Altos Hornos Zapla logró el pasaje a cuartos de final de la Copa Jujuy, al vencer por 1 a 0, con gol de Néstor Aguirre, a Defensores de Yuto en el partido disputado ayer en el Complejo Municipal de esa ciudad.
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Altos Hornos Zapla logró el pasaje a cuartos de final de la Copa Jujuy, al vencer por 1 a 0, con gol de Néstor Aguirre, a Defensores de Yuto en el partido disputado ayer en el Complejo Municipal de esa ciudad.
En un gesto digno de destacar, las hinchadas de Defensores y Zapla donaron juguetes para los niños de la ciudad de Yuto.
El primer tiempo fue puro fervor de ambos bandos con algunas fricciones propias del estado barroso de la cancha producto de la lluvia caída por la mañana.
De movida, Zapla le puso un ritmo infernal para marcar diferencia de su mayor nivel futbolístico con algunos jugadores con roce en Federal B y A. Facundo Mealla se "comió" la cancha con derroche de voluntad y salida permanente, la experiencia de Sueldo, un jugador emblemático del "merengue" y la zurda de Romay aportando calidad de juego.
En tanto, los "naranjas" de Yuto, sabiendo que eran superados territorialmente pusieron mucho amor propio con el aliento de su gente que copó el reducto (no cabía ni un alfiler en el sector de tribunas y alambrado). En ese contexto, a los 12 minutos Villagra desde el corazón del área grande remató con destino de gol, pero el arquero Chaile le negó el festejo sacando al córner.
En el interín, se vivió un momento de susto en el cuerpo técnico de Zapla cuando en un choque casual, Rogelio Salto sufrió un profundo corte en la frente (lado derecho), emanando sangre que no podía ser controlada, hasta que pudieron atenderlo en el banco y vendaje de por medio, pudo reingresar a la cancha después de casi 8 minutos.
El complemento pareció que ambos equipos habían bajado un cambio, porque el trámite era a media máquina. Sin embargo, en un córner servido por Mealla, apareció como un fantasma Aguirre y con un certero cabezazo decretó la apertura del marcador que enloqueció a los dos centenares de simpatizantes "merengues" que se hicieron sentir todo el tiempo.
A partir de allí fue otro partido, con mayor fervor del local apremiado por las circunstancias, porque le daba lo mismo perder por uno o más goles y se mandó con más ganas que fútbol pero no el alcanzó.
Algunos dicen que la mejor defensa es un ataque y Zapla, no se conformaba seguía buscando el partido, jugando lejos de su arco y en cada avance provocaba zozobra en el fondo rival. Al final, le ofrendaron el triunfo a su gente.