El impacto de la sequía mundial en la producción de trigo de esta temporada se ha hecho más claro, con la cosecha casi terminada en las principales regiones productoras de trigo del hemisferio Norte.
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El impacto de la sequía mundial en la producción de trigo de esta temporada se ha hecho más claro, con la cosecha casi terminada en las principales regiones productoras de trigo del hemisferio Norte.
Europa, Ucrania, Rusia y Australia son las regiones más afectadas por el calor abrasador, con un descenso de la producción de hasta un 20% en algunas zonas, como Alemania, lo que hace que el resto del mundo dependa más de la producción de trigo de América, que está previsto que aumente en el año.
En nuestro país, por ejemplo, se espera una producción récord de 19 millones de toneladas para la presente campaña.
Después de una severa sequía durante el verano argentino que arruinó las cosechas de maíz y soja, los agricultores ampliaron su superficie de trigo en casi un 14% para la próxima campaña comercial, con pronósticos que muestran una cosecha récord de 20 millones de toneladas métricas.
Sin embargo, las ganancias en Occidente no compensarán las pérdidas en Oriente, haciendo que la producción mundial de trigo se contraiga en casi un 5% en comparación con el año pasado y creando mercados nerviosos y alcistas, según un informe de AgriCensus.
Icluso con el clima cálido en la mayoría de los estados, el impacto en la cosecha de trigo de Estados Unidos fue significativamente menor que en comparación con Europa.
El panorama en la parte norte del continente americano
Los agricultores de los EEUU ampliaron la superficie total de trigo en un 3% desde el nivel más bajo de 2017 y se espera un aumento del 8% hasta 51,2 millones de toneladas métricas. Los agricultores canadienses programaron a la perfección el aumento de la superficie plantada.