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Una testigo aportó datos sobre el cobro de cheques

Silvia Arias trabajó en la Tupac Amaru desde su comienzo y aclaró sobre el mecanismo del cobro en entidades bancarias. Además apuntó a otras dos imputadas quienes estaban a cargo de los papeles de su cooperativa aparentemente ficticia.
Miércoles, 12 de septiembre de 2018 00:00

Cinco personas prestaron declaración testimonial en una nueva audiencia celebrada en el Salón "Vélez Sarsfield" del Palacio de Tribunales, por el juicio oral y público que se les sigue a 29 personas acusadas de tener cierta participación en la malversación de fondos públicos destinados a la construcción de núcleos habitacionales.

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Cinco personas prestaron declaración testimonial en una nueva audiencia celebrada en el Salón "Vélez Sarsfield" del Palacio de Tribunales, por el juicio oral y público que se les sigue a 29 personas acusadas de tener cierta participación en la malversación de fondos públicos destinados a la construcción de núcleos habitacionales.

Silvia Arias, fue una de las testigos propuesta por la Fiscalía de Estado (querellantes) y su declaración fue una de las más claras en cuanto al mecanismo que se trata de develar en este debate, respecto del cobro de los cheques por parte de integrantes de la Red de Organizaciones Sociales, que presidía la dirigente social Milagro Sala.

Arias dijo ante el Tribunal en lo Criminal Nº 3 que estuvo en la organización Tupac Amaru desde sus comienzos y que en los últimos tiempos era presidente de una cooperativa y junto a otros dos jefes cooperativistas tenían a cargo una cuadrilla de 120 personas.

En otro tramo de su relato, Arias dijo que era presidente de la cooperativa "La Magia", que esta tenía domicilio en la calle Alvear al 1100, donde funcionaba la sede de la organización Tupac Amaru y que solo se dedicaba a trabajar en la obra de construcción.

Pero además la testigo dijo que no manejaba ni talonarios de facturas ni nada al respecto, que no llevaba ningún tipo de seguimiento contable, y que de todo eso se encargaban las personas de finanzas de la organización Tupac Amaru. Fue en ese momento que trajo el nombre de otras dos mujeres también imputadas en la causa, Mirta Aizama y Gladis Díaz y las apuntó como personas encargadas de pagar los sueldos a los trabajadores y quienes llevaban la administración contable de una cooperativa aparentemente ficticia.

No es la única testigo que le dijo al Tribunal que fueron prácticamente obligados a crearse una cooperativa de trabajo, donde cada integrante al menos una vez tuvo que ir hasta el banco Nación a cobrar cheques que no superaban los 50 mil pesos.

De estos pedidos de cobro, también ha quedado claro que los cooperativistas no podían negarse a realizar la transacción bancaria con su firma, muchos de ellos manifestaron en un tono casi natural "que era parte del trabajo".

La audiencia de ayer fue la número 18 y terminó mucho antes de lo previsto, es que los otros testigos no aportaron más datos relevantes para llegar a la verdad real de este debate oral. Los otros testigos que declararon fueron Micaela Calisaya, Claudio Rodríguez, Reina Soza, Sandra Rojas y Walter Mamaní.