Casi tres horas después de lo previsto se dio continuidad a la nueva audiencia por el debate oral que se le sigue a una treintena de personas acusadas de malversar más de 60 millones de pesos, en el expediente judicial conocido comúnmente como "Pibes Villeros".
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Casi tres horas después de lo previsto se dio continuidad a la nueva audiencia por el debate oral que se le sigue a una treintena de personas acusadas de malversar más de 60 millones de pesos, en el expediente judicial conocido comúnmente como "Pibes Villeros".
El motivo de la demora tuvo que ver con un malestar estomacal que acusaba la imputada Mirta "Shakira" Guerrero, quien fue operada de la vesícula y sus abogados habían solicitado prisión domiciliaria, pedido que le fuera denegado en tres oportunidades.
Antes de que fuera examinada por la doctora Molina del Poder Judicial y la doctora del Same González, mientras cruzaba caminando a una sala contigua se dirigió a los presentes y levantó su camisa, exhibiendo una cicatriz que le atravesaba el estómago y dijo "tengo una hernia, estoy recién operada y así me tienen".
Poco antes de las 18, el diagnóstico de las profesionales certificaron que la imputada podía permanecer sin ningún tipo de problema sentada en el recinto. Fue así que ingresó con lágrimas en los ojos y volvió a ocupar su lugar.
En la primera audiencia, se pasó a un cuarto intermedio cuando se leía la requisitoria fiscal, un total de 218 hojas y el martes pasado la lectura había llegado hasta la página 50.
Antes de dar continuidad a la lectura de la requisitoria, por secretaría se leyó lo resuelto por el Tribunal respecto de la presencia de la prensa en la cobertura de las audiencias venideras, solicitud emitida por uno de los abogados defensores de la dirigente social Milagro Sala, Luis Paz.
Restricción a la prensa
La resolución del Tribunal Nº 3 manifiesta que "resulta lógico no permitir el acceso a la prensa ni tampoco de elementos técnicos que permitan grabar o transmitir audiencias, puesto que la deposición de un testigo no puede afectar la de los otros" (...)
En otro tramo de los considerandos, la resolución manifiesta que "en cumplimiento de la obligación de velar para que las actividades se desarrollen en un ambiente de orden, permitirá el acceso de familiares de los encartados y público en general, en un número de 16 personas por día y por orden de llegada, en razón de las limitaciones de espacio físico".
Por tanto se permitirá el acceso a la prensa solo en la producción de los alegatos y en el veredicto final.
Hay que decir que el salón "Vélez Sarsfield" tiene capacidad para 150 personas, y algunas sillas son ocupados por efectivos policiales de civil
Las sillas están ubicadas en forma de "U" en dirección al Tribunal y en sector horizontal hay cinco filas.
La primer fila es ocupada por los abogados defensores, la segunda por los imputados, quienes tienen a un custodio detrás de ellos, todos parados. La totalidad de la tercera fila es ocupada por efectivos policiales de civil, que suman casi 40, la cuarta fila fue designada para los familiares y la última fila del recinto era destinada para la prensa.
Los abogados Matías Duarte y Alberto Nallar (por Milagro Sala y por el contador extitular del Ivuj Lucio Abregú) fueron los primeros en manifestar oposición a esta determinación. Duarte incluso planteó la impugnación a la decisión del Tribunal y de manera subsidiaria reposición, planteos que fueron denegados por el Tribunal que preside la jueza María Alejandra Tolaba.