La localidad de Pampa Blanca se vistió de fiesta una vez más, honrando al santo patrono San Roque, en una octava muy populosa y con un sentido histórico. La fiesta que lleva más de cien años, cada vez crece más y la devoción al santo patrono atraviesa las fronteras del pórtico sur de Jujuy.
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La localidad de Pampa Blanca se vistió de fiesta una vez más, honrando al santo patrono San Roque, en una octava muy populosa y con un sentido histórico. La fiesta que lleva más de cien años, cada vez crece más y la devoción al santo patrono atraviesa las fronteras del pórtico sur de Jujuy.
Temprano en la mañana del domingo, hubo salva de bombas, luego la concentración de autoridades en la plaza Cazadores de Los Andes, donde se realizó el acto protocolar. Posteriormente la misa se ofició en el templo de la capilla San Roque y fue presidida por el párroco Ricardo Rivero.
Después hubo una masiva procesión por más de doce cuadras de los barrios centro, fiscal y Esperanza de la localidad, para llegar con el santo hasta la avenida Comandante Espora, donde se desarrolló el populoso desfile, cívico, policial y gaucho.
Del pasaje participaron alrededor de cuarenta instituciones, entre escuelas de la localidad, zonas rurales, instituciones intermedias, dependencias estatales, policiales, las reinas y princesas patronales y la clásica participación de los gauchos, que son la identidad del pueblo del pórtico sur de nuestra provincia.
Las autoridades presentes fueron los senadores Silvia Giacoppo y Guillermo Snopek; el comisionado municipal, Héctor Zeitune; el diputado provincial Nilson Ortega, autoridades policiales y el vocal municipal Bruno Monzón.
Más de cinco mil personas visitaron Pampa Blanca en esta octava patronal.
A pesar de las bajas temperaturas y el viento predominante, la gente acudió y colapsó la capacidad de las carpas de comida.
Además, la doma y jineteada fue exitosa, también el baile popular, donde afortunadamente no hubo problemas.