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Se destacaron obras de Neuquén y de Córdoba

Un recorrido por las obras del miércoles y el jueves, habla de la gran diversidad temática, estética y hasta de calidades del teatro argentino. La programación está conformada por los 32 espectáculos seleccionados en las Fiestas Provinciales de Teatro.
Sabado, 19 de mayo de 2018 00:00

En las dos últimas jornadas de la 33º Fiesta Nacional del Teatro, que se está desarrollando en la ciudad de Rosario de Santa Fe, organizada por el Instituto Nacional del Teatro (INT), pasaron las obras de Neuquén, Caba (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Tierra del Fuego, Buenos Aires, Entre Ríos, San Juan, Córdoba y La Pampa.

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En las dos últimas jornadas de la 33º Fiesta Nacional del Teatro, que se está desarrollando en la ciudad de Rosario de Santa Fe, organizada por el Instituto Nacional del Teatro (INT), pasaron las obras de Neuquén, Caba (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Tierra del Fuego, Buenos Aires, Entre Ríos, San Juan, Córdoba y La Pampa.

“Vairoleto, Pechito Libertario”, que fue una de las obras más bonitas de la jornada, de Neuquén, coincidió con “Yo, Encarnación Ezcurra” de Caba, en el uso de la música en vivo, con los músicos sobre el escenario completando con sones de alta calidad los textos. “Vairoleto...” es una obra de títeres de gran belleza, en la que el titiritero se desenmascara ante el público y con ciertos guiños cuenta lo que hace y lo que busca de la platea, mientras cuenta la historia. El autor es Rafael Urretabizcaya, y actúan Daniel Aguirre (el titiritero) y los músicos Andrés Durán y Santiago Aguirre, con dirección de Carlos Piñero. El teatrillo tiene un lugar de privilegio en el centro del escenario, y deja ver al titiritero realizando las maniobras para contar un gran cuento.

“Yo, Encarnación Ezcurra” fue la propuesta de Caba, que cuenta en primera persona la historia y las peripecias de una mujer que acompaña y domina las acciones del prócer Juan Manuel de Rosas. Muestra una personalidad muy fuerte, de mujer transgresora, india, negra, con un vestido blanco de candombera quizás. Es una puesta imponente, y la actriz, Lorena Vega, despliega una voz y un ritmos muy claros en su monólogo. Lo cierto es que quizás a propósito, el tono “canchero, relajante” que usa la actriz, suena más a mujer moderna, y eso descoloca por su forma de hablar con respecto al tiempo de la escena. El personaje, si bien es una mujer muy fuerte, tiene modos de la mujer de hoy. Puede ser un llamado a la actualidad o no. Destacable al cien por ciento los músicos que acompañan esta puesta. Una voz impecable de Malena Zuelgaray, va acompañada de percusión de muy buen gusto y otros instrumentos en las mano de Agustín Flors Muñoz y Sebastián Guevara.

 “YO, ENCARNACIÓN EZCURRA”. LORENA VEGA EN LA PROPUESTA TEATRAL DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES.

No llama la atención que Córdoba dé clases de teatro, es sin dudas, una de las cunas y centros de esta disciplina en el país, y en cada fiesta nacional lo hace notar. Justamente la obra que se presentó en la noche del jueves en la Escuela Municipal de Artes Urbano, se titula “Clase” y con la actuación sin desperdicios de Elisa Gagliano y Pablo Martella, con dirección de Gonzalo Marull.

El texto de Guillermo Calderón lleva a una alumna y su profesor a desandar sus ideas filosóficas, de vida, de política, de religión. La jornada educativa se traspone a una charla muy intensa, porque ambos quedaron solos en el aula. Los demás alumnos se fueron a una marcha de protesta. Los actores se funden en el público, el público forma parte de esa clase como testigo silencioso, y pueden sentir los distintos momentos emotivos de los personajes. Una obra despojada de escenografía, con luz blanca, que permite el acercamiento. Mucho texto, muchos mensajes, mucha densidad en los decires de estos dos personajes, que dejan al espectador pensando en el sentido de la rebeldía, de la revolución, de la alienación, de la felicidad.

Estas son las presentaciones más destacadas de las jornadas del miércoles y el jueves, que se completan con una “Ribera despojada” de Tierra del Fuego que presenta seis personajes, espectros, que esperan algo que no llega y mientras tanto, hablan de sus esperanzas. Resulta muy larga, y no convencen ni la estética ni las actuaciones; “Como la espuma de un mar enorme” es la historia de dos personajes, la dueña de casa y su sirvienta (trans, gay o lesbiana, puede ser cualquiera de las opciones, se llama Marilú). Marilú está totalmente sometida a la esencia dominadora y triste de esa mujer, a la que termina sometiendo sexualmente, en una escena muy fuerte que corta bruscamente la historia.

En la programación del viernes contó también con una actuación destacada de Candela González Tonón y dirección de Gastón Díaz, del grupo Kesto Kelotro de Entre Ríos. Un monólogo perfectamente logrado en “Guía semanal de ideas”, la historia de una mujer que discute con su marido y sus desavenencias.

Finalmente, “Mujeres que soñaron caballos”, una tragedia medianamente trascendente en el marco de esta programación, con elenco de La Pampa, y “Sanagasta” de La Rioja, sobre un mito y una leyenda, con tono de misterio y terror, que también resultó larga para una platea que terminaba su jornada con esta propuesta.