal.gov.ar/inc/ (Instituto Nacional del Cáncer) o en www.fundacionflexer.org.