Después de dos años de un intenso debate, y con numerosas modificaciones y aportes de distintos sectores, ayer finalmente se aprobó la Ley 6.082 de Tolerancia Cero de Alcohol y Estupefacientes para conductores, que tiene como principal objetivo reducir el número de accidentes viales que se producen como consecuencia del consumo de estas sustancias. La iniciativa fue aprobada con el consenso de la mayoría de los bloques, aunque fue rechazada por diputados de Izquierda. Si bien la ley fue sancionada, recién entraría en vigencia en el mes de diciembre.
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Después de dos años de un intenso debate, y con numerosas modificaciones y aportes de distintos sectores, ayer finalmente se aprobó la Ley 6.082 de Tolerancia Cero de Alcohol y Estupefacientes para conductores, que tiene como principal objetivo reducir el número de accidentes viales que se producen como consecuencia del consumo de estas sustancias. La iniciativa fue aprobada con el consenso de la mayoría de los bloques, aunque fue rechazada por diputados de Izquierda. Si bien la ley fue sancionada, recién entraría en vigencia en el mes de diciembre.
Muchos se dijo sobre este proyecto de ley. A lo largo de dos años se escucharon voces a favor y otras con algunas objeciones al proyecto original, por lo que recién ayer se consiguieron los consensos necesarios para su aprobación.
En la sesión de ayer, el debate del proyecto fue prioritario, por cuanto se adelantó su tratamiento al inicio del encuentro. En el recinto se hicieron presente familiares de víctimas de siniestros viales que integran las asociación "Estrellas Amarillas", quienes acompañaron el debate.
En relación al proyecto, el diputado Renan Dada (UCR) explicó que esta es una ley que permite avanzar sobre la gran cantidad de accidentes de tránsito que hay en la provincia, los cuales "en su mayoría son a causa del alcohol, y representan la principal causa de muerte en los jóvenes".
Advirtió que la intención es poder darle "una herramienta más al Ejecutivo para erradicar esta problemática y bajar los índices de accidentología", aunque aclaró que "la ley sola no genera nada, tenemos que acompañar con controles y trabajar en la prevención para mejorar los números en la provincia".
Dada además recordó que el proyecto inició en el Ejecutivo, y que luego hubo numerosos aportes de los distintos bloques, incluso de la audiencia pública.
Hizo hincapié en que es una ley rigurosa que sanciona a quienes no cumplen la norma con multas de hasta 40 mil pesos.
"No hay excepciones"
Por su parte el diputado Alberto Matuk (PJ) celebró que se hayan alcanzado los consensos necesarios para aprobar esta ley fundamental para "salvaguardar las vidas de los jujeños".
Recalcó que para hacer cumplir la ley, se buscará reforzar los controles de alcoholemia y para ello, parte de los fondos recaudados de las multas que se apliquen, se destinarán a la Secretaría de Seguridad Vial.
Asimismo el legislador enfatizó que esta ley "no tiene excepciones" y tiene sanciones severas ya que "la intención es inducir a un cambio de conducta".
En igual sentido, pidió a la comunidad tomar conciencia al respecto y evitar caer en infracción.
Con lágrimas en los ojos, integrantes de la asociación Estrella Amarilla también celebraron la aprobación de la ley, la cual consideraron "no es una moda, se aprueba para salvar vidas", a la vez que dejaron entrever la importancia de que se concientice en las escuelas.
"Si las personas no pasan por lo que atravesamos no van a saber lo que se siente" dijeron, recordando a sus familiares fallecidos.
Otras leyes sancionadas
En la sesión de ayer, además se dio luz verde a la Ley 6.083 de adhesión a la Ley Nacional de trasplante de órganos y a la Ley 6.084 de contrato de financiamiento con el Banco Europeo de Inversiones para financiar el proyecto Girsu.
Además, entre otras iniciativas, ingresó un proyecto de declaración de rechazo a la implementación del servicio de transporte de pasajeros Uber, de autoría del diputado Rubén Rivarola y otros legisladores de su bloque, el cual fue girado a la Comisión de Transporte.
Alcances de la ley
A partir de la vigencia de la ley de tolerancia cero queda prohibido, sin exención alguna, conducir con una tasa de alcoholemia superior a cero gramos por litro de sangre. Para hacer efectiva la ley, todos los conductores están obligados a someterse a los controles de alcoholemia que se le soliciten.
En caso de incumplimiento se fijaron sanciones graduales, que se aplicarán según el nivel de alcohol en sangre; mientras este sea más elevado, mayor será la multa.
Hasta 0,2 gramos de alcohol en sangre la multa tendrá un valor proporcional a 100 o 300 litros de nafta súper YPF; de 0,2 a 0,5 se fijará entre 300 y 500 litros; de 0,5 a 1 gramo la multa rondará entre 500 y 800 litros de nafta y si es superior a 1 gramos, entre 800 y 1.000 litros.
En todos los casos además se podrá retener la licencia de conducir, y hasta ser inhabilitado para manejar por determinados plazos.
En caso de reincidencia, las sanciones serán más severas.