Fueron tres años para sacarles el jugo. Más de mil días en los que los argentinos se agolpaban para cruzar a Chile en cada oportunidad que tenían, no importaban las largas horas de cola en el Paso Internacional, ni el frío y ni siquiera los impuestos. Era tan conveniente hacerse de un televisor, una computadora o un celular en el país vecino, que todo aquello valía la pena. Pero todo tiene su fin, y el boom de turismo de shopping de argentinos en Chile ha caído un 30% y la tendencia es que siga a la baja.
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Fueron tres años para sacarles el jugo. Más de mil días en los que los argentinos se agolpaban para cruzar a Chile en cada oportunidad que tenían, no importaban las largas horas de cola en el Paso Internacional, ni el frío y ni siquiera los impuestos. Era tan conveniente hacerse de un televisor, una computadora o un celular en el país vecino, que todo aquello valía la pena. Pero todo tiene su fin, y el boom de turismo de shopping de argentinos en Chile ha caído un 30% y la tendencia es que siga a la baja.
El dato lo dio a conocer la Cámara Nacional de Comercio de Chile con cifras del primer trimestre del año, que fueron analizadas, a su vez, por los economistas de la Fundación Ideal de Mendoza. De acuerdo al análisis de la fundación, por primera vez después de tres años consecutivos de crecimiento, las compras de argentinos en Chile han mostrado una tendencia decreciente. El 39% de las compras con tarjetas bancarias extranjeras en Chile son realizadas con plásticos argentinos. Este porcentaje muestra un quiebre de tendencia respecto a lo que se venía observando en los años previos, en los cuales el crecimiento había sido sostenido: mientras que en 2015 el incremento llegaba al 22%, en 2016 se ubicó en 41% y en 2017 había subido hasta el 49%.
"Las compras venían creciendo a una tasa del 40% anual, en 2015, 2016 y 2017 y lo que vemos ahora es un cambio de tendencia agresivo y es de esperar que se profundice", explicó Rodrigo González, economista de la Fundación Ideal.
Desde el punto de vista chileno, la fuerte caída en las ventas se explica por la desaceleración en la entrada de argentinos en los últimos meses, quienes impulsaron el comercio de shopping en los veranos de 2015, 2016 y 2017. "Además, da cuenta del eventual fin de un ciclo de compras, donde Chile perdió competitividad respecto del país vecino; en parte, por una mayor apreciación de nuestra moneda junto con una disminución en las fuertes diferencias de precios que existían entre los productos de consumo en ambos países", manifestó Bernardita Silva, Gerenta de Estudios de la CNC.
Los cambios macroeconómicos en Argentina fueron los grandes responsables del fin del boom de compras. Según los datos de Ideal, en el primer trimestre de 2018 el tipo de cambio real bilateral Argentina-Chile aumentó 11% respecto al mismo período del año pasado, es decir, los productos chilenos se hicieron 11% más caros para los argentinos.
"Después de ese primer trimestre en donde se notó la caída, se han profundizado la distorsión de variables que hizo que bajara la venta de los negocios de Chile. Lo que sucedió es que el tipo de cambio aumentó, pasó de un promedio de $16 a $20 en el primer trimestre y ahora de casi $30. Eso ahuyentó parte de las compras en el exterior y eso en el segundo trimestre se profundizó, el peso se sigue devaluando, los mendocinos cada vez tenemos menos poder de compra en Chile por el aumento del dólar, y todo eso se va a mantener así en lo que resta del año. Lo atractivo de los precios Chileno, no va a volver en lo que resta del año y posiblemente tampoco en el año que viene, estos ciclos suceden. Esto no es de corto plazo, llegó para quedarse", explicó.
Dijo que no se producirá un efecto contrario, el boom de compras de los chilenos en Argentina no será algo que vaya a suceder. "Hemos devaluado un 65% en el año, pero el dólar ha pasado de $17 a $27, si bien genera un incentivo a que vengan, tampoco tenemos la ganga de precios de 2002 o 2003. Es esperable que los chilenos vengan a visitarnos y aprovechen el turismo", comentó.
"El programa económico que viene implica un dólar muy alto, una inflación alta pero por debajo del dólar y salarios que pierden con todo" (Rodrigo González, economista Fundación Ideal).
FUENTE: DIARIO DE CUYO