El contexto económico no da tregua a campesinos, trabajadores y pequeños productores. Los impuestos más altos, insumos y baja en ventas los afectan.
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El contexto económico no da tregua a campesinos, trabajadores y pequeños productores. Los impuestos más altos, insumos y baja en ventas los afectan.
Este año alrededor de 5.000 trabajadores rurales se vieron afectados por el cambio de modalidad de trabajo de la Gerencia de Empleo de Nación por lo que no pudieron cobrar los montos de interzafra. Los campesinos de distintas regiones aseguran que el panorama es complicado y suma que perderían beneficios con la quita del monotributo agropecuario; y otros agrupados tienen dificultades por el costo dolarizado de insumos, el costo de la electricidad y porque bajan las ventas.
"La Gerencia de Empleo (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social) cambió la modalidad de interzafra, en vez de tres meses sumaron a cuatro y tomaron como último mes de registro el de enero, lo que significa que los compañeros que trabajan en la actividad de tabaco no han podido completar los cuatro meses. Son casi 5.000 compañeros perdjudicados por la nueva modalidad, no cobraron ni un mes, directamente los sacaron del sistema", explicó el delegado de Uatre Jujuy, Alfredo Yusgra.
Es que hasta entonces la reglamentación implicaba que debían acreditar haber trabajado 90 días antes, y cuyo monto de pago era $ 2.300, mientras que ahora se extendió a 4 meses el plazo y requerían que sea un pago de al menos el 50% del salario mínimo, vital y móvil de alrededor de 4.800 pesos.
Con ello quedaron sin beneficio de 2.300 pesos, alrededor de 5.000 trabajadores, más de la mitad de los trabajadores de la actividad ya que en la campaña pasada tenían 9.700 beneficiarios del Programa Interzafra. A juzgar por ese panorama estimó que los trabajadores habrían migrado a otras provincias del sur al terminar la temporada para emplearse en la vid, citrus o aceitunas.
SIEMBRA / EL MAÍZ ES UNO DE LOS CULTIVOS QUEBRADEÑOS BASE DE PRODUCTOS CON VALOR AGREGADO AHORA CON BAJAS VENTAS (ARCHIVO).
Caen la demanda y la venta
Por otro lado, desde el sector de pequeños productores de la cooperativa Cauqueva, de Maimará, si bien ésta no es una época productiva, "la situación económica general afecta a los niveles de venta. Lo que pasa es que cae la demanda y cae la venta. En cuanto a los costos también tenemos otro problema, en todo lo que es hortalizas los costos están dolarizados", afirmó Javier Rodríguez, referente de la cooperativa. Sucede que es un insumo importante al tratarse de plaguicidas o fertilizantes suelen ser importados o tener componentes que lo son, con lo cual su precio sube según el dólar.
En el campo, también afecta ya que si bien algunos productores trabajan con mano de obra familiar deben contratar gente para la cosecha; y con el sistema de ‘mediería’ mientras el propietario prepara la tierra, entrega las semillas e insumos, el mediero llegado de Bolivia hace el trabajo y la cosecha, sistema que podría entrar en crisis por la devaluación del peso argentino.
En general ha habido una caída en el consumo de la sociedad en el mercado interno y por lo tanto el crecimiento se desaceleró", agregó al explicar que también afecta el proceso de industrialización por el precio de la electricidad.
Sin embargo dijo que al tratarse de productos novedosos, estaban creciendo por lo que estimó que con un aumento de escala quizás puedan disminuir costos y salir a un mercado muy competitivo. "Al ser productos muy diferenciados y nuevos, poco conocidos por el mercado nacional, hay que hacerse espacio en nuevos mercados por lo tanto aumentamos los precios por debajo del nivel de inflación y aunque se mantiene competitivo se está trabajando sin márgenes, y los asociados que trabajan en la elaboración de productos no están pudiendo ganar lo que la realidad económica y los costos están requiriendo", afirmó .
Sostuvo que aunque en el mercado interno los alimentos sanos y saludables siguen creciendo, por lo que quizás haya posibilidad de compensación. Aspiran a que con el aumento de la demanda y escala de producción lo puedan revertir, pese a que cuando más se produce más tarifas se pagan y buscan equilibrio.
Les preocupa no acceder a la obra social por cambios
DANIEL ARGAMONTE
JUANA GUTIÉRREZ
MARIANO CABANA
“Soy apicultor pero también hago productos andinos: quinua, papa andina y maíz. Para nosotros que estamos en la Quebrada tenemos la fortuna que el Turismo algo nos deja porque lo que producimos podemos salir a vender, la miel por ejemplo y a algunos productos les damos valor agregado. Hacemos harina de quinua, de trigo, y eso lo podemos vender a un turista y algo nos rebuscamos, algo de dinero ingresa pero eso sólo en las vacaciones de invierno y el resto del año es muy poco lo que hay” , explicó Daniel Argamonte, productor de Ocumazo, Humahuaca.
“Nosotros hacemos una economía de subsistencia, lo que se produce es para comer en la familia y el resto se puede vender”, agregó. Si bien en el último año no tuvieron problemas con el agua, afirman que uno de los inconvenientes para los 25 productores es que habían gestionado, contaban con obra social y podían facturar. Se opone al quite del monotributo social agropecuario porque si bien tenían una obra social de Unión Personal, debían llegar a esta capital para poder hacerse atender porque no tienen cobertura en el resto de la provincia.
Se refieren al cambio del monotributo social agropecuario por un reempadronamiento y pago de una parte de la obra social.
En tanto, Juana Gutiérrez, productora de Suripugio, del departamento de Yavi, quien trabaja desde hace 22 años con la Asociación de Pequeños Productores de la Puna, cría alrededor de 80 llamas y es artesana ya que produce prendas en base a la fibra de dicho camélido, mediante la Red Puna; además de dar valor agregado con chacinados, charqui y hamburguesas. Si bien el año pasado les afectaron la sequía y las heladas, este año pudieron contar con pasto para la hacienda y agua para riego, pero las dificultades no son pocas en ese contexto.
SI bien tenían obra social mediante monotributo que gestionaron a Agricultura Familiar, consideran que es un costo complicado porque deben llevar a sus hijos a estudiar el nivel secundario en La Quiaca. “Debería continuar esto para una ayuda a nosotros los productores del campo”, precisó Juana Gutiérrez.
Por su parte, Mariano Cabana del río Los Alisos, produce hierbas medicinales desde hace mucho tiempo. “Ahora ponemos lechuga, acelga, otras verduras y con eso nomás vivimos nosotros”, dijo y aseguró que les preocupa la obra social de la que se ocupa su esposa.
Tomateros preocupados
“Queremos decirle que existimos los pequeños productores, somos arrenderos, vivimos de la quinta. Lamentablemente Fraile Pintado es una zona donde el trabajador la lucha desde los almácigos hasta la cosecha, y son tres meses de cosecha y no tenemos todo el año”, afirmó Alicia Nicole Vega, una de las productoras tomateras de Fraile Pintado e integrante de la Unión de Trabajadores de la Tierra. “Estamos luchando para que el monotributo agropecuario no se dé de baja”, dijo y agregó que “la verdad los del campo la estamos pasando mal porque los insumos son carísimos”.
Negociarán condiciones de trabajo en Uatre
ALFREDO YUSGRA DE UATRE
Por otro lado, la Uatre prevé en el mes de agosto iniciar las negociaciones de las paritarias, de modo de discutir salarios para la actividad tabacalera durante la campaña 2018-2019. La negociación se pretende hacer contemplando la situación económica pese a que ellos pongan el techo del 15% pero estimó que se deberá superar teniendo en cuenta el desfasaje económico actual.
Y es que el trabajador rural está ganando 560 pesos por día.
En ese marco de negociación pretenden plantear condiciones de trabajo de algunos productores que precarizarían el trabajo y no estaría contemplado en ninguna reglamentación.
“Lo que nos están imponiendo los productores, no todos, es pesar el tabaco verde en el surco, estamos totalmente en contra de eso, tenemos que sentarnos a negociar y conversar para crear condiciones de trabajo como corresponde y no imponer arbitrariamente una modalidad”, precisó Alfredo Yusgra de Uatre Jujuy.
Explicó que si eso lo implementan en general “significa mayor esfuerzo para el trabajador para ganar menos”.
Por eso estimó que si forman una subcomisión técnica y comisiones de trabajo podríamos llegar a un acuerdo, que se pese el tabaco verde pero no imponer la cantidad de kilos que ellos quieran.
Es que en esa modalidad, por ejemplo, si les faltara medio kilo el trabajador debería volver para completarlo, con lo cual estimó que es algo que se debe contemplar. Se disponen por ello a defender el sistema de trabajo actual.