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El amor de su padre lo salvó tras padecer una enfermedad terminal

Este es el relato de Oscar Portal, un jujeño que pasó por una situación muy dolorosa al tener a su hijo en grave estado. Para seguir viviendo, el joven necesitaba un riñón que él no dudó en donárselo. Un caso para tomar conciencia. 
Sabado, 09 de junio de 2018 18:21
UN VÍNCULO ÚNICO/ SU HIJO LO NECESITABA Y ÉL NO DUDÓ EN AYUDARLO.

La donación de órganos es una de las tantas problemáticas latentes en todo el mundo y que requiere de mayor atención por parte de la sociedad. Necesitar un trasplante es una compleja situación que a todos nos puede pasar, generalmente a muchos les ocurre después de contraer una enfermedad.
Por esa razón, es importante que la comunidad en general tome conciencia de lo imprescindible que es manifestar la voluntad de ser donante. Hay diversas formas de hacerlo, una de ellas es inscribiéndose en el Incucai (www.incucai.gov.ar) o simplemente hablando del tema con la familia, especialmente con los más allegados.
En Jujuy existen innumerables casos de personas, adultos y pequeños, que atravesaron por esto. Algunos de ellos nunca recibieron ese órgano que tanto esperaron por años, y lamentablemente perdieron su vida. Otros continúan en esa lucha diaria y, con fe y optimismo, afrontan esa enfermedad hasta que llegue ese héroe o heroína que pueda salvarles la vida.
El otro extremo de esos casos, es cuando una persona logra superar esa dolorosa instancia al recibir esa donación tan importante y necesaria para vivir. Dentro de este tipo de casos que tienen un final feliz, se encuentra el de Oscar y Gonzalo.
En diálogo con El Tribuno de Jujuy, Oscar Portal, vecino del barrio San Pedrito, nos contó una conmovedora historia, que refleja ese lazo inigualable que solo existe entre un padre y un hijo.
Gonzalo, su hijo mayor, al terminar el secundario continuó sus estudios en la provincia de Córdoba a través de la carrera de ingeniería en computación.
Todo comenzó hace tres años: “El 13 de agosto del 2015 Gonzalo se acostó a dormir sintiéndose raro, muy cansado y con un poco de dificultad en la respiración, en la madrugada del viernes 14, su hermana Fernanda lo acompañó al Sanatorio Allende ya que se sentía muy mal, no podía respirar, fue ingresado en un primer momento en unidad coronaria mientras le realizaban un sinfín de estudios y análisis”, relató Oscar.
En un primer momento y por pedido del joven, Fernanda que lo acompañaba en ese momento no les mencionó a sus padres lo que ocurría pensando que podía ser algo pasajero hasta que le dieron el diagnóstico menos esperado.
El muchacho poseía una grave enfermedad denominada “insuficiencia renal terminal”. “Me imagino lo que debe haber sido para ella enfrentar las malas noticias y tomar la decisión de trasladarlo ya que había problemas administrativos con la obra social. Esa misma tarde fue derivado al hospital Córdoba, al cual le estamos eternamente agradecidos no solo en lo profesional sino también por la parte humana especialmente por la contención de todos los especialistas”, mencionó el padre.

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La donación de órganos es una de las tantas problemáticas latentes en todo el mundo y que requiere de mayor atención por parte de la sociedad. Necesitar un trasplante es una compleja situación que a todos nos puede pasar, generalmente a muchos les ocurre después de contraer una enfermedad.
Por esa razón, es importante que la comunidad en general tome conciencia de lo imprescindible que es manifestar la voluntad de ser donante. Hay diversas formas de hacerlo, una de ellas es inscribiéndose en el Incucai (www.incucai.gov.ar) o simplemente hablando del tema con la familia, especialmente con los más allegados.
En Jujuy existen innumerables casos de personas, adultos y pequeños, que atravesaron por esto. Algunos de ellos nunca recibieron ese órgano que tanto esperaron por años, y lamentablemente perdieron su vida. Otros continúan en esa lucha diaria y, con fe y optimismo, afrontan esa enfermedad hasta que llegue ese héroe o heroína que pueda salvarles la vida.
El otro extremo de esos casos, es cuando una persona logra superar esa dolorosa instancia al recibir esa donación tan importante y necesaria para vivir. Dentro de este tipo de casos que tienen un final feliz, se encuentra el de Oscar y Gonzalo.
En diálogo con El Tribuno de Jujuy, Oscar Portal, vecino del barrio San Pedrito, nos contó una conmovedora historia, que refleja ese lazo inigualable que solo existe entre un padre y un hijo.
Gonzalo, su hijo mayor, al terminar el secundario continuó sus estudios en la provincia de Córdoba a través de la carrera de ingeniería en computación.
Todo comenzó hace tres años: “El 13 de agosto del 2015 Gonzalo se acostó a dormir sintiéndose raro, muy cansado y con un poco de dificultad en la respiración, en la madrugada del viernes 14, su hermana Fernanda lo acompañó al Sanatorio Allende ya que se sentía muy mal, no podía respirar, fue ingresado en un primer momento en unidad coronaria mientras le realizaban un sinfín de estudios y análisis”, relató Oscar.
En un primer momento y por pedido del joven, Fernanda que lo acompañaba en ese momento no les mencionó a sus padres lo que ocurría pensando que podía ser algo pasajero hasta que le dieron el diagnóstico menos esperado.
El muchacho poseía una grave enfermedad denominada “insuficiencia renal terminal”. “Me imagino lo que debe haber sido para ella enfrentar las malas noticias y tomar la decisión de trasladarlo ya que había problemas administrativos con la obra social. Esa misma tarde fue derivado al hospital Córdoba, al cual le estamos eternamente agradecidos no solo en lo profesional sino también por la parte humana especialmente por la contención de todos los especialistas”, mencionó el padre.

Fortaleza ante la desazón y la tristeza

Al enterarse de lo que sucedía con Gonzalo, Oscar y su esposa no dudaron un segundo en viajar para allá. Un viaje que parecía eterno, llegar y verlo internado en la unidad coronaria, fueron situaciones que golpearon a los padres que en ese momento no podían mostrar ninguna debilidad, “en un principio no lo podíamos entender, Nuestro hijo deportista, sano, sin vicios. ¿Por qué le pasó eso? Fue ahí que nos dijeron que debíamos mirar para adelante e inmediatamente comenzó con diálisis. Después de muchos estudios incluida la biopsia nos comunicaron que teníamos que considerar la opción del trasplante, que podía ser de un donante cadavérico para el cual se podía esperar entre 5 a 10 años o un donante vivo que podía ser algún miembro de la familia”, dijo.

UN ACTO DE AMOR / DONAR ÓRGANOS ES UN ACTO QUE PUEDE SALVAR VARIAS VIDAS.

El muchacho en ese entonces tenía 28 años, una vida por delante y muchas ganas de superar cualquier adversidad. El haber practicado deporte desde chico lo ayudó a soportar y sobrellevar esa situación, y lo más importante, a pesar de estar postrado en una cama del hospital y con intensos dolores, se lo veía fuerte en lo mental y físico, “nos mostraba el camino a seguir, nos decía que la pelearía y nunca bajaría los brazos. Nosotros a veces golpeados por el momento caíamos, pero verlo luchar y poner mucha voluntad nos hacía bien, nos daba esperanza y más ganas de seguir peleándola todos juntos”. Al recordar ese momento tan triste, Oscar remarcó lo importante que fue la contención y compañía de toda su familia que, a pesar de la distancia, estuvieron siempre con ellos sufriendo y alegrándose al igual que sus compañeros de trabajo y amigos que no pararon un instante de hacer fuerzas para que todo termine de la mejor forma. “Lo económico a la distancia con un tema así, es pesado, pero eso no importaba, siempre primó la vida y salud de mi hijo, enseñanza de nuestras raíces. Un párrafo aparte es para la madre de Gus que estuvo desde un primer momento con él, atenta a todo lo que necesitaba, una madraza, y no descuidó al hijo más chico que estaba en Jujuy, aún en la secundaria. Él quedó al cuidado de su abuela, la verdad que pasó un semestre duro, estudiando solo, y no se llevó materias, un grande”.

El renacer: pasó la tormenta y llegó lo esperado

Después de un tiempo, el muchacho recibió el alta médica y continuó su vida en Córdoba ya que debía estar en contacto permanente con el hospital. Sus padres volvieron a Jujuy y Oscar no dejó de pensar ni un minuto la posibilidad de ser el donante que su hijo necesitaba.
Para eso debió cambiar y darle un giro a su vida. Empezó a comer más sano y a hacer deporte, al margen de eso, viajaba seguido y cuando podía visitaba a Gonzalo. Para ello contó con un gran apoyo de la empresa en la que trabajaba ya que disponía de los días que fueran necesarios para estar con su hijo.
El tiempo fue un factor importante en esta situación, ellos sabían las consecuencias de la diálisis, por lo cual una vez solucionado el tema administrativo comenzaron con los estudios de compatibilidad. Eran cuatro los posibles candidatos, pero la decisión final la tuvieron los médicos. “Y así fue que en una jornada laboral recibí el llamado de mi hijo confirmando que fui elegido, tenía que viajar, noté una alegría inmensa en su voz, fue como si lo estuviera viendo y eso me puso muy feliz después de mucho tiempo. Pude arreglar con urgencia todo en mi trabajo, y ellos mismos fueron los que realizaron las gestiones para que llegara lo antes posible, estoy muy agradecido”, sostuvo Oscar.
Antes de irse, comunicó a todos sobre la noticia y emprendió su viaje, “me despedí sin saber en qué terminaría, pero con mucha esperanza, quería llegar y poder cambiarle la calidad de vida a mi hijo. Sonará duro lo que voy a decir, pero ya había decidido que si me pasaba algo no importaba, Gon era más importante”, mencionó el padre.
El trasplanté se realizó el 14 de diciembre del 2015 y el resultado fue exitoso, “mi hijo comenzó a vivir de nuevo, cuando uno escucha ’donar es dar vida’ no es solo un eslogan, es algo real, el receptor cambia totalmente su calidad de vida”.
Las fiestas de fin de año las pasaron en Córdoba junto a toda su familia, y una vez finalizados los controles médicos regresó a nuestra provincia para volver a su vida diaria. El deporte no lo dejó jamás, por eso corrió el Maratón de El Tribuno de Jujuy por el año 2016 y con sus sobrinos hicieron remeras para concientizar.
“Gracias a Dios estamos los dos bien y felices. Para terminar y agradeciendo este momento les dejo una frase que encontré, me parece que resume el momento difícil que vivió mi familia: ’Y les juro, no hay nada más lindo que verlo sonreír. Verle su cara llena de alegría. Verle sus ojos brillantes. Verlo y saber que esa sonrisa, a mí, me hace feliz’", comentó con alegría Oscar.
Hoy en día, Gonzalo Portal con 32 años lleva una vida normal y continúa sus estudios en la provincia de Córdoba.

El Incucai y el Cucaijuy

UN VÍNCULO ÚNICO: PADRE E HIJO.

El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) tiene como principal función confeccionar y actualizar de modo permanente listas de espera de potenciales receptores de órganos, clasificando a cada paciente según lo que necesite.
Además, la institución coordina la distribución de órganos y tejidos para realizar el trasplante, es decir, realiza las acciones necesarias para que la donación se convierta en trasplante.
Para inscribirse en el listado de donantes se debe ingresar al Registro Nacional de Expresiones de Voluntad a través de la página web del Incucai (www.incucai.gov.ar) y corroborar que su decisión haya quedado asentada, ingresando documento y fecha de nacimiento.
En Jujuy, funciona el Centro Único Coordinador de Ablación e Implante (Cucaijuy) que es la dependencia del Incucai.
Su sede se encuentra en calle Güemes 1360, frente al hospital “Pablo Soria”, en San Salvador de Jujuy.
Allí los interesados podrán recabar información. El número telefónico es (0388) 4221228 y el correo electrónico [email protected].