¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
24 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

¿Cantantes y cantantas?

Lunes, 11 de junio de 2018 00:00

 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

 

Muchos se habrán sorprendido al leer las noticias del nuevo gobierno de España, como ha cambiado el tratamiento hacia las profesiones de las mujeres que ocupan cargos políticos.

Se habló en Madrid de ministros y ministras. Si bien en la lengua castellana el plural al haber hombres y mujeres siempre se da por el masculino, algunos idiomas han decidido incluir a las mujeres distinguiéndolas. También en España se dan estos nuevos aires, donde se justificó la decisión de designar el gabinete de ministros y ministras porque cuando se dirigen hacia el público en general uno se dirige de la siguiente forma: señores y señoras, damas y caballeros. Entonces, también es lógico decir: ministros y ministras.

Pues bien, algunos idiomas, en especial los germanos, han comenzado o bien a distinguir o mejor dicho, a incluir a la mujer. En el caso del alemán siempre se hace la distinción (Arbeiter, trabajador, Arbeiterin, trabajadora) y así la conquista de las feministas han logrado sentar escuela en el idioma.

Por otro lado, los idiomas escandinavos se han inclinado por utilizar un neutro para designar, evitando así la distinción entre hombres y mujeres y proclamando la igualdad de sexos en el idioma. Algunas veces no es tan feliz, pues la palabra masculina designa a la palabra femenina también (en noruego, laerer es maestro y maestra, antiguamente maestra era laerinne).

En Inglaterra, por otra parte, donde la palabra actor y actress designaban a los actores y actrices, con su diferenciación, se ha empezado por llamar "male actor" y "female actor", es decir, actor masculino y actor femenino.

La lengua en este caso se ha modernizado siguiendo las ideas de las minorías que han luchado por conseguir su lugar en la sociedad, en este caso, las mujeres con el feminismo han logrado cambiar la lengua en Alemania.

Pero en el panorama latinoamericano también se ha empezado a distinguir. Es el caso de nuestra anterior presidente, o mejor dicho, presidenta.

Si bien la lengua castellana para algunas profesiones no distingue (recepcionista, estudiante, presidente) se ha empezado a aceptar la variante femenina para ser inclusiva.

Aunque el castellano es una lengua conservadora, los guardianes de la misma en la Real Academia van a insistir en que el masculino plural engloba al femenino, para descontento de muchos o muchas, valga la redundancia.

También en los medios sociales se ha empezado a usar una X, para incluir o evitar distinguir entre hombres y mujeres, por ejemplo, queridxs , que englobaría a ambos sexos. La pregunta sería como se lee.

Otra variante es escribir tod@s, querid@s, y utilizar la arroba como un elemento creativo para incluir y además para ahorrar.

Maravillosamente la inclusión de las mujeres y de los homosexuales va cobrando fuerza en el mundo jurídico y lingístico, con sus detractores que protestan con gran fuerza.

Pero en el mundo que nos atañe, el de la música y que el querido lector y la querida lectora esperan cada semana, podremos sorprendernos a la hora de leer nuevas variantes de profesiones.

Se conoce a la persona que vive de la música y cuyo trabajo es hacer música profesional, como músico. Quizás es correcto que una mujer sea música, como toda profesión masculina que termina en o, forma el femenino en a, siguiendo la lógica.

Pero, ¿cómo denominaremos a la profesión femenina del cantante? Si bien las profesiones que terminan en "e" se mantienen para ambos sexos, vemos que la palabra presidenta se acepta tanto como presidente.

A la hora de llamar a una colega soprano, mezzosoprano o contralto, debemos denominarla ¿cantanta? Si Cristina Kirchner y Michelle Bachelet eran presidentas, quizás Montserrat Caballé por lógica debería ser cantanta.

Pues esto deja la ventana abierta para los teóricos de la lengua castellana, siguiendo la regla antigua y conocida o modernizándola acorde a los nuevos tiempos.

.

.

.

.

.

.

.

 

Temas de la nota