Andrés Manuel López Obrador es el nuevo presidente electo de México. Esta madrugada los números eran elocuentes, más incluso de lo que lo habían sido en un primer momento cuando con apenas el 1 por ciento de las mesas escrutadas todo decía que no había dudas de la victoria. Hasta horas de la primera mañana de la Argentina, el candidato de la alianza Morena se alzaba con el 53 por ciento de los votos frente al 23 por ciento obtenido por el postulante del PRD-PAN, Ricardo Anaya, y el 15 % del dirigente del PRI, José Antonio Meade.
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Andrés Manuel López Obrador es el nuevo presidente electo de México. Esta madrugada los números eran elocuentes, más incluso de lo que lo habían sido en un primer momento cuando con apenas el 1 por ciento de las mesas escrutadas todo decía que no había dudas de la victoria. Hasta horas de la primera mañana de la Argentina, el candidato de la alianza Morena se alzaba con el 53 por ciento de los votos frente al 23 por ciento obtenido por el postulante del PRD-PAN, Ricardo Anaya, y el 15 % del dirigente del PRI, José Antonio Meade.
Precisamente, ambos contendientes reconocieron ya la derrota y felicitaron al triunfador. Meade, cuyo partido está actualmente en el poder, deseó a López Obrador "el mejor de los éxitos" en su futura gestión y llamó a trabajar "por un México que brinde oportunidades a nuestros jóvenes y abra espacio a nuestras mujeres, que preserve la credibilidad y liderazgo que ocupamos en el ámbito internacional".
En tanto, Anaya expresó: "Ninguna democracia funciona sin demócratas. Porque soy un demócrata reconozco que las tendencias favorecen a López Obrador y extiendo mi felicitación". Según su óptica, "la ciudadanía quería un cambio y optó por la opción que representa López Obrador".
México es el país latinoamericano donde la democracia se encuentra más dañada. En medio de una guerra al narcotráfico impulsada por Estados Unidos y que no ha dado resultados, las cifras oficiales reconocen ya la existencia de 32.000 personas desaparecidas.
También la violencia política ha costado en la campaña la vida de más de 130 candidatos y dirigentes de distintos partidos, en una práctica violenta que se ha naturalizado en el país azteca en los últimos años.
Este domingo mismo, durante el acto eleccionario, se registraron al menos cuatro asesinatos en los estados de Puebla, Tabasco, Michoacán y Guerrero. Según las crónicas de medios locales, se trata de militantes y simpatizantes de los partidos Morena, Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido del Trabajo.