Según la Iniciativa Global para el Asma, en nuestro país la prevalencia de la enfermedad en personas de entre 5 y 19 años llega al 14%. Estudios realizados por el Programa Nacional de Prevención y Control de las Enfermedades Respiratorias Crónicas, del Ministerio de Salud de la Nación, señalan que alrededor de 100 mil personas padecen asma y que la prevalencia es de 6,45% en la población de 20 a 44 años.
El asma es la inflamación crónica de los bronquios (encargados de conducir el aire para que entre y salga de los pulmones), hacen que las vías respiratorias se vuelvan más sensibles a los irritantes, se hinchen y se estrechen, provocando que se reduzca la cantidad de aire en circulación.
La neumonóloga Patricia Meyer explicó que tanto en niños como adultos, esta patología es de origen alérgico y no importa cuáles sean sus factores (ácaros, el polvo, los gatos y los perros), “el punto es la respuesta que tiene el organismo a esa inflamación dentro del bronquio que se cierra y ocasiona episodios de obstrucción bronquial”, destacó.
Aunque esta enfermedad se pueda presentar en formas muy diversas, la especialista aclaró que los síntomas más comunes que ven los padres en sus hijos son de obstrucción bronquial, inflamación que se produce dentro de los bronquios y hace que el paciente no pueda respirar, “presentan tos seca, irritativa, una respiración entrecortada y sonidos en el pecho que forman sibilancia y en algunos chicos se puede manifestar por tos productiva”, indicó.
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Según la Iniciativa Global para el Asma, en nuestro país la prevalencia de la enfermedad en personas de entre 5 y 19 años llega al 14%. Estudios realizados por el Programa Nacional de Prevención y Control de las Enfermedades Respiratorias Crónicas, del Ministerio de Salud de la Nación, señalan que alrededor de 100 mil personas padecen asma y que la prevalencia es de 6,45% en la población de 20 a 44 años.
El asma es la inflamación crónica de los bronquios (encargados de conducir el aire para que entre y salga de los pulmones), hacen que las vías respiratorias se vuelvan más sensibles a los irritantes, se hinchen y se estrechen, provocando que se reduzca la cantidad de aire en circulación.
La neumonóloga Patricia Meyer explicó que tanto en niños como adultos, esta patología es de origen alérgico y no importa cuáles sean sus factores (ácaros, el polvo, los gatos y los perros), “el punto es la respuesta que tiene el organismo a esa inflamación dentro del bronquio que se cierra y ocasiona episodios de obstrucción bronquial”, destacó.
Aunque esta enfermedad se pueda presentar en formas muy diversas, la especialista aclaró que los síntomas más comunes que ven los padres en sus hijos son de obstrucción bronquial, inflamación que se produce dentro de los bronquios y hace que el paciente no pueda respirar, “presentan tos seca, irritativa, una respiración entrecortada y sonidos en el pecho que forman sibilancia y en algunos chicos se puede manifestar por tos productiva”, indicó.
Otra forma de aparición de síntomas, apuntó la neumonóloga, se da en chicos que no padecen broncoespasmos, pero sí síntomas asociados a la actividad física y “los padres deben tener en cuenta que estos cuadros se acompañan de patologías como rinitis (irritación e inflamación de la membrana mucosa en la nariz)”, explicó.
Respecto al tiempo de aparición de los factores alérgicos, señaló que se pueden dar durante el primer mes de vida, en la preadolescencia, adolescencia y en el caso de las mujeres, durante el embarazo. Asimismo, aconsejó que cuando la madre del niño sospeche algún síntoma, en primera instancia deberá asistir al pediatra.
“Todo paciente con enfermedad asmática debe cerciorarse por un especialista, el tratamiento no se suspende hasta que el especialista o el pediatra lo indique”, alertó.
Por consiguiente, la neumonóloga hizo mención a que algunos pacientes se acompañan de alergia en piel o alergia nasal, y “una opción son los inmunomoduladores (montelukast) o corticoides inhalados, como paf o aerosoles que son de uso de tiempo prolongado”.
Mayor riesgo
Por otro lado, Meyer sostuvo que niños que han tenido episodios de bronquiolitis severa, especialmente en pacientes con antecedentes de factores familiares de alergia, tienen más chances de tener síntomas relacionados con asma. En nacidos prematuros, que han cursado una enfermedad de displasia bronquopulmonar, tienen mayor riesgo de tener síntomas asociados con asma que a los 6 años de edad.
Tratamientos para las patologías respiratorias
Para sostenerse ante una crisis severa, los especialistas indican que los pacientes con patologías respiratorias tienen la obligación de hacer actividad física para mejorar la función muscular del tórax y el diafragma.
Existen medicaciones para el tratamiento del asma, una es de control, que se utiliza de manera continua para prevenir su aparición.
"Los pacientes deben estar acompañados con un tratamiento acorde, ellos deben hacer actividad física y libre, la que elijan, no hay mejor o peor, esto va a depender del tipo de alergia y sintomatología que tengan", especificó la neumonóloga.
En este contexto destacó que existen estudios para evaluar cómo continúa la función pulmonar durante la actividad física. "En especial los varoncitos, cuando llegan a la adolescencia, los síntomas tienden a desaparecer, lo que es a nivel respiratorio, ellos pueden quedar con síntomas de vía aérea superior, pero en general los episodios de broncoespasmos tienden a desaparecer", resaltó.
Al mismo tiempo indicó que ésto no significa que el paciente esté curado, dado a que existen probabilidades que en otras etapas de la vida, (después de los 40 o 50 años) puedan reaparecer, dependiendo siempre el estilo de vida que lleve el paciente. "Lo que no desaparece es la respuesta alérgica del paciente, sí pueden desaparecer los síntomas y pasar muchos años de su vida en la que no requieran tratamiento", advirtió.
A su vez recomendó a los padres tener en cuenta que los tratamientos para la enfermedad asmática no son medicación de la crisis. "Una vez que el paciente supera la crisis, debe hacer un tratamiento continuo de la enfermedad, el período no es 3, 6 meses a un año. Va a depender de cada niño y la forma de presentación", finalizó.
Muerte por crisis asmática
La mortalidad por asma se relaciona directamente con un inadecuado control de la enfermedad y la no administración del medicamento prescrito, por lo que tal posibilidad no debiera, en la práctica, ser temida en un niño asmático correctamente diagnosticado y adecuadamente controlado.
"La forma severa de esta enfermedad puede hacer que un niño fallezca por una crisis asmática, y ahí puede desencadenar procesos de infecciones pulmonares como las neumonías, lesiones pulmonares (bronquiectasias) que no se recuperan y de ahí entrar a la adultez, en un período que se llama enfermedades pulmonares crónicas o el "Epoc" (asma no tratado) o secuelas como las bronquiectasia o neumonías a repetición", resaltó la especialista.
Medicación de urgencia, sirve para evitar las crisis.Los broncodilatadores de acción rápida se presentan en aerosol o para nebulizar.
Eficacia de la fisioterapia respiratoria en el asma
La fisioterapia respiratoria favorece la llegada de la medicación inhalada al pulmón profundo, siendo más eficaz su toma.
Además, disminuye el ausentismo laboral y/o escolar, mejorando el estado emocional y merma el estrés que esta enfermedad genera.
La fisioterapia respiratoria es un área de la kinesiología que se dedica a la parte cardiorrespiratoria del paciente y juega un rol importante tanto en el asma en niños, jóvenes y adultos. Se basa en maniobras manuales, técnicas respiratorias con ejercicios para un adecuado ingreso de aire y a través de diferentes posturas y se enseña a liberar las vías aéreas del niño y ventilar mejor los pulmones.
Los especialistas abordan tres ejes principales para tratar y disminuir esta patología: la docencia, que consiste en enseñar a respirar al niño o al adulto; en la parte terapéutica, se trabajan las maniobras con ejercicios respiratorios, técnicas manuales (vibraciones, compresión y descompresión) y la mantención, en la que se aplican unas series de ejercicios para que el paciente no recaiga en la enfermedad.
El fisioterapeuta Fernando Cadar indicó que la kinesiología respiratoria se la aplica en enfermedades respiratorias, ya sean crónicas o agudas. “Una neumonía que tiene una atelectasia (zona del pulmón donde no entra aire), con estas técnicas lo que se busca destrancar esa parte del pulmón para que trabaje de manera normal”, especificó.
Asimismo, destacó que el tratamiento va a depender de la patología que tenga la persona, en enfermedades como fibroquística, se lo debe tratar de por vida.
Si bien la kinesiología no sustituye el tratamiento para las personas con asma, Cadar sostuvo que estos deben ir a la par, considerando que el tratamiento médico es esencial. “Nosotros trabajamos después de que se hace la aplicación de alguna medicación o fármaco”.
Mantener el tratamiento
El fisioterapeuta también hizo hincapié en el abandono del tratamiento por parte de los pacientes.”Los padres ven que los niños dejan de toser, respiran bien y abandonan el tratamiento, pero luego recaen y vuelven de nuevo al consultorio. Lo importante es mantenerlo”, destacó.
Por último, recomendó a los padres estar atentos con la salud de sus hijos, dado que en esta época del año es cuando aparecen muchos virus. “La humedad, el cambio de estación, el viento Norte afectan mucho a los chicos y el cambio de temperatura afecta a los músculos respiratorios”, finalizó el especialista.
Ejercicios de la fisioterapia respiratoria
Las técnicas utilizadas para la fisioterapia respiratoria varían dependiendo de la patología y de la edad del niño.
En primeras instancias, cuando el niño no colabora, las técnicas son pasivas, las realiza el fisioterapeuta y cuanto el paciente está predispuesto se las hacen a través de juegos.
Los especialistas indican que durante los primeros años, los adultos son entrenados en la técnica de fisioterapia convencional (drenaje postural, percusión y vibración). La participación del niño se inicia entre los 2-3 años con ejercicios de soplar, con vibración simultánea sobre el tórax.
A partir de los 3 años se introduce la técnica de espiración forzada, ejercicios de expansión torácica y el control de la respiración. A los 5-7 años con ejercicios con aparatos.
En los lactantes recién diagnosticados y durante los primeros 5 años de tratamiento la realización crónica de la fisioterapia respiratoria convencional, la presión positiva espiratoria y el ejercicio físico parecen más efectivos desde el punto de vista funcional respiratorio que el drenaje autógeno y el uso aislado de la técnica de espiración forzada.
En los mayores de 6 años, el ciclo activo de técnicas respiratorias produce a largo plazo mejores resultados funcionales que el flutter o el drenaje postural con percusión y vibración.
Beneficios de la fisioterapia
Los padres siempre deben estar presentes durante la sesión de fisioterapia respiratoria para tranquilizar y acompañar a los niños.
Este tratamiento ayudará a disminuir los síntomas diarios, las dosis requeridas de la medicación habitual, favorecerá la llegada de la medicación inhalada al pulmón profundo, siendo más eficaz su toma.
También beneficiará la estabilización del paciente tras la crisis, favorece la limpieza de secreciones que aparecen tras la crisis, al ceder la inflamación y el broncoespasmo.
Además, controlará y evitará una nueva crisis y sus posibles complicaciones.
Cabe mencionar que la fisioterapia respiratoria no sustituye los fármacos, pero ayuda a bajar las necesidades de éstos.