Con la masiva participación de la feligresía, la comunidad de la capilla de barrio Snopek vivió sus fiestas patronales en honor a la Virgen de Luján, que comenzó días previos con un novenario y tuvo como corolario la celebración central que fue presidida por el párroco Daniel Alberto Baca. En la oportunidad, el padre expresó que siguen trabajando en la construcción del templo y pidió colaboración a la comunidad para completar la obra.
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Con la masiva participación de la feligresía, la comunidad de la capilla de barrio Snopek vivió sus fiestas patronales en honor a la Virgen de Luján, que comenzó días previos con un novenario y tuvo como corolario la celebración central que fue presidida por el párroco Daniel Alberto Baca. En la oportunidad, el padre expresó que siguen trabajando en la construcción del templo y pidió colaboración a la comunidad para completar la obra.
En horas de la festiva mañana, las familias se congregaron en el templo, arribando también comunidades de barrios vecinos que pertenecen a la jurisdicción de la parroquia San Pedro de Río Negro.
En su homilía, el padre Daniel expresó la doble alegría que se vivió en la jornada, "estamos viviendo el día de la ascensión del Señor y coincidentemente, la comunidad de la capilla del barrio celebra a Nuestra Señora de Luján, patrona de nuestra patria Argentina. Si bien la fiesta es el 8 de mayo, decidimos congregarnos hoy, por lo que representa la posibilidad de la participación de la familia, de los niños de catequesis y devotos de comunidades vecinas", dijo el sacerdote.
Finalizado el oficio religioso, todos se prepararon para participar de la tradicional procesión, llevando en andas la imagen de la santa patrona, que estuvo acompañada por otras imágenes y la presencia los integrantes de la asociación gaucha Virgen de Itatí.
La procesión se detuvo en varios hogares, donde las familias salieron a saludar a la Virgen, el olor a sahumerio inundó el aire mientras el padre impartía la bendición. También se detuvo en la casa de la familia Mamaní, donde aguardaron a la Virgen con los tradicionales cargamentos, vehículos adornados con aguayos multicolores y miniaturas. En otra esquina, hicieron lo propio los niños de catequesis acompañados por doña Emérita.
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