Los más pequeños siempre dan la nota en este acontecimiento que une a todos los jujeños.
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Los más pequeños siempre dan la nota en este acontecimiento que une a todos los jujeños.
Su ansiedad en los días y horas previas así como también su alegría segundos antes de la largada son muestra evidente de su fiel compromiso con esta prueba pedestre.
Las numerosas familias que se vieron el domingo en el predio del Ri 20 fueron una clara evidencia del sentido de pertenencia que sobre todo los niños tienen con el maratón que organiza este matunino.
Algunos grupos familiares, ratificaron su acompañamiento a la competencia volviendo a ser parte como en ediciones anteriores. Para otras familias fue la primera vez, como fue el caso de los Valencia, Cruz y Mamaní quienes admitieron tener su primera experiencia en esta maratón verdaderamente inclusiva.
"Vinimos toda la familia, estan acá los dos pequeños Juanita y Matías", afirmó la madre asegurando que la idea desde un principio fue inscribir a los pequeños para que se diviertan y esto trajo como consecuencia la participación de uno de los tíos de los pequeños.
"Desde temprano nos preparamos", afirmó la mamá. Siendo precavidos con el viento Norte pero a la vez puntuales con los horarios estipulados por la organización este grupo familiar se llegó con sus niños a la competencia.
En conclusión desde barrio Belgrano, Cuyaya y San Pedrito esta familia tuvo su primera vez con una prueba en la que los más pequeños disfrutan demasiado de todo.
Al finalizar cada prueba todas las categorías menores tuvieron su recompensa. Desde la organización se les entregó, además de una botella de agua para hidratarse, una medalla, que los chicos recibieron con total orgullo y felicidad paseándose con ella por todo el predio y seguramente "exigiéndoles" a sus papás el retorno a la competencia el año que viene. Niños y niñas se mostraron felices con una competencia que los mimó y los seguirá mimando.